miércoles, 21 de agosto de 2013

Un estudio sobre la 1 a los Tesalonicenses

La antigua ciudad de Tesalónica
En este post se analizará progresivamente de una forma pragmática y con exégesis la epístola a los tesalonicenses. Durante muchos años, han existido muchos escritos sobre la profecía de la "paz y seguridad". Varios grupos han estudiado dichos versículos y ofrecido múltiples alternativas. En esta entrada se analizará dicha profecía teniendo presente el marco de circunstancia de dicha carta y los destinatarios. Esto nos permitirá tener un cuadro objetivo sobre la referida profecía.

A los Tesalonicenses
El apóstol Pablo ya conocía a los destinatarios de su carta. La ciudad de Tesalónica estaba en plena Macedonia (Grecia) y fue fundada en la época de Alejandro Magno. El general Casandro de Macedonia la nombró en honor de su mujer Thessalonikè.  Pues bien, ya que los judíos estaban esparcidos (diáspora) por el Mediterráneo era interesante que existiera una Sinagoga judía en plena ciudad griega. Entonces el núcleo de lo que sería la futura congregación de Tesalónica parte con la conexión judía en dicha ciudad. El libro de Hechos nos narra:

Entonces viajaron a través de Anfípolis y Apolonia y llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos. Así que, según tenía por costumbre Pablo, pasó adentro a donde ellos, y por tres sábados razonó con ellos a partir de las Escrituras, explicando y probando por referencias que era necesario que el Cristo sufriera y se levantara de entre los muertos, y [decía]: “Este es el Cristo, este Jesús que yo les estoy publicando”.Como resultado, algunos de ellos se hicieron creyentes y se asociaron con Pablo y con Silas, y una gran multitud de los griegos que adoraban [a Dios], y no pocas de las mujeres prominentes, lo hicieron. - Hechos 17:1-4

En lo que hemos leído notamos que el núcleo de lo que sería la futura congregación de los tesalonicenses parte con algunos miembros de la sinagoga junto a una multitud de griegos y mujeres se unieron a la naciente iglesia. Pablo incluso utiliza las escrituras hebreas para mostrar a esos judíos que Cristo era el Mesías de los textos sagrados del judaísmo.

Sin embargo, el resto de los judíos que no se convierte se vuelven fieros opositores de la nacida comunidad cristiana de Tesalónica:

Pero los judíos, poniéndose celosos, tomaron como compañeros a ciertos varones inicuos de los haraganes de la plaza de mercado, y formaron una chusma y procedieron a alborotar la ciudad. Y asaltando la casa de Jasón, procuraban hacer que los sacaran a la gentuza. Como no los hallaron, arrastraron a Jasón y a ciertos hermanos ante los gobernantes de la ciudad, clamando: “Estos hombres que han trastornado la tierra habitada están presentes aquí también, y Jasón los ha recibido con hospitalidad. Y todos estos actúan en oposición a los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús”. Verdaderamente agitaron a la muchedumbre y a los gobernantes de la ciudad, cuando estos oyeron estas cosas; y después de primero tomar suficiente fianza de Jasón y de los demás, los dejaron ir. - Hechos 17:5-9

Como iremos analizando, el judaísmo pasa a ser el principal enemigo de los cristianos de tesalónica (judíos convertidos y griegos). Y esta oposición a las buenas nuevas es algo que se mantiene con los años. Los judíos siendo verdaderos agitadores son claramente la fuerza negativa hacia el cristianismo. Así lo viven dichos cristianos.

Es más, mientras Pablo continuó predicando en Berea, los judíos de Tesalónica lo persiguen hasta Berea para oponerse:

"Pero cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que también en Berea Pablo publicaba la palabra de Dios, fueron también allá para incitar y agitar a las masas" - Hechos 17:13.

La primera clave está en la misma carta
Esta oposición al cristianismo por parte del judaísmo es tal que en la 1 carta a los Tesalonicenses Pablo les dice a los cristianos de esa ciudad:

 Porque ustedes se hicieron imitadores, hermanos, de las congregaciones de Dios que están en Judea en unión con Cristo Jesús, porque ustedes también empezaron a sufrir  a manos de sus propios compatriotas las mismas cosas que ellos también [están sufriendo] a manos de los judíos, los cuales mataron hasta al Señor Jesús y a los profetas,  y a nosotros nos persiguieron. Además, ellos no agradan a Dios, sino que están en contra de [los intereses de] todos los hombres,  puesto que tratan de estorbar el que hablemos a gente de las naciones para que estas se salven, con el resultado de que siempre colman la medida de sus pecados. Pero al fin la ira de él ha venido sobre ellos. - 1 Tes. 2:14-16

Pablo dice que los cristianos de Tesalónica son similares a las congregaciones de Judea que son perseguidas por los judíos. Pablo a diferencia de otras cartas, se expresa de los judíos en términos duros, como "los que mataron a Jesús y los profetas", "persiguen a los cristianos y no agradan a Dios colmando la medida de sus pecados".  Y usa la frase "Pero la ira de él ha venido sobre ellos".

