jueves, 29 de diciembre de 2011

El retorno de los gigantes - Final

Cómo hemos analizado, la existencia de la Nación guerrera de Israel tuvo su razón de ser para una época y contexto definidos. No podemos mirar los sucesos aparentemente crueles con el prisma actual de la espiritualidad. Tanto los seres que representaron al Supremo y la misma cultura y creencias de esos israelitas primitivos fueron claves en un proceso para despojar de Canaán las influencias de la religión politeísta y la dominación de razas gigantes;  ambos elementos originados por la cría de los Nefilims y que hubiesen provocado un escenario anormal para la efusión de Cristo Miguel en la Tierra.  Cuando Jesús llegó al planeta,  Palestina estaba habitada por humanos normales y por la creencia sostenida en una deidad monoteísta.

Pero cómo hemos visualizado, muchas culturas y testimonios de piedra en Europa y América nos muestran la ruta de escape de algunas razas gigantes que se asentaron en dichas tierras, mientras que las razas de gigantes eran exterminadas en Palestina. Finalmente hemos visualizado cómo quizás los últimos vástagos deteriorados sucumbieron ante las hordas de los primeros conquistadores del Nuevo Mundo.

Hay investigadores como Alberto Canosa que aseguran que aún hay Nefilims antediluvianos encerrados en rocas gigantes, y que no lograron escapar en los vehículos siderales. No podemos afirmar con certeza la veracidad de éstos dichos. Tampoco las conclusiones de David Icke que vincula a los Nefilims con los Reptilianos dando a entender un linaje secreto que se extiende hasta la Casa Real de Inglaterra, tal como lo ha mencionado también el chileno Juan Andrés Salfate.

En ésta investigación se han unido varias piezas que sí dan una enorme evidencia de que efectivamente los israelitas combatieron con los hijos de los Nefilims, pero no hay prueba suficiente para creer que todavía exista una estirpe gigante moviendo los hilos del mundo o congelada en roca, por lo menos con un mayor número de evidencia que nos permita generar esa hipótesis sin recurrir a la mera afirmación.

Por lo menos sí hay evidencia de que los gigantes antediluvianos vivieron en la zona de Egipto, antes del colosal Diluvio:

Explorando el pasado: El cementerio de los Nefilim

Quizás debido a que las pirámides son las más famosas, muchos desconocen el enigmático reino subterraneo de Serapeum. Un verdadero cementerio de gigantes. Un lugar con sarcófagos de cuatro metros y vacíos. Una necrópolis subterránea, situada al norte de Saqqara, cerca de Menfis. El nombre Serapeum fue dado por Estrabón, al asociar Apis a Serapis. Un artículo comentó lo siguiente sobre ese desconocido lugar:

"Escondidos bajo la arena de la orilla occidental del Nilo, entre las zonas de Dashur y Giza, deben aún encontrarse otros lugares similares al Serapeum. Hoy sólo conocemos uno pero es posible que existan muchos más. Cuando el azar sonría de nuevo a los arqueólogos y descubran más sarcófagos de sesenta mil kilos de peso que no guardan nada, que nunca contuvieron nada, serán otra vez asociados con la momia del toro sagrado, sin otra similitud aparente que su descomunal tamaño.

El Serapeum impresiona por varios motivos. El principal de ellos es porque nadie se espera encontrar lo que allí descubre. Antes de llegar a Egipto el viajero sabe que va a enfrentarse con la Gran Pirámide de Giza o que va a deambular por el templo de Karnac, y a lo largo de las riberas del Nilo surgen, además, ruinas de centros ceremoniales de considerable belleza y de colosal grandeza.

Tras la puerta se abre una gran sala donde confluyen, opuestos, dos gigantescos túneles bajo la tierra. Allí se encuentra una roca labrada de granito de descomunal tamaño y 20 toneladas de peso, abandonada a la espera de un sitio que nunca llegará a ocupar. Tras andar treinta metros hacia la izquierda se desemboca en el corredor principal, una galería de casi doscientos metros de largo que debe recorrerse despacio pues a ambos lados se abren unas espectaculares salas abovedadas que cautivan toda la atención. Allí están los sarcófagos, o lo que quiera que sean.

