martes, 28 de mayo de 2013

El objetivo de las Misiones Celestiales


1 ) Príncipe Planetario y su Séquito. La llegada de estos seres consiste principalmente en colocar las bases básicas y elementales para una civilización material estable. La arqueología actual de alguna forma confirma una irrupción de conocimiento masivo que provocó un "salto" en la humanidad. Esto fue consecuencia de éstos maestros celestiales que ayudaron a la humanidad.

    Es imposible enseñar cultura y espiritualidad, si el hombre primero no sabe atender sus necesidades básicas de limpieza, alimento, vestimenta, trabajo y cohesión básica social. El hombre material no puede recibir lo espiritual si muere prematuramente por no tener los rudimentos básicos del cuidado de su cuerpo material. Antes de ésta época la humanidad ni siquiera sabía cocinar los alimentos. La llegada del Séquito de maestros inicia escuelas de capacitación en éstas áreas:

1. El concilio de alimentación y bienestar material.

2. La junta de domesticación y utilización de los animales.

3. Los asesores sobre el dominio de los animales de rapiña.

4. El cuerpo docente para la difusión y conservación del conocimiento.

5. La comisión de industria y comercio.

6. El colegio de la religión revelada.

7. Los guardianes de la salud y la vida.

8. El consejo planetario de las artes y ciencias.

9. Los gobernadores de las relaciones tribales avanzadas.

10. El tribunal supremo de coordinación tribal y cooperación racial.


La proporción de las cuestiones sanitarias, domésticas y materiales en ésta época es notablemente superior a la escuela de la religión revelada. Aún en este punto la Comisión fue muy discreta: (747.4) 66:5.14 "Nadie en el séquito del Príncipe quiso presentar la revelación para complicar la evolución; presentaron la revelación sólo como punto culminante después de haber agotado las fuerzas de la evolución".

Lamentablemente la adhesión del Príncipe Planetario Caligastia a la Rebelión Cósmica de Lucifer destruyó el mismo trabajo que ellos iniciaron. El querer adulterar el paciente esquema de enseñanza a los alumnos,  con las ideas de libertad individual y derechos de los grupos,  abortó algo que habría logrado mucho bien en la humanidad.

Se demolió lo que se había edificado y gran confusión comenzó a reinar entre los hombres de esos tiempos. 
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(758.7) 67:5.2 Poco después de la rebelión, todo el séquito de la sedición acometió una vigorosa defensa de la ciudad contra las hordas de semisalvajes que sitiaron sus murallas como resultado de las doctrinas de libertad que, prematuramente, se les habían impartido. Muchos años antes de sumergirse la hermosa sede central bajo las olas meridionales, las tribus descaminadas y mal educadas de las regiones apartadas de Dalamatia ya se habían abalanzado sobre la espléndida ciudad en asalto semisalvaje, impulsando hacia el norte al séquito secesionista y sus asociados.
 
(759.1) 67:5.3 El esquema de Caligastia para la reconstrucción inmediata de la sociedad humana de acuerdo con sus conceptos de la libertad individual y los derechos de los grupos, resultó un veloz y, en cierto modo, rotundo fracaso. La sociedad pronto revirtió a su antiguo nivel biológico, y volvió a comenzar la lucha progresiva a partir de un punto no mucho más adelantado de donde se encontraba al principio del régimen de Caligastia; pues este levantamiento había dejado al mundo en un estado de suma confusión.
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Inicialmente las escuelas de "los gobernadores de las relaciones tribales avanzadas" y "el tribunal supremo de coordinación tribal y cooperación racial" tenían como objetivo que las guerras fueran finalmente eliminadas y las tribus se unieran en hermandad. Pero el incorporar las enseñanzas contradictorias y prematuras de la "libertad individual y derechos de los grupos" causó gran confusión y fomentó finalmente la tendencia egoísta de supervivencia en el hombre primitivo, en la cual la guerra dominó. Esto hizo que de forma imprevista para el mismo Séquito, las tribus adyacentes los atacaran.

