miércoles, 28 de diciembre de 2011

Brasil desplaza a Inglaterra y es la 6ª economía mundial

LONDRES.- La economía de Brasil superó a Gran Bretaña y ya es la sexta mayor del mundo, de acuerdo con un estudio del Centro de Investigaciones en Economía y Negocios (CEBR), un instituto de análisis con sede en Londres. En su última clasificación, el CEBR coloca a Gran Bretaña en séptimo lugar de las mayores economías del mundo, detrás de Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Francia y Brasil.


Douglas McWilliams, director ejecutivo del CEBR, afirmó que las economías asiáticas claramente avanzan, al tiempo que las de los países europeos se retraen, y que el crecimiento de Brasil es parte de una tendencia generalizada de crecimiento de las economías emergentes. "Pienso que es parte de un gran cambio en la economía, donde no estamos sólo en una mutación del oeste hacia el este, sino que también ocurre que países productores de commodities vitales, como comida y energía, están muy bien y subiendo lentamente la lista de posiciones", destacó. - El Día (Argentina).

Lo habíamos comentado en este blog. Hoy no hay ninguna razón válida para seguir considerando que la Potencia Mundial dominante sea Inglaterra y los Estados Unidos.  Esa idea es producto de un contexto histórico  generado a finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Hoy el mundo es distinto y la realidad es diferente a lo planteado primero por los Adventistas y otros grupos durante esos años. Indicar que en primer lugar exista una potencia mundial binaria dominante no se ajusta a la realidad, y menos aún es indicar que sea Gran Bretaña y Estados Unidos. Sostener ésta idea parece más bien una insistencia casi romántica e idealista que desconoce la realidad. 
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Nunca olvidemos que el gran error es interpretar las profecías utilizando el molde actual de los acontecimientos, como si las profecías tuvieran que adaptarse a ese molde. En realidad eso es un error porque implica deformar la profecía para que encaje con un acontecimiento moderno. Las profecías tienen un vestido propio y forma propia. Éstas no necesitan adaptarse a los sucesos, sino que los sucesos simplemente darán cumplimiento de ellas.