viernes, 18 de septiembre de 2015

¿Estaban desnudos Adán y Eva?

(580.6) 51:1.3 Los Hijos Materiales varían en altura de dos metros y medio a tres metros, y su cuerpo brilla con un halo de luz radiante de tonalidad violeta. Aunque la sangre material circula por sus cuerpos materiales, también están sobrecargados de energía divina y saturados de luz celestial. Estos Hijos Materiales (los Adanes) e Hijas Materiales (las Evas) son iguales unos a los otros, difiriendo tan sólo en la naturaleza reproductora y en ciertas dotes químicas. Son iguales pero diferenciales, masculino y femenino —por lo tanto complementarios— y se diseñan para servir en casi todas las asignaciones en pareja.

Es interesante que según el Zohar judío, este declaraba que no debíamos imaginar que antes de las “túnicas de piel” hechas por Dios, Adán y Eva estaban completamente desnudos. Por el contrario, su atavío original, consistía de luz, en consonancia con la pureza de su paraíso terrenal. En hebreo, las palabras para luz y piel son homónimas; ambas se pronuncian “or” pero se escriben diferente, luz con alef y piel con ayin. Esa semejanza lingüística permitió al Zohar remontarse: por haber pecado, Adán y Eva tuvieron que sufrir el que sus vestidos de luz celestial fueran reemplazados por “túnicas de piel”, las cuales simplemente protegían pero ya no iluminaban. Fuera del paraíso, ya no había consuelo ni seguridad ni sabiduría (Zohar II, 229a-b). La luz etérea, que alcanzaba a cubrir a todo lo humano, había mermado. Por lo tanto, en realidad no era que "estaban desnudos sin nada" sino que "estaban vestidos con luz". Cómo veremos, quedaron "desnudos" realmente después de pecar, al degradar o perder esa vestidura de luz (que impregnaba su cuerpo).

Adán y Eva en la película "Noé"
Esto queda manifestado con el director de la película “Noé”,  Darren Aronofsky, quién precisamente representó a Adán y Eva como seres de luz. Esto es porque las antiguas tradiciones judías habían heredado textualmente el significado más preciso del término “estaban desnudos” como “estaban con luz” y habían hecho comentarios al respecto (aunque con un grado de distorsión):

“Cuando nuestro padre Adán vivía en el Jardín de Edén estaba vestido, como todos en el cielo, con vestidos hechos de una luz superior. Cuando fue expulsado del Jardín de Edén y obligado a someterse a las necesidades de este mundo, ¿qué sucedió? Dios, dicen las Escrituras, hizo para Adán y su esposa túnicas de piel y les vistió; antes de esto vestían túnicas de luz, de la luz más alta, de la luz que había en el Edén”. - Zohar II

Esto es interesante, ya que da a entender que Adán venía del cielo. Aunque obviamente con la distorsión del gnosticismo, el autor Adolphe Franck comentó en el siglo XIX:

“Antes de ser seducidos por la astucia de la serpiente, Adán y Eva no solo no necesitaban un cuerpo, sino que ni siquiera tenían un cuerpo; es decir, no eran terrenos”.

Y más atrás tenemos ésta cita:

“Adán y Eva en origen poseían cuerpos sutiles, luminosos y, por así decirlo, espirituales. Pero cuando vinieron aquí, los cuerpos se volvieron oscuros, grasos e indolentes” – Ireneo de Lyon, Contra Heresias, I, 30,9.

Claramente las citas anteriores tienen inexactitudes con la realidad, pero están fundamentadas en que de hecho, los cuerpos de Adán y Eva despedían luz y venían de los "cielos":

(834.7) 74:6.5 Despedían los cuerpos de Adán y Eva una luz trémula, pero siempre vestían ropa en conformidad con la costumbre de sus asociados. Si bien usaban muy poca por el día, vestían una capa a partir del atardecer. Data de los días de Adán y Eva el origen de la aureola tradicional que rodea las cabezas de los supuestos hombres sagrados y dignos de alabanzas. Puesto que se opacaban en gran parte las emanaciones de luz de sus cuerpos debido a la ropa, no se distinguía sino el resplandor radiante en torno a su cabeza. Los descendientes de Adansón siempre retrataban de este modo su concepto de los individuos que se tenían por seres extraordinarios en cuanto al desarrollo espiritual.

Ahora bien, me llama la atención estos textos del Génesis:

“Y Jehová Dios siguió llamando al hombre y diciéndole: “¿Dónde estás?”.  Por fin él dijo: “Oí tu voz en el jardín, pero tuve miedo porque estaba desnudo, y por eso me escondí”.  A lo que dijo él: “¿Quién te informó que estabas desnudo? ¿Del árbol del que te mandé que no comieras has comido?”. – Gén. 3:9-11

¿Cómo es posible que Adán no supiera que estaba desnudo? Es extraño, porque antes se declara que ellos tenían conciencia de su desnudez:

“Y ambos continuaban desnudos, el hombre y su esposa, y sin embargo no se avergonzaban” - Gén. 2:25

Para resolver esto la pregunta de Jehová es la clave. Notemos lo que involucra:

“¿Quién te informó que estabas desnudo? ¿Del árbol del que te mandé que no comieras has comido?”.

