martes, 1 de noviembre de 2011

PAROUSÍA: “LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE”


La Parausía, término griego que hace referencia a “Prescencia” no necesariamente a “venida” es el tema que los apóstoles preguntan a Cristo pocos días antes de su muerte y resurrección. Esta es una exposición que vuelve a trascender sus días y que nos alcanza con rapidez. Es menester analizarla sin ideas preconcebidas, utilizando la armonía interna de la Biblia y la cualidad de reiteración bíblica, solo así nos podemos aproximar un poco más a su esencia y comprensión real.

Y antes de empezar, es bueno aclarar que Marcos como Lucas recogen el mismo relato aludido por Mateo, con sus obvias versiones, pero aportan a la comprensión completa. Mateo 24 comienza así:

“ Partiendo en seguida, Jesús se iba del templo, pero sus discípulos se acercaron para mostrarle los edificios del templo. En respuesta él les dijo: “¿No contemplan todas estas cosas? En verdad les digo: De ningún modo se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada”. Estando él sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él los discípulos privadamente, y dijeron: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”. (Mateo 24:1-3).

Marcos nos agrega estos detalles: “Y estando él sentado en el monte de los Olivos con el templo a la vista, Pedro y Santiago y Juan y Andrés empezaron a preguntarle privadamente: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal cuando todas estas cosas estén destinadas a alcanzar una conclusión?”. (Marcos 13:3-4)

Lucas dice: “Entonces le interrogaron, diciendo: “Maestro, ¿cuándo realmente serán estas cosas, y qué será la señal cuando estas cosas estén destinadas a suceder?” (Lucas 21:7)

Así que en esencia la pregunta sería: Dinos, Maestro: ¿Cuándo realmente serán estas cosas, y que será la señal de tu presencia cuando estas cosas estén destinadas a suceder, a alcanzar una conclusión del sistema de cosas?
 
Nunca olivemos que la pregunta a Jesús es producto de esta afirmación:  De ningún modo se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada.  Los apóstoles preguntan por la destrucción del sistema de cosas judío, ya que Jesús había aludido a él. Ese es el sentido de la pregunta ¿cuándo realmente serán estas cosas?

Pero quedándonos aún así con el relato de Mateo, el más analizado, la conclusión es evidente. “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”. Esta pregunta ha sido interpretada por los estudiosos modernos como una pregunta compuesta. Se cree que realmente se le preguntó a Jesús sobre tres cosas: ¿Cuándo serán estas cosas? (refiriéndose al fin del sistema judío de su época), ¿Qué será la señal de tu presencia ? ( la señal de la segunda “venida” de Cristo) ¿Y la conclusión del sistema de cosas? (el fin del sistema de cosas mundial, o fin del "mundo").

No obstante, a pesar de la aparentes obvias tres partes, creo que se comete un error en esta interpretación. Para empezar, los buenos de Pedro, Santiago, Juan y Andrés, y los otros apóstoles, no tenían idea, ni les interesaba, ni sabían,  lo que ocurriría dos mil años después. Ellos asociaban todas las cosas para su época. Y como prueba está Hechos 1:6,7: “Pues bien, cuando se hubieron congregado, se pusieron a preguntarle: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?”. Les dijo: “No les pertenece a ustedes adquirir el conocimiento de los tiempos o sazones que el Padre ha colocado en su propia jurisdicción”.
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Ellos creían, aún después de su resurrección, que Jesús regresaría en su generación para acabar con los sistemas políticos existentes y restaurar el gobierno divino en la Tierra. Esto llevó a Pedro a escribir lo siguiente: “Pero el fin de todas las cosas se ha acercado (fin completo)”(1 Pe. 4:7). Incluso, muchos años después algunos continuaron manteniendo aquella misma creencia. Así que Pablo tuvo que advertirles: “ Sin embargo, hermanos, tocante a la presencia de nuestro Señor Jesucristo y el ser nosotros reunidos a él, les solicitamos que no se dejen sacudir prontamente de su razón, ni se dejen excitar tampoco mediante una expresión inspirada, ni mediante un mensaje verbal, ni mediante una carta como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día de Jehová esté aquí. Que nadie los seduzca de manera alguna, porque no vendrá a menos que primero venga la apostasía y el hombre del desafuero quede revelado, el hijo de la destrucción.”(2 Tes. 2:1-3). Aquí Pablo asocia hábilmente que esto no podía suceder, ya que primero debería aparecer la apostasía, la desviación de la verdad antes comentada, cumpliendo la Profecía de Jesús sobre la Mala Hierba que hemos analizado. Como sabemos, aún quedaban siglos para que esto se desarrollara.

