sábado, 17 de diciembre de 2011

Pablo y el desarrollo del rescate

Pedro tenía gran razón cuando dijo sobre Pablo:
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"Además, consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación, así como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada, les escribió,  al hablar de estas cosas como también lo hace en todas [sus] cartas. En ellas, sin embargo, hay algunas cosas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también [hacen con] las demás Escrituras, para su propia destrucción". – 2 Pedro 3: 15,16

En mis largas reflexiones e investigaciones sobre las Escrituras me he percatado de que Pablo fue un personaje clave en la amplificación del cristianismo. Saulo ha sido atacado prematuramente como odiador de las Mujeres, Apóstata de la Ley Mosaica y un astuto artífice del cristianismo.

En realidad ésto último parece ser cierto. Pablo es el gran teólogo que desarrolla las doctrinas fundamentales del movimiento cristiano del siglo I. Pero en mi opinión es injusto imputar motivos oscuros o negativos sobre Pablo. El apóstol lo hizo por necesidad y por que no tenía mucha alternativa. El estaba complicado al explicar verdades profundas a una sociedad tan ancestral y culturalmente establecida como la judía. * Cuando una gran Revelación aparece sobre la Humanidad, siempre existe el riesgo para que esas generaciones no alcancen a comprender del todo la Buena Nueva. Jesús de Nazaret trajo una gran revelación sobre el pueblo monoteísta hebreo, pero esa gran revelación tuvo que adaptarse por defecto a las circunstancias históricas de la época.

*Nota: Prometo que en una entrada futura hablaré sobre los misteriosos años perdidos del apóstol, su viaje a las moradas celestiales, y cómo éstas experiencias lo transformaron para siempre.

Pablo efectivamente es el causante de esa adaptación. Pero lo hizo porque no tenía otra alternativa. Pablo hasta cierto punto comprendió el gran mensaje del Hijo del Hombre, pero no sabía cómo implantarlo, y como explicarlo en las mentes judías y en las comunidades del Mediterráneo. Él sabía cuan difícil sería que en una generación los judíos se librasen de los conceptos asociados a la Ley. Y había que edificar sobre algo ya establecido.

El apóstol de las naciones realmente hizo una adaptación del gran mensaje de Jesús. Tuvo que utilizar las sombras del antiguo Pacto para que al judío forastero le fuese fácil aceptar la buena nueva. El apóstol sabía del gran shock cultural y teológico de dejar las sombras y abrirse a una nueva realidad. Por esa razón, Pablo forzosamente tuvo que adaptar su mensaje a la teología hebrea y encontrar puntos comunes con el revolucionario mensaje de Jesús de Nazaret.

Por ejemplo, el apóstol hábilmente asoció los sacrificios animales con la muerte de Jesús. Pero el apóstol en su exposición fue claro hasta cierto grado al explicar que éstas cosas eran sombras, y eran símbolos (como el Sumo Sacerdote que entraba en el Tabernáculo), para explicar realidades superiores. El problema de las religiones posteriores es que el símbolo o sombra se toma como una especie de concepto real con fuerza teológica propia. Esto sería semejante a utilizar una ilustración, y luego creer que dicha ilustración o comparación es efectivamente el objeto representado. Este razonamiento llevaría a un error finalmente.

Esto lo podemos comprobar cuando Pablo (también Pedro) habla del Sacerdocio espiritual. Sería un error creer que dichas comparaciones sirven de base para establecer una clase sacerdotal en la Tierra, pero la misma Iglesia Católica se ha aprovechado de esas palabras cuando justifica la clase Clerical y la existencia de los sacerdotes católicos.

Cuando Pablo habla del "Descanso Sabático para el Pueblo de Dios", los Adventistas utilizan dichas expresiones para creer que esos simbolismos y sombras son objetos reales, y por lo tanto, concluir que los cristianos han de guardar el sábado, en vez de comprender un asunto más grande envuelto.

Cuando Pablo hablo del "dios desconocido", esto no significa que estaba fomentando la fusión del cristianismo con las deidades griegas. Pablo quería ayudar a los atenienses. Era solo una comparación, pero dicho relato fué utilizado como pretexto cuando los Padres de la Iglesia querían introducir las filosofías griegas y paganas en el cristianismo.

Así también cuando Pablo recomienda la soltería no establece un celibato, pero sus palabras han sido distorsionadas para apoyar la norma católicas del celibato, así como cuando aparentemente habla de la subordinación espiritual de la Mujer, lo cual no es así, tal como se analizó en un estudio publicado en las barrras laterales.

Así también ocurre con las explicaciones sobre la sangre, el sacrificio y la muerte de Jesús. Éstos asuntos han sido tomados escatológicamente, en vez de entender que eran paráfrasis del apóstol e ilustraciones para ayudar a los judíos a comprender el papel importante del Hijo de Dios y la razón de su aparente muerte injusta y humillante.