Sin embargo, si analizamos la conversación con la “serpiente”, notaremos que en ninguna parte ésta le informa a Adán sobre su desnudez. Más bien el asunto en cuanto a “abrir los ojos” es este:

“Porque Dios sabe que en el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”. – Gén. 3:5

Por lo tanto, la “abertura de ojos” implicaba el entendimiento de que ellos también eran seres gloriosos y que podían sentirse a la altura de Dios, y por ende, usar la ciencia del bien y el mal.

El tentador en el fondo les dice: “al hacer esto ustedes se darán cuenta de su verdadera naturaleza. Ustedes son dioses gloriosos. Pueden usar la ciencia del bien y el mal”.

Entonces sí es verdad que estaban desnudos, pero se trataba del hecho de que ellos no tenían vestiduras humanas. En realidad ellos no estaban desnudos antes de caer en pecado. Ellos quedaron desnudos después de pecar.  La Biblia nos enseña en los salmos, específicamente  el Salmo 104:1-2  nos muestra lo referente a la vestimenta de Dios. Dice la Biblia:

“Bendice, alma mía, a Jehová. Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido; Te has vestido de gloria y de magnificencia”.

Presten atención ahora al versículo 2:

“El que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una cortina”.

Según el texto, ¿Cuál es la vestidura de Dios? Dice que “el que se cubre de luz como vestidura”

En ese sentido, cuando la Biblia dice que Dios está vestido de vestiduras blancas, en realidad son vestiduras  de Luz. La misma luz que cubría a Adán y Eva. Entonces cuando en Génesis 2:25 se nos dice que estaban desnudos, lo que nos está diciendo el texto es que ellos estaban desprovistos “desnudos” de vestiduras humanas, y no se avergonzaban porque estaban cubiertos de la vestidura de Dios, en pocas palabras, la Gloria de Dios los cubría.

En el Salmo 8:3-5 dice:

“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de esplendor…”

El contexto del pasaje nos habla de la creación de Adán y Eva, pues el texto dice más adelante que su misión era señorear, y dominar la tierra, la misma orden que vemos en Génesis 1:28. Pero lo interesante del texto es el hecho de que ellos estaban coronados de gloria, ¿Cuál gloria? La Gloria de Dios, y en ese sentido, no estaban desnudos sino vestidos de gloria.

Dios cubrió a Adán y Eva de esplendor con un manto glorioso de luz. Cuando Jesús fue transfigurado en Mateo 17:2 la Biblia nos revela  que el vestido que tenía Jesús era blanco  como la luz. En pocas palabras,  eran vestiduras de luz la que tenía puesta Jesús. De igual manera, Adán y Eva estaban cubiertos con la gloria de Dios, en su estado de perfección y santidad antes de pecar. Hablamos desde la perspectiva interna bíblica.

La historia del Génesis nos muestra  que cuando ellos pecan, la Gloria de Dios se va y ellos AHORA SÍ SE DAN CUENTA QUE ESTABAN DESNUDOS.

El manto de luz se fue y ahora se dieron cuenta que estaban ¿qué? Que estaban desnudos. Es decir el pecado y la falta los desvistió del manto de luz. Perdieron su condición Divina al pretender realizar una afirmación innecesaria de la misma (en independencia de los planes Divinos) en base a las mentiras del ángel traidor.

El "manto de luz" era realmente su propia naturaleza celestial que hacia brillar su piel y que comenzó a mermar al ser reducidos a la condición mortal. Por lo tanto, lo que resalta el Génesis no es que usaran algo de ropa literal (ya que los Documentos nos dicen que usaban una poca ropa), sino que su "ropaje" o naturaleza celeste fue perdida.

 Los Documentos de alguna forma nos presentan esto ya que declaran como estos seres magníficos fueron reducidos de su condición casi divina y eterna a la carne mortal:

(845.3) 75:7.3 A la pareja edénica se le comunicó que se habían degradado al estado de los mortales del reino; que, de ese momento en adelante, habrían de portarse como hombre y mujer de Urantia, con miras al futuro de las razas del mundo como su propio futuro.

(845.4) 75:7.4 Mucho antes de partir Adán y Eva de Jerusem, sus instructores les habían explicado minuciosamente las consecuencias de cualquier desvío significativo de los designios divinos. Yo, personalmente y repetidas veces, les había advertido, tanto antes como después de su llegada a Urantia, que el descenso a la condición de la carne mortal sería el resultado indudable, el castigo seguro, el cual, indefectiblemente resultaría por contumacia en la ejecución de su misión planetaria. Sin embargo, es esencial comprender el estado de la inmortalidad de la orden material de la filiación para comprender con claridad las consecuencias que resultaron de la falta de Adán y Eva.

(849.4) 76:3.1 Resultaba realmente patético observar a esta magnífica pareja reducida a la condición de la carne ordinaria del reino; mas conllevaron su calidad disminuida con gracia y entereza.

En conclusión notamos que las traducciones e interpretaciones posteriores que hablan de una desnudez total o literal de Adán y Eva son una mala transmisión y comprensión de los conceptos que hemos analizado. En una próxima entrada analizaremos el asunto de la llamada “Serpiente”.