Así que los apóstoles en el Monte no comprendían ni sabían acerca de un Futuro lejano a ellos, así que la interpretación de una pregunta compuesta, es inexacta. En realidad ellos asociaban todo a su época y generación inmediata. Y también es lógico ya qué Jesús había aludido ANTES al tema preocupante de su generación “no se dejará aquí piedra sobre piedra” refiriéndose al Templo y a la destrucción de Jerusalén. Así que era simplemente una pregunta que abarcaba aspectos juntos para la misma época: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas (acerca del Fin del sistema judío y por qué no, del imperio romano de su época), y qué será la señal de tu presencia (que sucedería en el mismo Fin del sistema político de sus épocas) y de la conclusión del sistema de cosas (lo cual es el mismo fin, no es algo aparte que debamos complicar)?” Simplemente, ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?

Lo que apoya este pensamiento es el pasaje antes citado de Pablo “ Sin embargo, hermanos, tocante a la presencia de nuestro Señor Jesucristo y el ser nosotros reunidos a él, (...) , en el sentido de que el día de Jehová esté aquí..”(2 Tes. 2:1,2). En otras palabras, la futura Presencia de Cristo sucede en el mismo Fin del Sistema de Cosas. Los discípulos simplemente preguntan cuando sería aquello y que señal habría para saber aquello.

El lector puede analizar nuevamente el párrafo anterior dónde comparé los tres evangelios. Pero como se vio, "Prescencia" no significa necesariamente "Venida". La palabra griega pa·rou·sí·a, que suele traducirse por “presencia”, se forma con pa·rá (junto a) y ou·sí·a (derivada de ei·mí, “ser” o “estar”). Por consiguiente, pa·rou·sí·a significa literalmente la “acción de estar junto a [algo]”, es decir, “presencia”.

Algunos han traducido, sin embargo, Venida. Este hecho ha dado base a la expresión “segunda venida” o “segundo advenimiento” de Jesucristo (adventus [“advenimiento” o “venida”] es la manera como la Vulgata latina traduce pa·rou·sí·a en Mt 24:3). No obstante, Parausía difiere de la palabra griega éleusis (latín adventus), “venida” que aparece un sola vez en el texto griego, en Hechos 7:52.

Sin embargo, muchos están de acuerdo y es lógico y sencillo que la presencia de Jesús implica forzosamente su llegada al lugar donde está presente, y traducir pa·rou·sí·a por “venida” coloca el énfasis en la llegada pero no oscurece su subsiguiente presencia. Creo que ambos sentidos de lo mismo son necesarios. Aunque los lexicógrafos admiten “llegada” y “presencia” como traducciones de pa·rou·sí·a, por lo general reconocen que la idea principal que transmite esa palabra es la presencia de la persona, pero no deberíamos complicarnos más allá por un sentido claro que se nos quiere transmitir.

Algunos han explicado que la Presencia de la que se habla en Mateo 24 se refiere a que Cristo dirige su atención a la Tierra durante años previos al Fin, y de esa manera está haciéndose Presente. Sin embargo, el análisis anterior y la sencillez del relato muestran de que no debe aislarse Presencia de un Regreso real a la Tierra. Ciertamente "Presencia" no tiene nada que ver con "dirigir atención". No hay ninguna base del idioma para semejante idea.

El Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento (de W. E. Vine, 1984, vol. 1, pág. 50) dice: “PAROUSIA [...] denota tanto una llegada como una consiguiente presencia. Por ejemplo, en una carta sobre papiro [escrita en griego] una dama habla de la necesidad de su parousia en un lugar a fin de [atender] unos asuntos relacionados con su propiedad allí.”. El Diccionario de la Biblia (edición de Serafín de Ausejo, Barcelona, Herder, 1981, col. 1451) explica que “en el mundo helenístico de oriente se halla la palabra [pa·rou·sí·a] [...] como término clásico para designar la visita oficial del rey o del emperador”. (Véase también Mt 24:3, BJ, nota.)

Pero es bueno aclarar que esta parousía no es un manifestación carnal del Hijo de Dios en el sentido de que el vuelva y se haga presente como humano viajando a la Tierra. No, su presencia aludida es Invisible y en el Espíritu, regresando en una condición superior, volviendo y dirigiendo su atención a la Tierra como un Rey que trae Juicio, pero que a la vez rescata a sus súbditos. Pablo escribe: “Tampoco es con el fin de que se ofreciera a sí mismo muchas veces (Cristo como hombre), como realmente entra el sumo sacerdote en el lugar santo de año en año con sangre ajena. De otro modo, tendría que sufrir muchas veces desde la fundación del mundo. Mas ahora se ha manifestado una vez para siempre, en la conclusión de los sistemas de cosas, para quitar de en medio el pecado mediante el sacrificio de sí mismo. Y así como está reservado a los hombres morir una vez para siempre, pero después de esto un juicio, así también el Cristo fue ofrecido una vez para siempre para cargar con los pecados de muchos; y la segunda vez que aparece será aparte del pecado y a los que lo están esperando con intenso anhelo para [la] salvación [de ellos]"(Hebreos 9:25-28).

El texto es claro. Jesús se hizo hombre una sola vez para siempre. Su visita como hombre fue única e irrepetible. Pero regresa a nuestro mundo de una manera diferente, obviamente no en la carne, relacionada con la salvación de su pueblo en el Fin.

Ahora, basándose en los textos que muestran a Jesús “viniendo en las nubes con gran poder y gloria” (Mr 13:26; Rev 1:7), se ha llegado a la conclusión de que su presencia tiene que ser visible volviendo aún como poderoso Ser espiritual. Sin embargo, como se muestra en una investigación sobre la palabra Nube cuando se habla de nubes en relación con otras manifestaciones divinas, estas comunican la idea de invisibilidad más bien que de visibilidad. Además, la expresión ‘ver’ también se emplea en sentido figurado: percibir con la mente y el corazón. (Isa 44:18; Jer 5:21; Eze 12:2, 3; Mt 13:13-16; Ef 1:17, 18.) Negar este uso significaría negar también que lo opuesto a la vista, es decir, la ceguera, pudiera usarse en sentido figurado o espiritual y no solo literal. Jesús usó en varias ocasiones la vista y la ceguera con ese sentido figurado o espiritual. (Jn 9:39-41; Rev 3:14-18; compárese también con 2Co 4:4; 2Pe 1:9.)

Por lo tanto, Jesús podía decir a sus discípulos: “Un poco más y el mundo ya no me contemplará”. Es verdad que sus discípulos le contemplarían, no solo porque se les aparecería después de su resurrección, sino también porque al debido tiempo ellos serían resucitados para unirse a él en los cielos y ‘contemplar la gloria que su Padre le había dado’. (Jn 14:19; 17:24.) Pero el mundo en general no lo contemplaría después de su resurrección como criatura celestial (1Pe 3:18), pues Jesús limitó sus apariciones a sus discípulos. De igual modo, solo ellos vieron su ascensión al cielo, el mundo no la vio, y los ángeles que estuvieron presentes les aseguraron a los discípulos que el regreso de Jesús sería “de la misma manera” (gr. tró·pos, no mor·f_e, “forma”), es decir, sin una exhibición pública ostentosa de la Figura visible de Jesucristo, discernida solo por sus seguidores. (Hch 1:1-11.) No obstante, Pablo afirma que más de 500 personas contemplaron a Jesús resucitado en más de alguna ocasión. En el Pentecostés, sin embargo, de estos 500 solo habían 120 reunidos lo que indica que algunos de estos “hermanos” (llamados así por Pablo en el futuro) aún no se decidían en esos momentos completamente por la buenas nuevas. (1 Cor. 15: 6; Hechos 1:15; 2:1).

