viernes, 17 de mayo de 2013

Los ángeles de las Iglesias

Una de las cosas más interesantes que mencionan los documentos son unas declaraciones en relación a la administración de los ángeles en torno al cuidado que se ha establecido en la Tierra:

(1255.6) 114:6.7 3. Los guardianes religiosos. Éstos son los «ángeles de las iglesias», los contendientes sinceros por lo que es y lo que ha sido. Intentan mantener los ideales de lo que ha sobrevivido para el tránsito seguro de los valores morales de una época a la otra. Son los jaque y mates de los ángeles del progreso, y buscan trasladar constantemente de una generación a la otra los valores imperecederos de las formas antiguas y pasadas en los esquemas de pensamiento y conducta más nuevos y por lo tanto menos estabilizados. Estos ángeles luchan por las formas espirituales, pero no son la fuente del ultrasectarismo y de las divisiones controversiales, sin sentido, de los religionistas profesantes. El cuerpo ahora funcional en Urantia es el quinto que así sirve.

El Libro nos muestra que el progreso a pulso de las religiones organizadas ha sido alentado por estos ángeles. ¡Las religiones organizadas son importantes y cumplen un papel! Pero para evitar llegar a conclusiones equivocadas, primero entendamos como funcionan los ángeles:

(1256.8) 114:6.18 Ninguno de estos grupos angélicos ejerce un control directo o arbitrario sobre los dominios de sus asignaciones. No pueden controlar plenamente los asuntos de sus respectivos reinos de acción, pero pueden manipular las condiciones planetarias y asociar circunstancias de manera de influir favorablemente en las esferas de la actividad humana a las cuales están asignados, y así lo hacen.

Los ángeles no inspiran directamente ni controlan a los grupos humanos. Un ángel no puede soplarle al oído a los Líderes de las religiones humanas. Sin embargo, si influyen en las condiciones externas para que las mentes humanas  puedan llegar a las conclusiones correctas de forma gradual mientras hacen ajustes doctrinales.

1245.7) 113:5.1 Los ángeles no invaden la santidad de la mente humana; no manipulan la voluntad de los mortales; tampoco se ponen en contacto directo con los Ajustadores residentes. (...) ; bajo ninguna circunstancia interfieren estos ángeles con la libre acción del libre albedrío humano. Ni los ángeles ni ninguna otra orden de personalidad universal tienen poder ni autoridad para limitar o cercenar las prerrogativas de la elección humana.

(1245.1) 113:4.1 Los serafines son estimuladores de la mente; intentan continuamente promover en la mente humana las decisiones que cumplen los círculos. Lo hacen, no de la manera en que lo hace el Ajustador, operando desde adentro y a través del alma, sino más bien desde afuera hacia adentro, trabajando a través del medio ambiente social, ético y moral de los seres humanos. Los serafines no son la atracción divina en forma de Ajustador del Padre Universal, pero funcionan como agencia personal del ministerio del Espíritu Infinito.

Como notamos los ángeles no pueden influir en la mente de los líderes de las religiones para entregarles información avanzada directa. Sin embargo, si pueden influir en el medio ambiente externo para que los hombres vayan llegando gradualmente a las conclusiones mediante las pistas  externas y la presión evolutiva de las eras.

Así se van realizando ajustes doctrinales, organizacionales y perfeccionamiento de normativas.

La diferencia y disonancia entre las diferentes religiones o los mismos altibajos en torno a las conclusiones que logra determinada religión se debe a que son diferentes mentes individuales que interpretan los fenómenos externos y que crean ciertas doctrinas. Estas personas no pueden ser invadidas por los ángeles para refinar las doctrinas, pero a través de los años pueden ser alentados para la refinación en los cambios. Esto también podría significar ciertos altibajos. No obstante el mensaje universal del Amor se presenta como la fuerza unificadora y el vínculo perfecto de unión.

Ilustración. Intentaré ilustrarlo mediante una sala para niños de kindergarden. Las maestras le colocan un rompecabezas al pequeño para que construya una "casa". El niño recibe varios estímulos externos, pero finalmente tras múltiples intentos, errores, reajustes y progresos logra una construcción aceptable para un niño. Algo más mas o menos así ocurre con las religiones. Las maestras son los ángeles que colocan las piezas para que las mentes humanas por sí mismas busquen y encuentren las conclusiones correctas en un proceso.

(1255.6) 114:6.7 Estos ángeles luchan por las formas espirituales, pero no son la fuente del ultrasectarismo y de las divisiones controversiales, sin sentido, de los religionistas profesantes.

Lo esencial es impulsado por los ángeles y fluye en medio de las apariencias estructurales.

(1255.6) 114:6.7 3. Los guardianes religiosos. Éstos son los «ángeles de las iglesias», los contendientes sinceros por lo que es y lo que ha sido. Intentan mantener los ideales de lo que ha sobrevivido para el tránsito seguro de los valores morales de una época a la otra.

Por lo tanto, debemos tener un punto de vista equilibrado, positivo y optimista sobre la religión organizada. Si tu eres, por ejemplo, testigo de Jehová, es enteramente verdad desde esta amplia perspectiva, que Dios está dirigiendo los asuntos.

La religión grupal está en proceso evolutivo dirigido desde los cielos. El futuro es alentador.

 La religión personal y experiencial a diferencia de la grupal se debe al contacto de la persona con el Padre Celestial y su filiación con éste. Una persona que logra dicha unión con Dios incluso puede volverse un elemento evolucionador positivo en su religión grupal. Toda decisión de salirse o permanecer es algo personal, pero jamás debemos visualizar de forma negativa el proceso religioso. Este es un cascarón necesario en la evolución humana.

Como he dicho muchas veces, no es el ritual, acción religiosa o rutina el punto principal. Es como santificamos dicha acción. Por ejemplo, tu puedes participar de la predicación pública o de cualquier labor religiosa, pero tu actitud es la que la vuelve santa.

De esta forma, colaboramos con los ángeles de las iglesias y el progreso.