Esta frase: "Pero la ira de él ha venido sobre ellos (los judíos)" es el primer indicativo de la dirección de la epístola para designar a los hombres que sufrirían la destrucción.

Esta "ira de Dios" claramente se refiere a la Parausía y juicio de Dios, ya que en el capítulo anterior se usa la misma expresión:

 "y para esperar de los cielos a su Hijo, a quien él levantó de entre los muertos, a saber, a Jesús, que nos libra de la ira que viene" - 1 Tes. 1:10

Y en el capítulo 5 de la misma carta también se vuelve usar la misma expresión del capítulo 1:10 y el 2:16 que relaciona la ira con los judíos tal como hemos visto. Después de hablar de la "destrucción repentina" del versículo 3 Pablo vuelve a utilizar la expresión "ira" en el contexto del juicio de Dios:

"porque Dios no nos asignó a la ira, sino a la adquisición de salvación mediante nuestro Señor Jesucristo." - 1 Tes. 5:9.

Queda patente que en el contexto de la epístola los merecedores de "la ira" son los judíos opositores y los cristianos pueden escapar a dicho juicio. Entonces se hace evidente quiénes son los que proclamarán "la paz y seguridad" del versículo 3:

Cuando [los hombres] estén diciendo: “¡Paz y seguridad!”, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente, como el dolor de angustia a la mujer encinta; y no escaparán de ninguna manera.- 1 Tes. 5:3

Los corchetes realmente encierran palabras que se han insertado para completar el sentido del texto. No existe tal frase llamada (los hombres) como si fuera el género humano el que proclama la Paz y Seguridad.

Así que la frase real es simplemente :  "Cuando estén diciendo “¡Paz y seguridad!”, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente". Si tenemos en cuenta el contexto y  la fuerte carga hacia los judíos en  la carta dada las experiencias que se narran incluso en Hechos, ya que la misma usa la frase  "Pero al fin la ira de él ha venido sobre ellos" se hace evidente que quiénes proclaman la Paz y Seguridad son los judíos que esperan la ira de Dios.

Comprobación
Las palabras de 1 Tes. 5:3 sobre la "paz y seguridad" no son una evocación nueva. Pablo mismo sabía que los judíos en el pasado también habían sido advertidos. El sin duda tenía en mente estas palabras:

"Y curan el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz". - Jeremías 6:14

"Sí, porque han engañado a mi pueblo, diciendo: ``¡Paz!, cuando no hay paz" - Ezequiel 13:10.

Ahora bien, la 1 a Tesalonicenses fue escrita alrededor del año 50. Solo quedaban dos décadas para la destrucción de Jerusalén. El ataque romano a Judea sin duda tendría un impacto en toda la región, y también en Tesalónica donde claramente hemos visto como Pablo coloca a la congregación a la altura con las de Judea. También las Sinagogas esparcidas por el mundo sufrieron una brutal humillación para su orgullo al saber de la destrucción del Templo en 70 E.C. Las oraciones dirigidas a la dirección geográfica de Jerusalén solo serían de luto ante el desastre. La persecución de los judíos sería paralizada ante dicha destrucción. El sistema de cosas judío con su amada capital llegaba a su fin.

Pero, ¿se cumplió realmente la profecía de la Paz y Seguridad con la destrucción de Jerusalén?

Como sabemos en 66 se inició un conflicto que fue escalando. Pero en el año 68 ocurre algo.

"El asesinato del emperador Nerón en 68 llevó a Vespasiano a lanzarse a la lucha por la dignidad imperial; sin embargo, interrumpió la guerra contra los judíos para ser coronado en Alejandría. Los combates tuvieron entonces un período de calma que los judíos no aprovecharon para organizarse"- Wikipedia.

Flavio Josefo en Las Guerras de los Judíos nos cuenta sobre ese periodo en que se suspendieron las hostilidades y Vespasiano fue coronado Emperador:

Sabido, antes de lo que es posible pensar, que Vespasiano era elegido por emperador en el Oriente, luego la fama se divulgó en todas partes. Todas las ciudades hacían fiestas y celebraban sacrificios por la alegría de tal embajada. Las legiones y gente que había en Mesia y en Panonia, que poco antes se habían levantado por saber el atrevimiento y audacia de Vitelio, prometieron servir a Vespasiano con mayor alegría y gozo.