Sin embargo, tal como veremos más adelante, esto no significa que no existirá una manifestación superior visible que involucre detrás la Parausía. Levemente antes, sus seguidores discernirán la protección divina, pero el mundo también comprobará la Presencia para Juicio. Las naciones sabrán “que yo soy Jehová” y “todo ojo lo verá y también los que lo traspasaron” (Ezequiel 38:23; Revelación 1:7). Las pruebas nos indican que los sucesos harán que la gente se de cuenta, por lo qué es lógica una manifestación superior indiscutible atribuida a Dios. Lo que es claro es que los ángeles intervendrán activamente en este suceso.

Y de manera semejante, aunque Jehová también le dijo a Moisés que ‘vendría’ a él en el monte Sinaí y ‘descendería’ en aquel lugar. Y el pueblo contempló aquella manifestación (Éx 19:9, 11, 18, 20), aunque no vieron directamente a Dios.  los escritos apostólicos muestran que Él se le presentó y le entregó su pacto por medio de ángeles, no directamente ya que nadie le vio, aunque si manifestó visiblemente su presencia y poder. (Gál 3:19; Heb 2:2; ). Así que los emisarios angélicos tendrán que ver con la futura manifestación de Cristo, acompañándolo a él en su retorno a la Tierra, y llevando la delantera en demostrar esta Presencia y rescatando a sus fieles en el Fin. (Mt 13:37-41, 47-49; 16:27; 24:31; Mr 8:38; 2Te 1:7.)
Después que los apóstoles interrogan a su Maestro sobre su retorno y parausía, el da una contestación, no solo para la época de ellos, sino que trasciende a nuestros días. En realidad la pregunta de ellos la formularon pensando en sus circunstancias, pero la respuesta de Jesús, obviamente abarca el Futuro de la Humanidad, ya que Jesús sabía que el no regresaría en esa época, y aún así contesta la pregunta, aún cuando los discípulos no la asimilen, pero también él en su respuesta nos deja una huella hasta nuestros días que es fundamental observar.

Al leer cuidadosamente Mateo 24, creo que Jesús contestó el mismo asunto, contestándolo y analizándolo 3 veces. * Las 3 veces se habla de lo mismo, agregando cada vez más detalles, haciendo una reiteración de lo mismo con más complementos (y avanzando hacia el Fin agregando cosas) en tres rondas. No se habla de sucesos consecutivos y diferentes. La repetición de algunas sentencias es clave (ver subrayados en rojo más adelante), ya que se pretendía dar una respuesta sencilla pero a la vez profunda agrandando el clímax para la última tercera Ronda acerca de lo mismo.

*Nota. En muchos libros proféticos se repiten los mismos sucesos del Día de Jehová, pero adaptados a cada época y con un mensaje particular que los amplía o disminuye. La reiteración es esencial para comprender las profecías.

Ante la pregunta de los apóstoles Jesús primero da una Introducción de todo lo que va a narrar:
Mateo 24:4-31:

Introducción:
4 Y en contestación, Jesús les dijo: “Cuidado que nadie los extravíe; 5 porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, diciendo: ‘Yo soy el Cristo’, y extraviarán a muchos. 6 Ustedes van a oír de guerras e informes de guerras; vean que no se aterroricen. Porque estas cosas tienen que suceder, mas todavía no es el fin.

Fin de la Primera Ronda de respuestas o introducción. Aquí el Maestro contesta la Pregunta de manera sencilla a como lo había hecho en otras ocasiones, pero en la segunda Ronda habla de lo mismo dando más detalles. Esta segunda ronda es ahora como un Resumen General:

Resumen general:
7 ”Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá escaseces de alimento y terremotos en un lugar tras otro. 8 Todas estas cosas son principio de dolores de angustia.
9 ”Entonces los entregarán a tribulación y los matarán, y serán objeto de odio de parte de todas las naciones por causa de mi nombre. 10 Entonces, también, a muchos se les hará tropezar, y se traicionarán unos a otros y se odiarán unos a otros. 11 Y muchos falsos profetas se levantarán y extraviarán a muchos; 12 y por el aumento del desafuero se enfriará el amor de la mayor parte. 13 Pero el que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo. 14 Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin".