Las Escuelas del Príncipe ya no era necesarias. A pesar del caos que surgió y el retraso que fragmentó y esparció el conocimiento, la humanidad poco a poco a través de los siglos comenzó a reunir el conocimiento. A pulso, a ciegas, con caídas y levantadas, se ha logrado recuperar el conocimiento científico para tener una salud estable y una vida material aceptable. Y esta lenta recuperación ha tardado milenios enteros. Ya existe una Sociedad más o menos "civilizada".

Pero tristemente hasta el día de hoy permanecen las ideas de los derechos de los grupos mediante el nacionalismo y el patriotismo. A la par que la humanidad ha avanzado en desarrollar la ciencia, también ha mantenido la semilla del pecado en torno a las fronteras y espejismos de las divisiones. Esto quizás es uno los quistes más malignos que ha acompañado a la humanidad hasta el día de hoy,  puesto que ha provocado incluso guerras mundiales.
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Si no hubiese existido la Rebelión del Príncipe y su Séquito (si ellos mismos no hubiesen traicionado su propio programa de enseñanza), la Paz Mundial hace milenios ya se habría establecido en la Tierra.

2 ) Los Bioelevadores.  La llegada de Adán y Eva supone un trabajo en el mejoramiento biológico de las razas humanas. 

No se puede implementar una mejora biológica, sin que antes se coloquen las bases para una  vida social material aceptable. La cultura y el conocimiento no es un producto automático en el hombre. Ni siquiera se hereda genéticamente. Por lo tanto, la sabiduría del esquema de los mundos presenta que Adán y Eva aparezcan después que el Séquito haya instruido social y culturalmente a los primeros humanos. Si Adán y Eva como Bioelevadores tuvieran la misión de procrear una raza mejorada biológicamente, pero sin un contexto cultural y social establecido, esto habría fracasado por la ausencia de ese marco cultural previo. No sirve de nada una raza mejorada, si ésta no sabe hervir el agua o utilizar las herramientas. Este conocimiento se entrega antes a los antepasados.


La función principal del Séquito del Príncipe es entregar conocimiento seglar y capacitación para la vida material. La función principal de la segunda Misión, la de los Adanes planetarios, es ser los bioelevadores, promover el mejoramiento racial del planeta. La expresión "Adán" significa "humanidad" y Eva "La madre que da vida". La combinación del trabajo de éstos esposos provocaría los cimientos de una humanidad genéticamente mejorada.

A pesar de que la función principal de Adán y Eva es genética, también realizan importantes capacitaciones espirituales y materiales que agregan conocimiento a lo ya entregado. Ahora, el aporte genético de Adán y Eva proporciona una mejora biológica que facilita la recepción espiritual en el cerebro material de las razas herederas del linaje de Adán.
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 (593.5) 52:3.6 El resultado del don del plasma vital adánico a las razas mortales es una elevación inmediata de la capacidad intelectual y una aceleración del progreso espiritual. Usualmente también hay cierto mejoramiento físico. En un mundo promedio la dispensación postadánica es una edad de gran invención, control de la energía, y desarrollo mecánico. Ésta es la era de la aparición de la manufactura multiforme y el control de las fuerzas naturales; es la edad de oro de la exploración y de la sojuzgación final del planeta. Mucho del progreso material de un mundo ocurre durante este período de inauguración del desarrollo de las ciencias físicas, una época como la que está actualmente experimentando Urantia. Vuestro mundo está atrasado una dispensación o más respecto al plan planetario promedio.

En un planeta "normal", la Era de Adán y Eva logra algo que nuestro mundo aún no ha logrado:

(594.1) 52:3.10 La época postadánica es la dispensación del internacionalismo. A medida que se va completando la tarea de la mezcla racial, desaparece el nacionalismo, y la hermandad del hombre comienza realmente a materializarse.

(594.3) 52:3.12 Un gran avance ético caracteriza a esta era; la hermandad del hombre es el objetivo de su sociedad. La paz mundial —la cesación del conflicto racial y de la animosidad nacional— es el indicador de la madurez planetaria para el advenimiento de la tercera orden de filiación, el Hijo Magisterial.