Presentóse también Muciano, regidor de Egipto, denunciándole la general alegría y contentamiento de todos aquellos pueblos, y haciéndole saber el juramento que había hecho hacer, y cómo todos lo habían recibido por príncipe y señor. Sucedíale a Vespasiano su fortuna en todas partes conforme a sus deseos; y viendo la mayor parte de las cosas inclinadas a su parte, comenzó a pensar que no había recibido la administración del imperio sin providencia de Dios, y que su justa suerte lo había traído y hecho llegar a ser el príncipe mayor del universo.

Librado, pues, ya el pueblo de todo temor, publicaba por emperador a Vespasiano, y juntamente se alegraban y regocijaban todos, celebrando fiestas por ser confirmado en el imperio, y ser Vitelio derribado y muerto. - Las Guerras de los Judíos.


Notamos como Josefo nos cuenta que tras la coronación de Vespasiano existe en todas partes una sensación de seguridad y jolgorio. Sabemos que esto supone una prueba de fe para los cristianos que se sienten tentados a regresar a Jerusalén. Es más, sabemos que la ciudad se siente tan segura que decenas miles de peregrinos ingresan a Jerusalén para celebrar la pascua. Parece que todo vuelve a la normalidad. Josefo dice sobre los peregrinos que llegan a la ciudad y como los judíos les reciben:

Todavía recibían pacíficamente a los que venían a sacrificar, remirando con diligencia, con sospecha y como guardas, todos los naturales y los huéspedes y extranjeros que alcanzaban licencia de ellos para entrar. -Las Guerras de los Judíos.

Es altamente posible que hasta judíos provenientes de Tesalónica ingresaran en la ciudad ese trágico año 70.


Además, nos enteramos mediante Josefo que los judíos planean un ardid aprovechando la situación, y esto sería el pleno cumplimiento de la profecía en ellos:

En estos mismos días los judíos engañaron a los soldados romanos de esta manera. Los más atrevidos de aquellos revolvedores y sediciosos que había, salieron fuera de las torres que llamaban de las mujeres, fingiendo que los que deseaban la paz los hacían salir; y por temer el ímpetu grande y la fuerza de los romanos, estábanse con ellos; y el uno se escondía como recelándose del otro.

Otros, puestos con orden por los muros, y fingiendo que tenían la voz del pueblo, daban altas voces demandando la paz, y pidiendo concierto y amistad con los romanos, convidándolos y prometiendo abrirles las puertas. Dando aquí estas voces, echaban también contra los suyos propios muchas piedras como por echarlos de las puertas, y fingían que querían abrir por fuerza las puertas y darles entrada, y rogar a los ciudadanos de la ciudad que los recibiesen. -Las Guerras de los Judíos. 

 
Los sediciosos judíos se ponen a clamar que quieren paz y que hay un ambiente seguro para hacer las paces con los romanos. En efecto, y aprovechando todo el ambiente aparentemente seguro que se ha generado tras los movimientos políticos en los romanos tras la asunción de Vespasiano, los judíos claman por la paz para engañar a los romanos.

Sabemos que éste clamor de paz es falso, y la profecía también nos habla de una habla de paz que es una propaganda falsa, ya que no hay paz realmente. Y los romanos pronto se dan cuenta de este ardid y bajo Tito (el hijo de Vespasiano) inician el ataque final contra Jerusalén.

En acciones rápidas los romanos durante el asedio de Jerusalén talan  todos los árboles cercanos a la ciudad y crean un cerco de sitiar final.  

"Después de varios intentos fallidos de penetrar o escalar las murallas de la Fortaleza Antonia, los romanos lanzaron finalmente un ataque secreto, por el cual sorprendieron a los guardias zelotes durmiendo y lograron capturar la fortaleza. Este era el segundo mayor edificio en el perímetro defensivo de la ciudad, después del Monte del Templo, y constituía un excelente punto de partida para atacar al propio Templo. Los arietes no tuvieron gran éxito, pero la lucha por sí sola provocó que las paredes se incendiaran, cuando un soldado romano lanzó un tizón en una de las paredes del Templo" - Wikipedia.

Y este ataque provoca la destrucción del Templo y el aplastamiento final de Jerusalén. La "destrucción repentina" se cumple.

La conclusión parece evidente. Para Pablo la Parausía ocurriría en sus días y los cristianos asociaron la destrucción de Jerusalén con dicho evento, tal como lo hemos analizado en múltiples entradas. Toda otra proyección o segunda aplicación no es algo que Pablo hubiese pensado. Más bien, es una interpretación actual de las religiones modernas.