sábado, 5 de noviembre de 2011

El nuevo "orden mundial" de China

Estos días la crisis de Europa tiene la atención mundial. China, convertida en banquero mundial, está gestando un orden global, que no pasa por su occidentalización, sino por la "sinización" de los países emergentes, proveedores de sus recursos energéticos, afirman los periodistas Juan Pablo Cardenal y Heriberto Araujo, autores de un nuevo libro sobre el titán asiático.

Araújo, corresponsal en Pekín de la agencia de noticias Notimex, y Cardenal, también español y redactor del diario "El Economista" en la capital china, son los autores de "La silenciosa conquista china" (Editorial Crítica), una investigación sobre la estrategia de "la potencia del siglo XXI" para forjar "su futura hegemonía mundial".

"China no es peligrosa por sus 1.300 millones de habitantes o porque haga negocios mejor que nadie. Es peligrosa porque detrás de ese éxito hay un sistema de un partido único que ha demostrado durante 62 años cuál es su forma de ver el mundo y de gobernar a su gente. Una forma inadmisible para nosotros", añade Araújo.

"Siempre nos han vendido la idea de que la apertura, el crecimiento y la expansión económica de China iban a estar vinculados a una occidentalización de este país. Nadie había previsto que la expansión de China iba a suponer la sinización* del mundo", subraya Araújo.
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*Nota:  sinización significa asimilación cultural de conceptos del lenguaje Chino y la cultura de China. En lingüística, el término es usado específicamente para referirse a la transliteración, y en este aspecto la "sinización" es paralela a la romanización (Imperio Romano).

En este sentido, Juan Pablo Cardenal destaca a Efe que no sería descartable que una eventual marginación de Grecia en la Europa del euro deviniera en una entrada china sin freno en este país.

"Tienen el arma más poderosa que existe hoy día: dinero en efectivo. Y no hay que ir tan lejos como Grecia para ver su potencial influencia en Europa. El 12 por ciento de la deuda española está en manos chinas", agrega este periodista que lleva casi una década en el país asiático.

A pesar de la crisis, China se convirtió en 2009-2010 en el primer prestamista del planeta al conceder en esos dos años más de 110.000 millones de dólares en créditos, mucho más que el propio Banco Mundial.
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Y en sólo diez años, el gigante asiático ha multiplicado por seis sus intercambios con el resto del mundo, desde 510.000 millones de dólares en 2001 a 2,97 billones en 2011.

Con Latinoamérica, por ejemplo, la balanza comercial en 2010 fue favorable a China en 40.000 millones de dólares; además, el 90 por ciento de lo que esa región exporta al país de Extremo Oriente son recursos naturales con bajo o ningún grado de procesamiento.

A cambio de 450.000 barriles diarios de petróleo venezolano, adquirido a precio de saldo y después revendido a terceros países, el China Development Bank concedió 20.000 millones de dólares a Caracas, que se suman a los 4.000 millones de dólares en créditos entregados por el Industrial and Commercial Bank of China

En el caso de Irán, China aparece como su mayor socio comercial con un volumen de 36.000 millones de dólares anuales.

Los autores explican el origen de esos recursos financieros con los que el gigante asiático acapara recursos naturales y voluntades políticas por todo el mundo.

China podría aportar unos 100.000 millones de dólares para detener el triste episodio griego.