Son inmensos, los mayores del mundo. Algunos se elevan del suelo más de tres metros. Los más grandes llegan a medir cuatro metros de largo por dos y medio de ancho. Quince personas cabrían perfectamente en su interior. El traslado y colocación de cada una de estas moles significaría por sí sólo una proeza. Pero cuando no se sale del asombro al contemplar uno de ellos, más allá se encuentra otro, y luego otro, y otro…hasta 22. Cada cual más perfecto, cada cual más enigmático. Si aquello no es el cementerio de una raza de titanes seguro que fueron gigantes sus constructores. Porque al portentoso trabajo de ingeniería que supone la confección de los sarcófagos hay que añadir el proyecto de las galerías y de las bóvedas, que proporcionan un escenario irreal a tan increíbles restos.

Nuestra cinta métrica desveló que desde la entrada hasta el final del túnel principal hay 191,5 metros, y las galerías accesorias miden otros 210 en total, con una anchura próxima a los 5 y una altura de prácticamente 8 metros. Un rápido cálculo nos indicaba que sólo la excavación de los túneles y las criptas supuso el desalojo de 20.000 metros cúbicos de piedra y de tierra, cantidad que multiplicada por 3 nos daría un volumen de escombros que daría trabajo a 8.000 camiones. En los alrededores del recinto no existen restos de tales deshechos, ¿cómo y a dónde los transportaron?.Los guías locales, haciéndose eco de lo dicho por la arqueología oficial, zanjan el asunto del Serapeum con tres lacónicas aseveraciones: Es una tumba, de bueyes Apis, de época ptolemaica. Y los tres datos son incorrectos. Es cierta la adoración en el Antiguo Egipto de animales, es cierto que los enterraban, y es cierto que los ptolemaicos veneraron a Serapis, ¿pero qué tiene que ver todo eso con el Serapeum?

Mariette descubrió así el primero de los sarcófagos de los bueyes Apis del Serapeum. O así lo creyó, porque la verdad es que su interior estaba vacío. Las siguientes excavaciones descubrieron otras diez bóvedas cuyos sarcófagos también se encontraban vacíos. Todas las tapas estaban descorridas unos centímetros, los suficientes para introducir la cabeza, los necesarios para comprobar que sólo contenían polvo. Pero la suerte le sonrió cuando llegaron a otra cripta donde había un féretro con la tapa sin mover, no violado por los ladrones de tumbas. Los esfuerzos para retirarla fueron inútiles pues estaba pegada con pez y los siglos habían conseguido que se uniera de tal forma al tanque que sólo existía una manera para abrirlo. Las cargas de dinamita se situaron y una esquina estalló en mil pedazos. Inexplicablemente tampoco contenía buey alguno.

Posteriormente Mariette localizó otra galería. Doce grandes nichos se abrían a derecha y a izquierda conteniendo nuevos y vacíos sarcófagos. Hoy ambas galerías están unidas y juntas llegan a medir casi los 200 metros. A ambos lados se abren un total de 23 criptas que contienen 21 tanques de granito, ya que dos están vacías. En un corredor paralelo se encuentra todavía uno de los sarcófagos que nunca llegó a su destino, 22 sarcófagos para guardar… polvo. ¿Para qué derrochar tanto esfuerzo?

En ninguna de las galerías hay una sola inscripción. Y en ninguno de los sarcófagos existe referencia alguna que indique su antigüedad, a excepción de uno de ellos, en el que con trazo apresurado se escribieron jeroglíficos en la época de los ptolomeos. Junto al Serapeum se encuentra un recinto que muy posiblemente se corresponda al mencionado por Estrabón. Las inscripciones de tiempos de Ramsés II indican que es mucho más antiguo de la época ptolemaica en la que se data el conjunto. Y además, Kha-m-was, no sólo era el encargado de sus cuidados, sino que también era el jefe de mantenimiento de la pirámide de Unas (VI dinastía). Sabemos también que una cuadrilla de operarios de Ramsés II a las órdenes de los sacerdotes del templo de Maat, en Tebas, se encargaron de las obras de restauración de las pirámides de Keops y Kefrén en Giza. Es decir, que eran cuidadores de monumentos mucho más antiguos. ¿Tan antiguos como el Serapeum?".
Fuente: Artículo publicado en la revista ENIGMAS del Hombre y del Universo, en el mes de Enero de 1998. Investigador en terreno: Manuel J. Delgado.

