sábado, 10 de octubre de 2015

Crónicas de los Anditas - Parte IV

Hemos visto en los capítulos anteriores de las “crónicas de los anditas” que esta raza penetró en la China y en las islas del Pacífico, y en Isla de Pascua. Ahora estudiaremos su llegada a las Américas.

(873.3) 78:5.7 Ciento treinta y dos miembros de esta raza, que se embarcaron en una flotilla de barcas pequeñas desde el Japón, llegaron a la larga hasta América del Sur y, uniéndose por matrimonio con los nativos de los Andes, establecieron el linaje de los futuros emperadores de los Incas.

Cuando los conquistadores liderados por Francisco Pizarro encontraron por primera vez a los Incas (que estaban en el fin de su civilización) fueron recibidos como dioses, llamados "Viracochas", debido a que su piel y cabellos más claros los hacían semejantes a los del Dios Viracocha y los dioses que llegaron con él en la antigüedad remota a las tierras del Perú. Leyendas similares fueron transmitidas por los cronistas españoles (Juan de Betanzos, por ejemplo) que describen a Viracocha como un “Dios Blanco”, muchas veces alto, con barba, al lado de una diosa rubia similar. Se dice que Viracocha seria el dios que vino del mar empujado por los vientos, de ahí sus dos varas que empuña en sus manos, que dicen son remos.

Una de las tradiciones de los indígenas narran la llegada de unos hombres blancos a sus costas, en grandes barcos, que brillaban como si fueran de oro y se deslizaban sobre las olas al igual que gigantescas serpientes. Cuenta la leyenda que los seres que salieron de estos barcos eran altos, hermosos, sus ojos eran de color azulado y que todos portaban unas extrañas vestimentas. 

Estos 132 anditas fueron considerados como dioses y se unieron en "matrimonio con los nativos de los andes" y dejaron las primeras generaciones de descendientes pelirrojos, rubios y de pelo castaño. Abundante testimonio hay en decenas de momias con estos rasgos encontradas en Chinchorro, Paracas, Nazca, etc. Esto concuerda con algunas investigaciones que declaran que hay abundantes individuos rubios en toda la polinesia por lo que ese podría ser su origen. Y esto concuerda con los Documentos de Urantia que señalan que los marineros anditas llegaron por el pacífico. De hecho, en el año 2007 encontraron restos de una gallina polinesia en la isla Mocha frente a 23 km. de la costa Chilena. Estos anditas establecieron el linaje de los Incas, como declaran los Documentos.

Cierta obra escrita por Jesuitas declara lo siguientes sobre unas sacerdotisas llamadas las "virgenes del sol". Además de relatar de la forma de vida de estas mujeres, mencionaba algo muy particular, describía a estas mujeres en detalle, citando a un amauta: ‘blancas, rubias, de ojos de azul cielo, destacando entre quienes las rodeaban’. Estas mujeres eran las elegidas para desempeñar este cargo al ser consideradas descendientes de los dioses- existía toda una familia que se decía descendiente de los dioses, real y noble, aparte de la familia del Inca, que solo se permitía reproducirse entre ellos y así seguir entregando vástagos para los principales cargos. Esta minoría dominante, en este caso la nobleza incaica, buscó resguardar su poderío evitando, en la medida de lo posible, el mestizaje y prohibiendo el uso de la escritura al pueblo en general y del idioma del Inca, que solo ellos usarían. Existe una crónica de Guamán Poma de Ayala, donde afirma que los incas (la casta real) eran rubios, altos, blancos, de barba poblada y ojos claros.   Por razones evidentes de nacionalismo, muchos peruanos actuales rechazan esta posibilidad pese a la evidencia.


Comparación de construcción
 Pascuence con Inca.
 Prueba de los anditas.
Cuando los españoles llegaron a Perú, los incas les dijeron que los abandonados monumentos colosales pre-incaicos que se encontraron en esa tierra, fueron erigidos por una antigua raza alta de dioses blancos, quienes habían vivido allí antes de que los Incas mismos (sus descendientes) se convirtieran en gobernantes.