¡Qué dichoso habría sido nuestro mundo si Adán y Eva hubiesen sido fieles a su misión! A la desgracia de la Rebelión de Caligastia y su Séquito, se añade la falta posterior de Adán y Eva. Esta pareja tenía la difícil misión de reorganizar el mundo tras el fracaso del Séquito del Príncipe, pero la impaciencia y ansiedad les hizo caer presas de los ardides del Diablo y fracasar en el mejoramiento biológico de nuestro mundo.

(846.3) 75:8.4 Al estimar los resultados de la misión de Adán en vuestro mundo, la justicia exige que reconozcan la condición del planeta. Adán afrontaba una labor casi imposible cuando, con su bella consorte, fue transportado de Jerusem a este oscuro y confuso planeta. Pero habían sido guiados por la asesoría de los Melquisedek y sus asociados, y de haber sido más pacientes, habrían triunfado a la larga. Pero Eva escuchó la insidiosa propaganda de la libertad personal y la libertad de acción planetaria.

(846.4) 75:8.5 Jamás en tu ascenso al Paraíso, te ganarás nada intentando impacientemente eludir el designio divino establecido mediante atajos, invenciones personales u otros artificios para facilitar el avance en el camino de la perfección, para la perfección y hacia la perfección eterna.

2 ) Los Hijos Avonales.  En un mundo normal ciertos Seres Nativos del Paraíso (de Havona y la Isla de Luz) llamados los Avonales, visitan los planetas cuando estos están rozando el logro de la paz global.

(594.3) 52:3.12 Un gran avance ético caracteriza a esta era; la hermandad del hombre es el objetivo de su sociedad. La paz mundial —la cesación del conflicto racial y de la animosidad nacional— es el indicador de la madurez planetaria para el advenimiento de la tercera orden de filiación, el Hijo Magisterial.

(594.4) 52:4.1 En los planetas normales y leales, esta época se inaugura con las razas mortales mezcladas y biológicamente vigorosas. No hay problemas de raza ni de color; literalmente todas las naciones y las razas son de una sola sangre. Florece la hermandad entre los hombres, y las naciones están aprendiendo a vivir en la tierra en paz y tranquilidad. Un mundo de este tipo se encuentra en el umbral de un gran desarrollo intelectual culminante.

La humanidad como recompensa recibe a un Hijo Instructor que libera a esa humanidad de su pequeña visión para ampliarla a la visión cósmica del universo local. También les enseña las grandes verdades sobre el Padre Universal.

(594.7) 52:4.4 Cada nueva dispensación amplía el horizonte de la religión revelada, y los Hijos Magisteriales extienden la revelación de la verdad para describir los asuntos del universo local y de todos sus tributarios.

La misión del Príncipe tiene que ver con colocar las bases materiales para la civilización humana, la misión de  Adán y Eva se concentra en el desarrollo biológico, y ahora la misión de los Hijos Avonales se concentra en expandir la Religión Revelada y ampliar la Cosmología del Universo.

(594.5) 52:4.2 Cuando un mundo evolucionario madura de este modo para la edad de magistrado, un representante de la alta orden de Hijos Avonales hace su aparición en misión magisterial. El Príncipe Planetario y los Hijos Materiales se originan en el universo local; el Hijo Magisterial proviene del Paraíso.

(594.6) 52:4.3 Cuando los Avonales del Paraíso llegan a las esferas mortales en acciones judiciales, solamente como adjudicadores de la dispensación, no están nunca encarnados. Pero cuando vienen en misión magisterial, por lo menos la misión inicial, están siempre encarnados, aunque no experimentan el nacimiento, ni tampoco mueren la muerte del reino. Pueden seguir viviendo por generaciones en aquellos casos en los que permanecen como gobernantes en ciertos planetas. Cuando concluyen su misión, abandonan la vida planetaria y retornan a su estado anterior de filiación divina.