Véase también http://www.touregypt.net/serapeum.htmeum.htm
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En mi opinión personal el valle de Egipto fué un cementerio antediluviano de honor. Los hijos de los ángeles que eran muertos en las guerras antediluvianas fueron enterrados en ese lugar. Al momento del Diluvio o poco antes, de alguna forma los ángeles desintegraron (con la misma técnica con la que desintegraron el cadaver de Cristo) los cuerpos de sus hijos. Después del Diluvio la cultura egipcia se apropió, restauró y cambió el culto de ese lugar, como sucedió también con las pirámides y la esfinge.
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Génesis 6:4
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre (los hombres de fama, los derribadores o Nefilim). 

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Los gigantes "dormidos"

"En cuanto al hombre que, vagando, se aleja del camino de la perspicacia, descansará en la mismísima congregación de los que están impotentes en la muerte*". - Proverbios 21:16

* “Los que están impotentes en la muerte.” Heb.: refa·’ím; LXXVg: “los gigantes”.

A causa de ti ha despertado a los que están impotentes en la muerte*, a todos los caudillos de la tierra semejantes a cabras. Ha hecho que todos los reyes de las naciones se levanten de sus tronos. - Isaías 14:9

* “Los que están impotentes en la muerte.” Heb.: refa·’ím; LXXSyVg: “los gigantes”.

Este texto de Isaías está escrito en el contexto del juicio al "resplandeciente" (Lucifer) y cómo su arrojamiento a la Tierra despertará a los gigantes "dormidos" (prisioneros e impotentes), y los verdaderos caudillos de la Tierra (los demonios) estarán atentos y se levantarán de sus tronos para recibir al Caudillo del mal.

Otras traducciones vierten como "los espíritus de los gigantes".

Es notable el caso de Job 26:5,6

5 Los impotentes en la muerte* siguen temblando debajo de las aguas y los que residen en ellas.  6 El Seol está desnudo enfrente de él, y [el lugar de] la destrucción no tiene cobertura.

*Heb.: hor·fa·’ím; en ocasiones anteriores se ha traducido: “los refaím”; LXXVg: “gigantes”.

"¿Surgirán los gigantes desde debajo de las aguas y de los lugares cercanos a su vecindad?"- Versión de los Setenta.

"Ante él se retuercen los gigantes primigenios, bajo el océano en su prisión, el mundo inferior está abierto a sus ojos" -Versión de Moffatt

"Los refaim gigantes fueron destruídos. Y permanecen bajo los mares. Los espíritus que marcharon de la tierra tiemblan bajo las aguas y sus habitantes"- Traducción de Centon.

Josefo, el historiador judío escribió en el primer siglo, en su obra Antigüedades de los Judíos, libro 1, capítulo 3, parágrafo 1: «Muchos ángeles de Dios convivieron con mujeres y engendraron hijos injuriosos que despreciaban el bien, confiados en sus propias fuerzas; porque según la tradición estos hombres cometían actos similares a los de aquellos que los griegos llamaban gigantes». Los judíos hablaban de los refaítas vivos, como sus congéneres muertos que vagaban en la congregación de los condenados, parecen haber sido el producto de un sistema tenebroso y diabólico que permanece oculto en la historia de la humanidad.
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La noche de los Difuntos

The Encyclopedia Americana dice: “Elementos de las costumbres relacionadas con la víspera del Día de Todos los Santos se remontan a una ceremonia druídica de tiempos precristianos. Los celtas tenían fiestas para dos dioses principales... un dios solar y un dios de los muertos (llamado Samhain), la fiesta del cual se celebraba el 1 de noviembre, el comienzo del año nuevo celta. La fiesta de los difuntos fue gradualmente incorporada en el ritual cristiano” (1977, tomo 13, pág. 725).

