miércoles, 23 de octubre de 2013

En sintonía con la sinfonía de la vida

Una de las preguntas más interesantes es por qué el Padre no creó la vida humana después que la Tierra hubiese llegado a la madurez necesaria.

En el Universo Central ya se crearon millones de mundos perfectos con habitantes perfectos. Pero Havona obedece casi al No-Tiempo, a la Eternidad.

Los Siete Superuniversos exteriores del tiempo y el espacio son un proyecto para crear la realidad en el tiempo, de forma gradual, como una semilla que germina y se transforma en planta.

Las creaciones en el espacio tiempo no son instantáneas. Requieren formación gradual, evolución y organización en el tiempo. Los sistemas solares deben estabilizarse, los planetas ajustarse y sincronizarse. Lo vemos en la actividad del Sol. Y también en los constantes cambios telúricos, geológicos y climáticos aún presentes.

La vida humana está encadenada a la vida biológica de la Tierra. El cuerpo humano y su relación con el entorno lo demuestra.  De lo contrario, no podríamos respirar este aire, beber el agua en la Tierra que es esencial para la vida, absorber los nutrientes de las plantas, alimentos, etc. Nuestra genética está ligada a otros seres vivos, etc. Nuestros cuerpos tienen dedos y dientes para comer de la fruta de la tierra.  Todos los días estamos sometidos a la inexorable ley del día y la noche. No podemos resistirnos al sueño cuando la rotación de la tierra nos oculta el sol. Por lo tanto, somos producto de un encadenamiento evolutivo del proceso de la vida en este planeta.

Cuando nacemos en la Tierra, no aparecemos instantáneamente caminando como adultos. Nos adaptamos gradualmente a este mundo. Estamos encadenados a la sinfonía de la vida en la Tierra que se abre gradualmente como una flor.

Cuando las condiciones para la aparición de la vida son posibles, se implanta la vida en un mundo, aún en épocas salvajes y primitivas. Esa vida se adaptará a medida que el planeta también cambia y se ajusta. No se puede separar al hombre material de la Tierra material. Nuestro soporte material tiene mucho que ver con nuestra atmosfera y gravedad local.

Puesto que los Hijos Creadores construyen sus universos y todo cuanto hay en ellos de forma gradual en el tiempo y en el espacio, tampoco crean un modelo arbitrario de vida material que se salte esa misma  ley provocando una desarmonía con el entorno, en el flujo de las cosas. Si así lo hicieran sería pasar a violar el mismo concepto, regla y proyecto de crear un universo gradual en el espacio tiempo.

El deseo de que seres pudieran participar en la construcción de sus destinos y ver los frutos en el proceso del tiempo obra en armonía con el Eclesiastés:

En cuanto al hombre, no hay nada mejor [que] el que coma y en realidad beba y haga que su alma vea el bien a causa de su duro trabajo. Esto también lo he visto, yo mismo, que esto proviene de la mano del Dios [verdadero]. - Ecle. 2:24

Trabajar, vivir, y realizar actividades en el tiempo es un proceso de autorealización y creación. Anhelamos la expansión y crecer a la perfección. Esto solo puede ocurrir en el tiempo. De hecho, una de las razones de la vida humana de Jesús en la Tierra es que el pudo experimentar en la materia algo que no tenía como criatura espiritual perfecta: el triunfo de la Fe en el tiempo. Este perfeccionamiento de todas las fases de la realidad como Creador y Criatura, como Ser Eterno y Temporal fue lo que logró que tuviera la capacitación adecuada para obtener la Soberanía Indisputada como Gobernante del Universo.