miércoles, 29 de abril de 2015

¿Cómo se perdió el Nombre?


¿Cómo se perdió el Nombre? Es complejo y una larga historia. En realidad la lengua primitiva hebrea se pierde y con ella muchas expresiones que incluían el Nombre.

Jesús hablaba en arameo galilaico y griego. Esa fue su lengua materna, cotidiana, y no el hebreo, que sólo se empleaba en las sinagogas para leer los textos sagrados, los cuales posteriormente eran explicados en arameo a los "feligreses" para que pudieran comprenderlos. 

Fué un proceso que se demoró siglos. En el libro 2 de Reyes, cap. 18: 26 y en el libro del Profeta Isaías cap. 36: 11 (siglo 8vo. A.C.) se menciona claramente la diferencia entre el arameo y la lengua que se hablaba en Judea durante la invasión de Sanaquerib cuando los consejeros del rey Ezequías en Jerusalén le dicen al emisario del rey de Asiria: “Por favor háblanos a nosotros tus siervos en arameo que lo entendemos, no nos hables en la lengua de Judea para que no te oiga el pueblo que está sobre la muralla”.

La Profesora Sara Lipkin, especialista en lengua hebrea, en su estudio: “El hebreo, historia por capítulos” (1992) nos dice que “el hebreo arcaico de la Mikrá, que se hablaba en la época del Rey Salomón tal y como aparece en el Pentatéuco, las Crónicas y los Profetas, fue sustituido unos 300 años antes de Cristo por un hebreo hablado que utilizaba palabras, modismos, pronunciación y expresiones un tanto diferentes y que se conoce como “Lashón Jazal” o la Lengua de los Sabios. Este "nuevo" hebreo era diferente a Paleo Hebreo (el cual recibió la pronunciación de YHWH).

La profesora Sara Lipkin señala que durante ese período (de Jesús) el arameo era una lengua internacional que se hablaba y se escribía desde la India y hasta Kush (Sudán).

Entonces el asunto no es tanto la cuestión de la superstición Judía, sino más bien el problema era que no se atrevieron a generar un equivalente fonético desde el periodo Paleo Hebreo al Hebreo Lashón Jazal, y luego al Arameo. Solo se transmitía en los caracteres YHWH. 

Quizás Jesús y los apóstoles sabían una pronunciación ya cambiada y adaptada del YHWH, pero los escritores de las cartas griegas se abstuvieron de traspasarla a las cartas (por que no estaban seguros).

De hecho, ni los traductores de la Septuagianta sabían una pronunciación equivalente y aunque introducían las letras hebreas YHWH en medio del texto griego, ésto es una demostración que NO SABIAN la pronunciación y se abstuvieron de inventar una pronunciación, tal como lo es "Jehová" en la Edad Media.

Así que no hay una mala intención al respecto, sino un recurso por las circunstancias:

1 - El hebreo arcaico de la Mikrá se perdió 300 años antes de Cristo.

2- Se reemplazó por un Hebreo Lashón Jazal (las Escrituras existentes comienzan a quedar grabadas con ese idioma al tiempo de Cristo).

3- Se introduce el Arameo ampliamente pronunciado por la población.

4- Se escriben en griego las cartas cristianas y evangelios.

En el fondo, la pronunciación del Nombre de Dios se pierde cuando la población deja de hablar el hebreo Arcaico y no por un afán de ocultarlo o sacarlo.

Lo que sucede era que los traductores al no saber la pronunciación solo podían insertar un equivalente en cuanto cualidad.


El hecho de "no pronunciarlo" surge como superstición porque ya se había perdido la pronunciación y no querían profanarlo como declara el mismo Pentateuco. No querían arriesgarse con una pronunciación alejada y especulativa, y puesto que eran religiosos apegados a las letras, tenían miedo de desagradar a Dios.