En estos casos descritos, estos Avonales se materializan como Maestros y directores del mundo que visitan.

(594.8) 52:4.5 Después de la visita inicial de un Hijo Magisterial, las razas pronto efectúan su liberación económica. El trabajo diario necesario para mantener la propia independencia sería representado por dos horas y media de vuestro tiempo. Es perfectamente seguro liberar a estos mortales éticos e inteligentes. Tales gentes refinadas saben bien cómo utilizar el tiempo libre para el automejoramiento y el avance planetario.

La Humanidad logra tal domesticación de su mente, se logra un uso tan sincronizado y exquisito de la tecnología al servicio humano, que todo el trabajo seglar diario se realiza en dos horas y media.

En un planeta normal y sin rebelión posteriormente aparece un Hijo Avonal Autootorgador que nace como un mortal de ese mundo.

(595.6) 52:5.1 Cuando se logra cierto estándar de desarrollo intelectual y espiritual en un mundo habitado, siempre llega un Hijo autootorgador Paradisiaco. En los mundos normales no aparece en la carne hasta que las razas no hayan ascendido a los niveles más altos de desarrollo intelectual y logro ético. Pero en Urantia el Hijo autootorgador, aun vuestro propio Hijo Creador, apareció al final de la dispensación adánica, pero ése no es el orden común de los acontecimientos en los mundos del espacio.

(595.7) 52:5.2 Cuando los mundos han madurado para la espiritualización, llega el Hijo autootorgador. Estos Hijos siempre pertenecen a la orden Magisterial o Avonal, excepto en ese caso, una vez en cada universo local, en que el Hijo Creador se prepara para su autootorgamiento final en un mundo evolucionario, tal como ocurrió cuando Micael de Nebadon apareció en Urantia para otorgarse a sí mismo a vuestras razas mortales. Sólo un mundo entre casi diez millones puede disfrutar de dicho don; todos los demás mundos van avanzado espiritualmente por el autootorgamiento de un Hijo Paradisiaco de la orden Avonal.

Somos el Planeta bendecido entre diez millones de mundos.

(597.2) 52:6.1 El Hijo autootorgador es el Príncipe de la Paz. Llega con el mensaje, «Paz sobre la tierra y buena voluntad entre los hombres». En los mundos normales esta es una dispensación de paz mundial; las naciones ya no se aprenden la guerra. Pero estas influencias saludables no acompañaron la llegada de vuestro Hijo de autootorgamiento, Cristo Micael. Urantia no procede en el orden normal. Vuestro mundo está fuera del ritmo de la procesión planetaria. Vuestro Maestro, cuando estaba en la tierra, advirtió a sus discípulos que su advenimiento no traería el usual reino de paz en Urantia. Él les dijo claramente que habría «guerra y rumores de guerra», y que las naciones se sublevarían contra las naciones. En otro momento dijo: «No penséis que he venido para traer paz a la tierra».

Posteriormente a la venida de un Hijo Autootorgador, aparecen los Hijos Instructores:

(598.4) 52:7.1  Nuevamente encontramos que Urantia está fuera del ritmo de sus esferas hermanas, ya que vuestro Jesús ha prometido regresar. Esa promesa con certidumbre cumplirá, pero nadie sabe si su segunda venida precederá o seguirá a las apariciones de los Hijos Magisteriales o de los Hijos Instructores en Urantia.

(598.5) 52:7.2 Los Hijos Instructores vienen en grupos a los mundos en vías de espiritualización. Un Hijo Instructor planetario es asistido y apoyado por setenta Hijos primarios, doce Hijos secundarios, y tres de los más elevados y más expertos de la orden suprema de los Dainales. Este cuerpo permanece en el mundo por algún tiempo, lo suficiente para efectuar la transición de las etapas evolucionarias a la era de luz y vida —no menos de mil años de tiempo planetario y frecuentemente mucho más.

Esta Misión lleva al Planeta a la Era de Luz y Vida.

Resumen
En esta presentación resumida se ha analizado:

1- La llegada del Séquito del Príncipe para estabilizar materialmente a la civilización.