Fin de la segunda Ronda. Jesús responde hablando de los mismos sucesos (falsos profetas, guerras, etc), pero ahora agrega más detalles como la persecusión de los fieles, hambres, terremotos, aumento del desafuero, y la predicación mundial final,...luego el Fin. A continuación se da más detalles de este Fin. La nota de la T.N.M claramente sentencia que la frase "entonces vendrá el FIN", SE REFIERE AL FIN CONSUMADO O FINAL. Claramente es el Armagedón. Por lo tanto, nos reafirmamos en la idea de que ésta parte del relato es un RESUMEN GENERAL.

Jesús ahora da detalles finales importantes sobre lo mismo anterior:

Detalles ampliados
15 ”Por lo tanto, cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación, como se habló de ella por medio de Daniel el profeta, de pie en un lugar santo (use discernimiento el lector), 16 entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas. 17 El que esté sobre la azotea no baje para sacar los efectos de su casa; 18 y el que esté en el campo no vuelva a la casa a recoger su prenda de vestir exterior. 19 ¡Ay de las mujeres que estén encintas y de las que den de mamar en aquellos días! 20 Sigan orando que su huida no ocurra en tiempo de invierno, ni en día de sábado; 21 porque entonces habrá gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder. 22 De hecho, a menos que se acortaran aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos aquellos días serán acortados.

23 ”Entonces si alguien les dice: ‘¡Miren! Aquí está el Cristo’, o: ‘¡Allá!’, no lo crean. 24 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas y darán grandes señales y prodigios para extraviar, si fuera posible, hasta a los escogidos. 25 ¡Miren! Les he avisado de antemano. 26 Por eso, si les dicen: ‘¡Miren! Está en el desierto’, no salgan; ‘¡Miren! Está en los aposentos interiores’, no lo crean. 27 Porque así como el relámpago sale de las partes orientales y resplandece hasta las partes occidentales, así será la presencia del Hijo del hombre. 28 Dondequiera que esté el cadáver, allí se reunirán las águilas.

29 ”Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días el sol será oscurecido, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán sacudidos. 30 Y entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre, y entonces todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. 31 Y él enviará sus ángeles con un gran sonido de trompeta, y ellos reunirán a los escogidos de él desde los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta su otro extremo.

Esta es la tercera contestación (o explicación) de lo mismo (aparecen los mismos puntos tocados antes), pero es la que agrega más detalles, concentrándose en la Gran Tribulación, y reiterando la advertencia sobre los falsos profetas por tercera vez, añadiendo algunas de las tácticas que usarán para extraviar hasta los escogidos.

Como estudiamos, la Presencia de Jesús no sucede antes del fin en un periodo de tiempo largo. No, sucede dentro del mismo periodo final. Así que la respuesta de Jesús no podría tratarse de sucesos anteriores, décadas, antes de la Gran Tribulación, sino de eventos que convergen inmediatamente antes de la Gran Tribulación y El Fin. Su respuesta no era evasiva, sino clara y concisa demostrando cuándo justamente regresaría y que pasaría en la Tierra para el Fin y su retorno.


Hemos visto como la respuesta de Jesús a los apóstoles está dividida en tres etapas. 1) Él da una presentación general. 2) Un resumen. 3) Una descripción mas detallada de lo anterior con nuevos datos. Las frases marcadas en rojo demuestran que se refiere a lo mismo en las tres presentaciones, en las cuales reitera y amplia su discurso.

Ahora bien, los otros dos Evangelios que narran el mismo relato también lo demuestran. Marcos 13: 5-27:

Introducción general
5 De modo que Jesús comenzó a decirles: “Cuidado que nadie los extravíe. 6 Muchos vendrán sobre la base de mi nombre, diciendo: ‘Yo soy ese’, y extraviarán a muchos. 7 Además, cuando oigan de guerras e informes de guerras, no se aterroricen; [estas cosas] tienen que suceder, pero todavía no es el fin.