Debemos destacar también que las moles incas en el Cuzco son idénticas a unas construcciones de Isla de Pascua, lo cual nos confirma la presencia de éstos navegantes anditas que viajaron por esa ruta hasta llegar a Perú.

Los incas describen a estos dioses blancos como sabios, instructores pacíficos, que habían venido de la "mañana del tiempo", quiénes les enseñaron la arquitectura, así como los modales y las costumbres. Ellos eran muy diferentes a los nativos americanos, con sus "pieles blancas y barbas blancas" y eran más altos que los últimos incas, ante lo cual por otros pueblos eran considerados casi gigantes.


Tras la caída y muerte de los incas tras la llegada de los españoles, algunos descendientes habrían huido a Paraguay. La gente de la virtualmente extinta tribu Guayakí desciende de un conjunto humano de raza blanca y biotipo longilíneo (Huesos delgados); lo hemos comprobado científicamente. Los guayakí son de raza blanca, ligeramente mestizados con mujeres amerindias en una época relativamente reciente. Los varones guayakí tienen piel clara, barba tupida, el pelo les ralea en la coronilla y el microscopio revela que es pelo propio de la raza blanca. ¿Con qué pueblo blanco vinculan  a estos Guayakí? Con una población de tipo ario, cuya presencia en el altiplano, siglos antes del Descubrimiento, aseguran que está probada por nada menos que 300 momias rubias encontradas en Paracas y otros lugares del Perú. También en Chachapoyas del Perú encontramos algunas poblaciones con rasgos rubicundos.Si nos centramos en los actuales descendientes de los chachapoyas blancos, vemos cómo entre ellos predominan aún rasgos raciales nórdicos, cabellos rubios, ojos claros, piel blanca rosada o pecosa, pese a que el mestizaje amerindio se halle muy introducido. Si bien, ateniéndonos a la historia oficial, nos puede parecer un misterio, esto nos demuestra que América fue conocida y habitada de muy antiguo por pueblos arios, quienes, tal vez, fueron los descendientes de los “dioses blancos” creadores de los antiguos imperios.


En el libro "razas nativas de los Estados del Pacífico" por Hubert Bancroft, publicado en 1874, Bancroft dice que en el Perú hay "numerosas tradiciones vagas de los asentamientos o pueblos de blancos, hombres barbudos, vestidos con ropas largas, que regulaban el calendario, y eran poseídos de una civilización avanzada ".  Un importante sitio de entierro de la cultura Nazca fue el Cementerio de Chauchilla, establecida en el año 200 dC, que se utiliza para 600 a 700 años. El pelo de las momias son obviamente caucasoide y todos están vestidos con túnicas largas.

Y al parecer algunos descendientes mestizos anditas migraron más al sur. Magallanes y otros exploradores como Drake se encontraron con estos gigantes pelirrojos en la Patagonia. Sebald de Weert también los vió en el sur de Chile. Estos gigantes tenían el pelo largo y piel de color marrón rojizo. Al parecer estos descendientes anditas habían entrado en una fase más sencilla de civilización quizás debido al mestizaje. 

Con el tiempo, los genes anditas se han incorporado de forma casi oculta por nativos que los absorbieron. Luego, la llegada de los europeos ha traído una cantidad de genética andita ya mezclada. Esta compleja situación trae varias particularidades a los pueblos de sudamérica. Por un lado heredamos una fuerte tendencia familiar patrocinada por los descendientes de Adán. Pero por otro lado, poseemos un grado notable de dispersión mental que ha provocado que seamos menos desarrollados que los países nórdicos. Estos comentarios no son racistas ni tienen un significado moral, sino que se atienen a los hechos. 

En próximas entradas seguiremos viendo la ruta de los anditas en Egipto.