Pablo muestra aspectos simbólicos relacionados con la sangre y el rito, pero finalmente explica que todo es por "Amor y bondad inmerecida", y que el Hijo asume la voluntad de vivir una vida consagrada a Dios, con la muerte incluída. Su sacrificio involucra toda su vida ofrecida, y el acto de derramamiento de sangre es un símbolo o resumen de toda una vida inmolada.
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La sangre es el símbolo de la vida, pero la sangre por sí misma no tiene un valor más importante que a la vida que simboliza. Es como el ejemplo del anillo de matrimonio. El anillo simboliza la unión, pero no puede reemplazar al matrimonio del día a día. Colocar la importancia de la sangre como símbolo por encima de la vida misma es semejante a que un hombre le dé más importancia a su anillo de bodas (símbolo de su estado matrimonial) que a su matrimonio mismo, o que a su esposa. Sería como una situación en que, encarado con la alternativa de tener que sacrificar o a su esposa o al anillo de bodas, optara a favor de salvar al anillo de bodas.

Algo así ocurre con la sangre derramada de Cristo

El hecho de colocar más importancia sobre el símbolo que en la realidad que simboliza provoca distorsión. Cuando la interpretación religiosa se centra en ésto, se transforma en ritualismo y superstición. La distorsión del entendimiento del símbolo da a entender que la sangre, el líquido rojo,  tiene un carácter casi sagrado o mágico. Pero ciertamente es una distorsión de la realidad creer que las gotas de sangre son más trascendentales que la vida completa de la persona con su inteligencia y facultades mentales. Por esta razón muchos cristianos tienen dificultades para manifestar fe (en términos reales y prácticos) en la sangre derramada de Cristo, ya que la Fe implica confianza en algo o alguién más trascendente que un líquido vital derramado. Por eso, ejercer Fe en Cristo implica ejercer Fe en su Vida y en su persona real y completa.

Y debido a esto fué que la explicación de que Dios envió su Hijo al matadero como si fuera un animal ha causado la impresión injusta e irreal que el Padre deseó la muerte del Hijo y es comparable a los dioses paganos que necestiban sangre para aplacar su ira o saldar las deudas con los mortales. Pero lamentablemente se está entendiendo la realidad mediante las sombras, lo cual es un gran error y ha causado injusta calumnia sobre Dios.

Entonces son las interpretaciones de las religiones "cristianas" las que han caído en el nivel semejante de las teologías paganas de los dioses sedientos de sangre. Esto ha llevado a injusta crítica e incomprensión sobre Dios y el amor por los hombres, y el Amor a su Hijo.

Las religiones no han caído en esta cuenta y han elaborado teorías teológicas para explicar el Rescate, hablando en términos jurídicos humanos, hablando del "alma por alma", intentando explicar erróneamente la muerte de Cristo en base a un tecnicismo humano judicial, olvidando por completo que el sacrificio del animal era un símbolo, pero no un armazón de la realidad. Otros se han imaginado a un Dios en apuros, como si la creación se le fuera de las manos, como si fuera un maquinista que no tiene otra alternativa de arrollar a sus hijos para evitar que el tren se desplome. Si bien, éstas interpretaciones y dramatizaciones apelan al corazón, generan un sentimiento malsano de culpa, y pintan en falsos colores al Padre Universal al compararlo con un hombre que pierde el control de los asuntos. Estas ideas son irreales y falsas.
 
16 ”¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: ‘Si alguien jura por el templo, no es nada; pero si alguien jura por el oro del templo, queda obligado’. 17 ¡Necios y ciegos! ¿Cuál, de hecho, es mayor?: ¿el oro, o el templo que ha santificado el oro? 18 También: ‘Si alguien jura por el altar, no es nada; pero si alguien jura por la dádiva que está sobre él, queda obligado’. 19 ¡Ciegos! ¿Cuál, de hecho, es mayor?: ¿la dádiva, o el altar que santifica la dádiva? 20 Por lo tanto, el que jura por el altar jura por él y por todas las cosas que están sobre él; 21 y el que jura por el templo jura por él y por el que en él habita; 22 y el que jura por el cielo jura por el trono de Dios y por el que está sentado sobre él. – Mateo 23: 16-23
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¿Cuál es mayor? ¿la sangre o la vida humana que santifica a la sangre? Evidentemente las religiones al estar en una etapa de retraso mental y espiritual tienden siempre a fosilizarse con los símbolos, otorgarle místicamente al símbolo un carácter casi sagrado o mágico.

Las palabras son un vehículo limitado de la verdad. Si en este siglo XXI me es difícil intentar explicar con palabras adecuadas este asunto, ¡cuanto más lo era para Pablo en el siglo I! Y no olvidemos que las traducciones posteriores tuvieron serías dificultades para transmitirnos los conceptos verdaderos.

Pero esto es el precio de la infancia. Aún somos muy jóvenes. Somos Bebés que intentan entender como funciona un televisor...