Resumen con más datos
8Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino, habrá terremotos en un lugar tras otro, habrá escaseces de alimento. Estos son principio de dolores de angustia.
9 ”En cuanto a ustedes, cuídense; los entregarán a los tribunales locales, y serán golpeados en las sinagogas y tendrán que estar de pie ante gobernadores y reyes por mi causa, para testimonio a ellos. 10 También, en todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas. 11 Pero cuando vayan conduciéndolos para entregarlos, no se inquieten de antemano acerca de qué hablar; más bien, lo que se les dé en aquella hora, eso hablen, porque no son ustedes los que hablan, sino el espíritu santo. 12 Además, el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo, y los hijos se levantarán contra los padres y los harán morir; 13 y ustedes serán objeto de odio de parte de toda la gente por causa de mi nombre. Pero el que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo.

Descripción con detalles para sobrevivir14 ”Sin embargo, cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación parada donde no debe (use discernimiento el lector), entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas. 15 El que esté sobre la azotea no baje, ni entre a sacar nada de su casa; 16 y el que se halle en el campo no vuelva a las cosas atrás para recoger su prenda de vestir exterior. 17 ¡Ay de las mujeres que estén encintas y de las que den de mamar en aquellos días! 18 Sigan orando que no ocurra en tiempo de invierno; 19 porque aquellos días serán [días de] una tribulación como la cual no ha sucedido una desde [el] principio de la creación que Dios creó hasta aquel tiempo, y no volverá a suceder. 20 De hecho, a menos que Jehová hubiera acortado los días, ninguna carne se salvaría. Mas por causa de los escogidos que él ha escogido ha acortado los días.
21Entonces, también, si alguien les dice: ‘¡Miren! Aquí está el Cristo’, ‘¡Miren! Allá está’, no [lo] crean. 22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas y darán señales y prodigios para descarriar, si posible, a los escogidos. 23 Ustedes, pues, estén alerta; les he dicho todas las cosas de antemano.
24 ”Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su luz, 25 y las estrellas estarán cayendo del cielo, y los poderes que están en los cielos serán sacudidos. 26 Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en las nubes con gran poder y gloria. 27 Y entonces él enviará los ángeles y reunirá a sus escogidos desde los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

Lucas dice en su Evangelio 21:8-28:

Introducción
8Dijo: “Cuidado que no los extravíen; porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, y dirán: ‘Yo soy ese’, y: ‘El debido tiempo se ha acercado’. No vayan en pos de ellos. 9 Además, cuando oigan de guerras y desórdenes, no se aterroricen. Porque estas cosas tienen que suceder primero, pero el fin no [sucede] inmediatamente”.

Resumen10 Entonces pasó a decirles: “Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; 11 y habrá grandes terremotos, y en un lugar tras otro pestes y escaseces de alimento; y habrá escenas espantosas, y del cielo grandes señales.
12 ”Pero antes de todas estas cosas les echarán mano a ustedes y los perseguirán, entregándolos a las sinagogas y prisiones, y serán llevados ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre. 13 Resultará para ustedes en testimonio. 14 Por lo tanto, resuélvanlo en sus corazones que no ensayarán de antemano cómo hacer su defensa, 15 porque yo les daré boca y sabiduría, que todos sus opositores juntos no podrán resistir ni disputar. 16 Además, serán entregados hasta por padres y hermanos y parientes y amigos, y a algunos de ustedes los harán morir; 17 y serán objeto de odio de parte de toda la gente por causa de mi nombre. 18 Y, con todo, no perecerá ni un cabello de su cabeza. 19 Mediante el aguante de parte de ustedes adquirirán sus almas.

Detalles20Además, cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces sepan que la desolación de ella se ha acercado. 21 Entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas, y los que estén en medio de [Jerusalén] retírense, y los que estén en los lugares rurales no entren en ella; 22 porque estos son días para hacer justicia, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. 23 ¡Ay de las mujeres que estén encintas y de las que den de mamar en aquellos días! Porque habrá gran necesidad sobre la tierra e ira sobre este pueblo; 24 y caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por las naciones, hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones.
25 ”También, habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra angustia de naciones, por no conocer la salida a causa del bramido del mar y [de su] agitación, 26 mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos. 27 Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria. 28 Pero al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca”.

