sábado, 27 de junio de 2015

¿"Agujeros negros" o "Islas oscuras"?

La idea actual del Agujero
Negro es que traga y aniquila todo a
su alrededor hasta engullir a galaxias enteras
A mediados del siglo XX la teoría de los "agujeros negros" cobró fuerza. Generalmente se cree que son una especie de "hoyo" que tiene tal cantidad de gravedad que traga todo a su alrededor en una especie de remolino, absorbiendo incluso la luz, por lo cual no son visibles. Posteriormente se habló que los agujeros negros pueden ser capaces de emitir radiación, lo cual fue conjeturado por Stephen Hawking en los años 70. Entonces se habló del "borde" u "horizonte de sucesos" en los "hoyo negros".

Se cree que la aparición de un agujero negro comienza después de la muerte de una gigante roja (estrella de gran masa). Tras varios miles de millones de años de vida, la fuerza gravitatoria de dicha estrella comienza a ejercer fuerza sobre sí misma originando una masa concentrada en un pequeño volumen, convirtiéndose en una enana blanca. En este punto, dicho proceso puede proseguir hasta el colapso de dicho astro por la auto atracción gravitatoria que termina por convertir a esta enana blanca en un agujero negro. Este proceso acaba por reunir una fuerza de atracción tan fuerte que atrapa hasta la luz en éste.

Los Documentos de Urantia parecen hablar de los "agujeros negros" pero en vez de utilizar la palabra "agujero" u "hoyo" usan la expresión "Isla":

(173.1) 15:6.11 Las islas oscuras del espacio. Éstos son los soles muertos y otras agregaciones grandes de materia carentes de luz y calor. Las islas oscuras a veces son enormes en cuanto a su masa y ejercen una influencia poderosa en el equilibrio y en la manipulación de la energía en el universo. La densidad de algunas de estas grandes masas es casi increíble. Y esta gran concentración de masa permite que estas islas oscuras funcionen como poderosas ruedas de equilibrio, controlando eficazmente grandes sistemas vecinos. Mantienen el equilibrio gravitacionario del poder en muchas constelaciones; muchos sistemas físicos que de otro modo irían rápidamente hacia su destrucción en los soles vecinos son mantenidos certeramente dentro de la atracción de la gravedad de estas islas oscuras guardianas. Es por esta función por que podemos ubicarlas con precisión. Hemos medido la atracción de la gravedad de los cuerpos luminosos, y por lo tanto podemos calcular el tamaño y ubicación exacta de las islas oscuras del espacio que tan eficazmente funcionan para mantener en su curso un sistema determinado.

Es interesante esta cita. En nuestra teoría clásica de los "hoyos negros", éstos parecen devorar toda la materia y luz hasta tragarse todo a su alrededor. Los Documentos no obstante, nos declaran que las Islas Oscuras no son devoradores cósmicos, sino estabilizadores de equilibrio. Y en lo que concuerda la ciencia humana con la ciencia de Uversa, es que ahora también podemos detectar la presencia de ellos por la fuerza gravitacional que poseen.

Antes de seguir, es interesante que se declare que la última barrera entre los Siete Universos del tiempo y el espacio y el Universo Central de Havona es una gigantesca muralla de millones de Islas Oscuras. Es posible que las ideas del Gran Atractor que se percibe más allá de la Vía Láctea sean la combinación de la muralla de Islas Oscuras y la Isla del Paraíso.

Concepto de Isla Oscura estabilizadora descrita
en los Documentos de Urantia
Pero hay muchas Islas Oscuras también insertas en el interior de los universos del tiempo y el espacio y no todas son debido a la muerte de soles:

(171.5) 15:5.10 Algunas islas oscuras densas son el resultado directo del agregado de energía de transmutación en el espacio. Otro grupo de estas islas oscuras se ha originado por la acumulación de enormes cantidades de materia fría, meros fragmentos y meteoros, que circulan por el espacio. Dichas agregaciones de materia nunca han sido calientes y, excepto por su densidad, su composición es muy similar a la de Urantia.

(171.6) 15:5.11 8. Soles quemados. Algunas de las islas oscuras del espacio son soles aislados quemados, habiendo emitido toda su energía espacial disponible. Las unidades organizadas de la materia aproximan la condensación plena, una virtual consolidación completa; y se requieren edades tras edades para que dichas enormes masas de mate-ria altamente condensada se vuelvan a cargar en los circuitos del espacio y por lo tanto se preparen para nuevos ciclos de función universal después de un choque o de algún acontecimiento cósmico igualmente revivificador.

Incluso los Documentos dicen algo que la ciencia actual aún desconoce. Comenta que éstos soles muertos pueden volver a recuperarse, por lo que no serían exactamente "hoyos", sino que aún contendrían materia:


(464.2) 41:7.15 Estos soles muertos o moribundos pueden ser rejuvenecidos por el impacto de un choque o pueden recargarse por ciertas no luminosas islas de energía del espacio o a través de la atracción de la gravedad, ‘roban’ a los soles o sistemas más pequeños cercanos. La mayoría de los soles muertos serán revivificados mediante estas u otras técnicas evolucionarias. Los que finalmente no se así recarguen están destinados a sufrir la desintegración por explosión de la masa, cuando la condensación gravitacionaria llegue al nivel crítico de la condensación ultimatónica de la presión energética. Dichos soles que desaparecen se convierten de este modo en energía de la forma más rara, admirablemente adaptada a energizar a otros soles más favorablemente ubicados.

Por lo tanto, la idea de un hoyo que aniquila la materia y la hace desaparecer no sería tal. Y aquí llegamos a los titulares de algunos meses:


Los agujeros negros no existen, dice Stephen Hawking, al menos no como los imaginamos

Los agujeros negros no tienen un «horizonte de sucesos» que marque una frontera sin retorno, según el prestigioso físico.

Hawking sugiere ahora que los agujeros negros no tienen un horizonte de sucesos, por lo que no destruyen la información.

Hawking postula que, en lugar de horizonte de sucesos, los agujeros negros poseen un «horizonte aparente», detrás del cual la materia y la energía quedan atrapadas solo temporalmente, ya que pueden reemerger en forma de radiación. Esa radiación contiene toda la información original sobre lo que ha entrado en el agujero negro, pero dispuesta de una manera radicalmente diferente. – National Geographic

¡Notamos como ahora este físico modifica el concepto de “agujero” u “hoyo devorador (que el mismo había utilizado antes) y ha causado sensación en la comunidad científica!

Esta nueva concepción cuadra mucho más con los datos revelados en el Libro de Urantia.

Y una matemática también ha señalado lo mismo:

Laura Mersini-Houghton, investigadora en la Universidad de Carolina del Norte-Chapel Hill, que ha demostrado matemáticamente que los agujeros negros no pueden existir. El trabajo no solo obliga a los científicos a reimaginar el tejido del espacio-tiempo, sino también a repensar los orígenes del Universo. Nada menos.

La razón por la que la existencia de los agujeros negros es tan extraña es que se enfrenta a dos teorías fundamentales del Universo que se contradicen. Una, la teoría de la gravedad de Einstein, predice la formación de agujeros negros, pero la otra, una ley fundamental de la teoría cuántica, afirma que ninguna información del Universo puede desaparecer jamás.

Ella en su trabajo muestra que la estrella moribunda también arroja masa. Tanto es así que a medida que se contrae ya no tiene la densidad para convertirse en un agujero negro. – ABC 

Notamos como el concepto de un aniquilador de materia u "agujero" se está cambiando al concepto de una "Isla" que contiene información de materia y energía, muy similar a como lo comentan los Documentos de Urantia.