2- La llegada de los Adanes y Evas para estabilizar biológicamente a la civilización.

3- Las sucesivas llegadas de los Hijos del Paraíso para estabilizar espiritualmente a la civilización. (Por esa razón Jesús no se centró en los elementos anteriores. No fue un maestro cultural, científico o un padre biológico).

4- Y estas llegadas sucesivas de Avonales amplían la visión de Cosmología e integran a ese mundo a la hermandad del universo y le inyectan un conocimiento abierto y masivo sobre los superuniversos y el mismo Havona.

La integración equilibrada de éstos elementos, la unificación armónica y exquisita es lo que provoca la madurez en un mundo o en un individuo. En un mundo es un proceso colectivo de miles de años. En una persona, (si ésta se dedica a la voluntad de Dios), lo podría lograr en una sola vida en la carne.

Las Ceremonias de Graduación
En esos mundos, las conversaciones, las metas de las personas, las noticias y el conocimiento público gira abiertamente en torno a la meta de Havona y el Paraíso. El honor más grande que persiguen los jóvenes y estudiantes es graduarse en la religión revelada. La meta de los hombres es graduarse para su ascensión y  emprender el peregrinaje fascinante al Paraíso.

Puesto que los hombres en la Era gloriosa de la Luz y Vida no son asaltados por los muerte física de forma tan primitiva como con nosotros;  son  ellos los que deciden con conciencia el momento de su "traslado" voluntario (por lo general a los 500 años) a los mundos moronciales al fusionarse con el Ajustador. Para la gente de esos mundos, la certeza de los mundos moronciales es un hecho ya científico. Incluso los canales de "comunicación" con los planetas futuros de los hombres trasladados ya casi es fluida.  Y estas ceremonias de traslado constituyen una feliz ocasión pública:

(623.4) 55:2.4 Una vez que la familia, los amigos y el grupo de trabajo de dicho candidato para la fusión se han congregado en el templo morontial, se los distribuye alrededor del escenario central en el que descansan los candidatos para la fusión, quienes departen libremente con sus amigos reunidos. Se forma un círculo intermedio de personalidades celestiales para proteger a los mortales materiales de la acción de las energías que se manifiestan en el instante del «destello de vida» que libera al candidato para la ascensión de las cadenas de la carne material, haciendo de este modo para dicho mortal evolucionario todo lo que la muerte natural hace para los que así son liberados de la carne.

(623.5) 55:2.5 Se pueden congregar al mismo tiempo muchos candidatos para la fusión en el espacioso templo. ¡Qué bella ocasión cuando los mortales se reúnen así para presenciar la ascensión en llamas espirituales de sus seres queridos!, y ¡qué contraste con aquellas edades previas en las que los mortales deben entregar sus muertos al abrazo de los elementos terrestres! Las escenas de llantos y lamentos características de las épocas más primitivas de la evolución humana son reemplazadas ahora por la felicidad estática y el más sublime entusiasmo, mientras estos mortales que conocen a Dios se despiden temporalmente de sus seres queridos que al liberarse de sus asociaciones materiales mediante los fuegos espirituales de consumidora grandeza y gloria ascendente. En los mundos establecidos en luz y vida, «los funerales» son ocasiones de felicidad suprema, satisfacción profunda, y esperanza inexpresable.

 
En los mundos establecidos en luz y vida, «los funerales» son ocasiones de felicidad suprema, satisfacción profunda, y esperanza inexpresable.

(623.6) 55:2.6 Las almas de estos mortales en progreso están cada vez más pletóricas de fe, esperanza y certidumbre. El estado de ánimo que impregna a los que han reunido alrededor del santuario de traslado se asemeja al de los amigos y familiares regocijados que se congregan para la ceremonia de graduación de un integrante de su grupo, o que se congregan para presenciar el otorgamiento de un gran honor a uno de ellos. Y sería muy útil que los mortales menos avanzados pudieran aprender a visualizar la muerte natural con un poco de esta misma alegría y regocijo.