Cómo observamos, los otros Evangelios siguen esta línea del Evangelio de Mateo 24. Es de interés que ahora nos centremos en lo siguiente:

Los apóstoles pidieron una Señal de su futura Presencia, y algunos creen que los versículos del 7 al 14 de Mateo 24 corresponden concretamente a la Señal de su Presencia invisible, pero que sucede muchas décadas antes del fin, concretamente desde la Primera Guerra Mundial en 1914 hasta la Gran Tribulación, apoyándose en que la Presencia es algo Previo y diferente a la otra Presencia Para Juicio, en la Gran Tribulación. Sin embargo, si uno lee bien el relato se habla de una sola Presencia, no de dos presencias (una en 1914 y otra para Juicio al Fin) que sucede inmediatamente antes del Fin Consumado. Tampoco de una Presencia que dura casi un siglo o más. De hecho, en todo el Relato, si se lee bien, Jesús recién en los versículos 27-30 contesta directamente la Pregunta, ¿que será la Señal de tu Presencia? Y su respuesta no nos deja dudas:

Mateo 24:27-30 (fíjese bien): “ Porque así como el relámpago sale de las partes orientales y resplandece hasta las partes occidentales, así será la presencia del Hijo del hombre. Dondequiera que esté el cadáver, allí se reunirán las águilas.

”Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días el sol será oscurecido, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán sacudidos. Y entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre, y entonces todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.”

Así es que el relato es clarísimo. La Señal de esta Presencia (Parausía) es después del inicio de la Gran Tribulación, no antes durante un periodo largo de tiempo.

Y es breve (como un relámpago), pero a la vez claramente visible (como el relámpago).

Pero es lógico pensar que los Acontecimientos narrados en los versículos 7 al 14 tengan un cumplimiento antes del fin, como se muestra en versículo 14. Son cosas que se gestan antes, y que en contexto identifican la época como algo único, pero a la vez se concentran de manera poderosa en la Gran Tribulación. Las guerras mundiales, las hambres, los terremotos, y otros aspectos se han realizado efectivamente desde hace décadas, marcando al siglo XX como un siglo decisivo en la Historia humana. Nadie discute aquello. Nuestra época cumple los acontecimientos predichos. Pero es lógico pensar que aquellas cosas se intensificarán antes del Fin, para la Parausía del Señor Jesucristo. En realidad su verdadero cumplimiento serán en la época final. Estos sucesos son como la Higuera que nos avisa del verano.

Por lo tanto, la PARAUSIA es posterior a los acontecimientos. Los acontecimientos mundiales desde inicios del siglo XX (y que lograrán un climax en el futuro) son lo siguiente en palabras del propio Jesús en Mateo 24:

”Ahora bien, aprendan de la higuera como ilustración este punto: Luego que su rama nueva se pone tierna y brota hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Así mismo también, ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas". (Mateo
24:32,33)

Los acontecimientos mundiales son como el cambio en la higuera que avisa del verano. Los sucesos globales avisan de que la Presencia de Cristo está por llegar, que él está cerca, a las puertas.
 


Mateo 24:27-30

“ Porque así como el relámpago sale de las partes orientales y resplandece hasta las partes occidentales, así será la presencia (Parausía) del Hijo del hombre. Dondequiera que esté el cadáver, allí se reunirán las águilas. Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días el sol será oscurecido, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán sacudidos. Y entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre, y entonces todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.”

