viernes, 30 de octubre de 2015

Crónicas de los Anditas - Parte XI

En una entrada anterior de “Crónicas de los Anditas” hablamos de la migración a Isla de Pascua:

Crónicas de los Anditas - Parte III

Niño de Isla Salomón
Sin embargo, en esta entrada profundizaremos en la ruta que llevó a estos anditas por el Pacífico.

(873.3) 78:5.7  Atravesaron el Pacífico por etapas fáciles, quedándose en las múltiples islas que encontraban en el camino. Las islas del grupo polinesio eran más numerosas y más grandes que lo que son actualmente, y estos marineros anditas, junto con otros que les siguieron, de paso modificaron biológicamente a los grupos nativos. Como resultado de la penetración andita se desarrollaron muchos florecientes centros de civilización en estas tierras, hoy día sumergidas. La Isla de Pascua duró mucho tiempo a fuerza de centro religioso y administrativo de uno de estos grupos perdidos.

Stephen Oppenheimer, en su obra "Eden in the East", alude a la existencia de rubios con ojos azules en Melanesia. Carl Lumholtz, en su libro "Trough Central Borneo", los encuentra en el interior de Borneo. En la obra "Eastern Islands, Southern Seas" se nos dice: "Duncan MacIntyre [a mediados del siglo XIX] exploró el río Leichhardt, que desemboca en el golfo de Carpentaria [Australia], y lo que es más intrigante, informó de haber visto niños con ojos azules claros, pelo rojo, y cuerpos casi blancos entre las tribus aborígenes".

En Nueva Zelanda (Polinesia) existe una raza de rubios llamada "turehu" (los albinos son llamados "korakorako"). Habitan en las montañas, y fueron derrotados y absorbidos por nuevas migraciones hacia el siglo XIV. (En general los polinesios llaman "keu" a los pelirrojos y "ehu" a los rubios.) En la página 189 de "Eastern Islands, Southern Seas" hallamos la siguiente afirmación: "La mayor parte de los polinesios son altos y bien construidos, con cuerpos masivos.

Abundantes rubios negros en las Islas del Pacífico
Su color de piel es apreciablemente más claro, y en lugar de pelo rizado (típico de los verdaderos negroides), en su mayor parte tienen pelo liso u ondulado. También hay ejemplos de polinesios con piel clara, pelo rojo y barba". Según el autor de estas líneas, los "pukao" (bloques rojos encima de los "moai" de la isla de Pascua) representarían el pelo rojo de los primeros polinesios. Los niños rubios en Islas Salomón son abundante prueba de esta migración andita en tiempos lejanos, que fue absorvida por los nativos, pero notamos en que sus genes quedaron ocultos, y cada cierta generación reflotan tal como ocurren en los chinos del Tarim que también fueron impregnados por los anditas.

Los hallazgos revelan una variante genética funcional que ha llevado a los isleños del Pacífico a tener, al mismo tiempo, la pigmentación más oscura de la piel fuera de África, y la mayor prevalencia de pelo rubio fuera de Europa. Esto ha sido un misterio para la Ciencia, pero la evidencia comienza a avalar la Revelación de Urantia.

Stephen Oppenheimer, en su libro "Eden in the East", hace repetida alusión a los vínculos genéticos de diferentes pueblos de Asia y Oceanía con el Occidente europeo. Por ejemplo, en la página 196 nos informa de una relación genética próxima entre los nativos de los Highlands meridionales de Nueva Guinea y los habitantes de Europa, a partir del estudio del ADN mitocondrial (maternal). En la página 211 nos dice que el cromosoma Y (paternal) indica una ligamen genético entre las regiones mongola-china (e incluso japonesa) y el Norte de Europa (posiblemente a través de la población de lengua urálica que se instaló en el borde septentrional de Escandinavia y Rusia). También señala:

"Las mutaciones del gen de la beta-globina respalda la visión de que el cinturón de la talasemia [un grupo de condiciones hereditarias de la sangre que provoca diversos grados de anemia], desde el Pacífico hasta el Mediterráneo, no es sólo una coincidencia..., sino que sólo puede marcar una antigua ruta de migración o comercio" (página 216).

Notamos que esto concuerda a la perfección con la migración andita.

Se estima que los polinesios, una de las ramas de este protopueblo caucasoide, ocupaban el este de Indonesia hace al menos 17.000 años (Stephen Oppenheimer, "Eden in the East", pág. 198). La cadena de topónimos y gentilicios podría ser un marcador de la transmisión étnica, lingüística y cultural, tal vez llevada a cabo por una antiquísima migración caucasoide, que estaría en la base de las homologías mitológicas, artísticas y simbólicas que podemos encontrar en todo el mundo. De hecho, los nativos de Micronesia tienen historias sobre el Jardín de Edén. Y claramente los Anditas hacen encajar todas las piezas ya que llevaron la cultura y la raza edénica por el mundo.

Parece ser que hubo un cataclismo (tal como declaran los Documentos) que hizo sumergir varias de estas islas que eran centros de civilizaciones anditas. Solo Isla de Pascua pudo perdurar más tiempo, pero los rastros quedan en los habitantes de las muchas islas del Pacífico.