jueves, 24 de septiembre de 2015

Los "cuernos" de Moisés

Una de las curiosidades relacionadas con el cambio de sentido de las palabras analizada en la entrada anterior con la “serpiente” y “ser brillante” es un ejemplo ocurrido en el Renacimiento y con otro pasaje bíblico. La Vulgata Latina nos dice que después que Moisés hubo conversado con Dios en el monte Sinaí mostraba “cuernos”. (Éxodo 34:29, 30, 35). 

Debido a esto, artistas como Miguel Ángel y otros, creían que efectivamente Moisés había aparecido con “cuernos” tras su experiencia con la Divinidad. Pasaron algunos siglos hasta que otras traducciones fueron más específicas en torno a la expresión.

La palabra hebrea Shofar que se traduce “tenía cuernos” también significa ‘despedir rayos’, o ‘resplandecer’. Según la publicación Theological Wordbook of the Old Testament (Vocabulario teológico del Antiguo Testamento), la palabra “denota la forma de un cuerno (o cuernos) más bien que la sustancia”. Y, por el efecto visual, en verdad unos rayos de luz parecerían cuernos. Pablo confirma que esto es lo que con exactitud debe entenderse, cuando escribe sobre “la gloria” del rostro de Moisés, no de sus “cuernos”. (2 Corintios 3:7.)

Así, un entendimiento exacto de la terminología bíblica nos lleva a un conocimiento más profundo del registro bíblico. Por consiguiente, los cuernos de la famosa estatua de Moisés que esculpió Miguel Ángel y la de otros pintores son una curiosidad artística que resultó de un error de traducción de hace mucho tiempo.

 Esto ilustra y añade peso a la argumentación que demuestra que perfectamente una palabra puede tener más de un significado y traducirse erróneamente con las consecuencias ya sabidas. El sentido común aquí también es clave. De la misma forma, la palabra “serpiente” con toda la artillería artística que eso conlleva, aparece en vez de la expresión “ser brillante”.