Creo que éstos versículos dentro del análisis del capítulo 24 de Mateo son clarísimos. En esta parte del relato Jesús ya ha comenzado a hablar de la Gran Tribulación en el versículo 21. Si leemos con compresión de lectura y ninguna idea preconcebida, observaremos claramente que la primera vez en que Cristo responde sobre la Parausia es en los versículos citados. En ninguna parte del relato se habla de una Presencia larga. Al contrario dice que ésta Presencia es como el Relámpago, y mas contundente aún es la declaración del propio Cristo que dice: "inmediatamente después de la tribulación de aquellos días", hablando de la Gran Tribulación que ya había sido narrada antes. Entonces durante la Parausía aparece la Señal del Hijo del Hombre. La Presencia y venida es durante la Gran Tribulación.
.
Podríamos entonces sintetizar el análisis de lo que Jesús contestó en lo siguiente:

1.La época señalada o cercana para la Venida y Presencia Cristica estará precedida por guerras, hambres, terremotos, pestes, delito, degradación moral, etc. Esto es algo que desde el siglo XX comenzó a gestarse, pero se intensificará más al acercarse la Parausía alcanzando un auténtico cumplimiento incuestionable. Es como la Higuera que empieza a echar brotes poco a poco  y avisa del verano. El verano llega después de las indicaciones de brote. El verano es la Parausia que viene después de los sucesos previos.

2.Para la época inmediatamente cercana o madura (véase Mateo 24:32,33), ya habrán aparecido falsos profetas o mensajeros. También aparece la Cosa Repugnante que causa Desolación.

3.Jesús anima a “huir”. Poco después se inicia la Gran Tribulación, los falsos profetas tratarán de engañar señalando el camino de la salvación. Entonces se ven fenómenos aterradores en los cielos que traen la destrucción. Aparece en el cielo la Señal del Hijo del Hombre, pero su Presencia (Parousía) es rápida como el relámpago, pero es ampliamente visible resplandeciendo desde las partes orientales hasta las occidentales. Las tribus (pueblos) de la tierra se golpean en lamento al ver su destrucción y al Hijo del Hombre que la trae. El envía a sus ángeles para que reúnan a los escogidos esparcidos en la Tierra, rescatándolos del Armagedón . Esto es lo mismo que la conclusión de la parábola de las ovejas y las cabras y la parábola del trigo y la mala hierba en donde los justos serán rescatados por los ángeles.

Como hemos visto, la Parausia de Cristo es inmediata antes del fin. No es un periodo largo y previo de atención a la Tierra. No hay pruebas de lo anterior. Solo se habla de un evento inmediato y único para el final. No obstante, Eventos Globales que sí nos indican la cercanía del fin y de la próxima Parausía. Guerras, hambres, la predicación global, etc, nos indican que el tiempo está maduro.

Resumen en base al capítulo 24 de Mateo
Los apóstoles preguntan: ¿Cuando serán estas cosas y que será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?

Recordemos que para los apóstoles la presencia y la conclusión del sistema (fin consumado) eran una sola cosa. Este entendimiento lo siguieron teniendo después de 33 cuando Pablo escribe:
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"Sin embargo, hermanos, tocante a la presencia (parausía) de nuestro Señor Jesucristo y el ser nosotros reunidos a él, les solicitamos que no se dejen sacudir prontamente de su razón, ni se dejen excitar tampoco mediante una expresión inspirada, ni mediante un mensaje verbal, ni mediante una carta como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día de Jehová esté aquí". (2 Tes. 2:1,2)

Leed bien el pasaje. La Presencia (Parausía) es durante el Día de Jehová: La Gran Tribulación.

¿Cuando serán estas cosas? Jesús responde: Cuando vean guerras, hambres, terremotos, predicación global, etc. Él está cerca (su Parausía) como el verano.

¿Qué será la Señal de tu Presencia y de la Conclusión del sistema? Jesús responde: Cuando aparezca la Cosa Repugnante que causa desolación. Entonces empieza la Gran Tribulación y después aparece la Señal y la Presencia como Relámpago.

Conclusión: Sí. Estamos en base a los acontecimientos en el tiempo de fines, pero la Presencia será en la Gran Tribulación. ¡Con mayor razón los cristianos deberían estar alertas!

Jesús concluye aclarando más: "Por este motivo, ustedes también demuestren estar listos, porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre"- Mateo 24:44.

Si el Hijo del Hombre ya hubiese venido, e incluso se hubiese sabido la fecha, no tendría sentido esta advertencia de Jesús.
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