El libro The Worship of the Dead (La adoración de los difuntos) señala a este origen al decir: “Las mitologías de todas las naciones antiguas están entretejidas con los sucesos del Diluvio [...] El vigor de este argumento está ilustrado por el hecho de que una gran fiesta de los muertos en conmemoración de ese acontecimiento se observa, no solo en naciones que más o menos se encuentran en comunicación entre sí, sino también en otras extensamente distanciadas, tanto por el océano como por siglos de tiempo. Además, todos celebran esta fiesta más o menos el mismísimo día en que, de acuerdo con el relato mosaico, tuvo lugar el Diluvio, a saber, el decimoséptimo día del segundo mes... el mes que casi corresponde con nuestro noviembre” (Londres, 1904, Colonel J. Garnier, pág. 4). Así que estas celebraciones en realidad comenzaron como una fiesta para honrar a personas que, debido a su maldad, habían sido destruidas por Dios en los días de Noé. (Gén. 6:5-7; 7:11.) - Wikipedia

 Si los Nefilim eran híbridos, mitad ángeles, mitad humanos, ¿habrán conservado alguna esencia de naturaleza espiritual? ¿Habrán tenido una parte espiritual que pudo haber sobrevivido a la destrucción de sus cuerpos materiales? Es interesante que el libro de Enoc dice que tras la destrucción de los cuerpos materiales de los Nefilim en el Diluvio, una parte espiritual sobrevivió:

"Y ahora, los gigantes que han nacido de los espíritus y de la carne, serán llamados en la tierra espíritus malignos y sobre la tierra estará su morada.

"Los espíritus malos proceden de sus cuerpos, porque han nacido de humanos y de los santos Vigilantes es su comienzo y origen primordial. Estarán los espíritus malos sobre la tierra y serán llamados espíritus malos.
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"Los espíritus del cielo tienen su casa en el cielo y los espíritus de la tierra que fueron engendrados sobre la tierra tienen su casa en la tierra.

 "Y los espíritus de los gigantes, de los Nefilim, que afligen, oprimen, invaden, combaten y destruyen sobre la tierra y causan penalidades, ellos aunque no comen tienen hambre y sed y causan daños. -Enoc 15: 8-11

Bueno, la Biblia  también al parecer nos da a entender algo similar...pero de forma muy sutil cómo hemos analizado.

Al parecer algunos ángeles rebeldes subían y bajaban a la Tierra tras el Diluvio (como Satanás), pero quién sabe si alguna esencia de los Nefilims sobrevivió y éstos quedaron confinados como espíritus inferiores (los cuales en gran parte serían los responsables de muchos fenómenos de agresión a los hombres y mujeres). El punto es que llegado el día de los difuntos o Hallowen se conmemoraría la aniquilación de los hombres antediluvianos y una posible confinación de los Nefilim a un estado de prisión espiritual. Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el otro mundo se estrechaba con la llegada de la noche, permitiendo a los espíritus  pasar a través de un portal. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. Su propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado. Asi que quienes se disfrazan en Halloween o Noche de Brujas caen en las redes de los demonios.

Y surge la pregunta: ¿Tendrá la falsa creencia de la inmortalidad del alma origen en un elemento real? Quizás (en teoría) sea posible que la parte espiritual de los híbridos Nefilim haya sobrevivido y eso haya dado origen a la mentira de que todos los difuntos humanos tienen también esa parte inmortal. Ahora bien, es evidente que si se estaría recordando de forma subconsciente la muerte de la humanidad antediluviana y quizás del confinamiento de los Nefilim.
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Conclusión

Aún no sabemos con exactitud que papel jugarán los "gigantes" o sus padres en el futuro inmediato. Pero bajo el gobierno de la Bestia claramente ocurrirá una manifestación portentosa y quizás la aparición de los héroes de antaño.