martes, 29 de diciembre de 2015

El electrón y los ultimatones - Actualizado 30 de diciembre 2015

Modelo básico de un átomo.
Notamos que los
electrones le orbitan.
La ciencia hasta el día de hoy oficialmente considera que un Electrón no tiene componentes o subestructura conocidos, en otras palabras, generalmente se define como una partícula elemental. Se le llama una partícula indivisible, y los físicos dogmáticamente enseñan que no hay otros componentes en el interior del Electrón.

Esto es irónico porque los físicos con esa premisa se han concentrado en intentar buscar partículas en el interior del núcleo atómico (que es inmensamente más enorme) descartando al electrón.  Sin embargo, en muchos fenómenos físicos —tales como la electricidad (que usamos a cada instante), el magnetismo o la conductividad térmica— los electrones tienen un papel esencial. Parece que la respuesta al secreto de la materia ha estado en la investigación de los ignorados electrones, solo por la doctrina que el electrón es indivisible.

Los Documentos de Urantia señalan algo impresionante sobre el Electrón:

(476.6) 42:6.4 Los ultimatones, desconocidos en Urantia, van disminuyendo su velocidad a través de muchas fases de actividad física antes de alcanzar los prerrequisitos de energía revolucionaria para la organización electrónica. Los ultimatones poseen tres variedades de movimiento: resistencia mutua a la fuerza cósmica, revoluciones individuales de potencial de antigravedad, y las posiciones intraelectrónicas de los cien ultimatones mutuamente interasociados.

(476.7) 42:6.5 La atracción mutua mantiene juntos a cien ultimatones para constituir un electrón; y nunca hay más ni menos que cien ultimatones en un electrón típico. La pérdida de uno o más ultimatones destruye la identidad electrónica típica, trayendo así a la existencia una de las diez formas modificadas del electrón.

(476.8) 42:6.6 Los ultimatones no describen órbitas ni remolinos en circuitos dentro de los electrones, pero se desparraman o se agrupan de acuerdo con sus velocidades axiales revolucionarias, determinando así las dimensiones electrónicas diferenciales. Esta misma velocidad ultimatónica de revolución axial también determina las reacciones negativas o positivas de los varios tipos de unidades electrónicas. La entera segregación y agrupación de materia electrónica, juntamente con la diferenciación eléctrica de los cuerpos negativos y positivos de la energía-materia, provienen de estas varias funciones de la interasociación de los componentes ultimatónicos.

Se nos dice que los últimatones en una especie de “racimo” o “cluster” se agrupan y cien de éstos da origen a un electrón típico. Esto sin duda es una declaración revolucionara y revelatoria de los Documentos.

La primera imagen real de un electrón
tomada el 2012
Los Documentos señalan que el Ultimatón ha sido creado en el Paraíso, origen de todas las cosas.

(467.4) 42:1.2 La materia —energía— por ser manifestaciones diversas de la misma realidad cósmica, como fenómeno universal es un fenómeno inherente al Padre Universal. «En él radican todas las cosas». La materia puede parecer manifestar energía inherente y exhibir poderes autocontenidos, pero las líneas de la gravedad involucradas en las energías que se ocupan de todos estos fenómenos físicos se derivan del Paraíso y dependen de éste. El ultimatón, la primera forma mensurable de la energía, tiene como núcleo al Paraíso.

(467.5) 42:1.3 Es innata en la materia y está presente en el espacio universal una forma de energía desconocida en Urantia. Cuando finalmente se haga este descubrimiento, entonces los físicos pensarán que han solucionado casi todo el misterio de la materia. Y así se habrán acercado un paso más al Creador; de este modo habrán dominado una fase más de la técnica divina; pero en ningún sentido habrán encontrado a Dios, ni tampoco habrán establecido la existencia de la materia o el funcionamiento de las leyes naturales aparte de la técnica cósmica del Paraíso y del propósito motivador del Padre Universal.

Los Documentos "profetizan" que se hará ese descubrimiento trascendental en la Humanidad.

Hay algunos recientes acontecimientos en torno a experimentos del Electrón que están a punto de destruir los conceptos dogmáticos de la física de partículas.

El año 2012 los científicos estuvieron a punto de observar la descomposición de un electrón en dos partes separadas, cada una de estas con una característica específica de la partícula.  Sin embargo, el experimento demostró que pueden dividirse en dos partículas nuevas llamadas espinones y holones, solo cuando se concentran dentro de un estrecho cable. En realidad es un fenómeno poco entendido aún, llamado electron fractionalization, en el cual el electrón se puede fraccionar en dos “pulsos de carga” cada uno con un valor igual a la mitad de la carga de un electrón. Este descubrimiento es la punta del iceberg que en el futuro destruirá con asombro brutal las teorías actuales de la física que declaraban que el electrón es indivisible.

Forma posible de un Electrón formado
por 100 Ultimatones.
(476.8) 42:6.6 Los ultimatones no describen órbitas ni remolinos en circuitos dentro de los electrones, pero se desparraman o se agrupan de acuerdo con sus velocidades axiales revolucionarias, determinando así las dimensiones electrónicas diferenciales. Esta misma velocidad ultimatónica de revolución axial también determina las reacciones negativas o positivas de los varios tipos de unidades electrónicas. La entera segregación y agrupación de materia electrónica, juntamente con la diferenciación eléctrica de los cuerpos negativos y positivos de la energía-materia, provienen de estas varias funciones de la interasociación de los componentes ultimatónicos.

(476.7) 42:6.5 La atracción mutua mantiene juntos a cien ultimatones para constituir un electróny nunca hay más ni menos que cien ultimatones en un electrón típico. La pérdida de uno o más ultimatones destruye la identidad electrónica típica, trayendo así a la existencia una de las diez formas modificadas del electrón.

Notamos que precisamente el fenómeno de "pulso de carga" podría estar relacionado con el "desparramo" de los ultimatones que forman el electrón. Este "desparramo" sería la disgregación de varios ultimatones.  Por lo tanto, es correcto el concepto de que el electrón es indivisible si el electrón fuera una partícula compacta. Desde esa perspectiva lo sería.

Pero lo interesante es que el electrón según los Documentos de Urantia no es una partícula compacta sino que es un racimo movible de cien ultimatones que lo arman o desarman en su forma típica. Algunos estudiosos de la física que han leído los Documentos de Urantia han creado un modelo de un electrón "estable" para que entendamos como sería la estructura de un electrón y sus cien ultimatones "cohesionados" formando esa malla hexagonal similar a una pelota de fútbol. Ver la ilustración virtual del electrón y los ultimatones cohesionados.

Y me pregunto, ¿no es esto una prueba fascinante que demuestra el carácter superior revelatorio de los Documentos de Urantia?

En los años treinta, cuando esta información estaba apareciendo, la física aún estaba en pañales y parecía una locura la afirmación del Ultimaton.

El Ultimatón se nos revela como la auténtica partícula de Dios, el "nexo" entre las dos realidades.

Nosotros, nuestros cuerpos son realmente un flujo de electrones, y por ende, de ultimatones. Los electrones extraídos, son portadores de energía. Parte de ésta es aprovechada por los seres vivos para su mantenimiento y reproducción. Existe en la célula toda una red metabólica encargada de la extracción de esa energía y de su conversión en sustancias necesarias para la supervivencia. 

Estamos "revestidos" literalmente de Divinidad.

Apéndice


Alumnos de Física de la Universidad Estatal de Iowa (Estados Unidos) se han tomado en serio la búsqueda de los ultimatones y las posiciones intraelectrónicas de éstos. Con mente abierta descubrieron que el modelo del Ultimaton (palabra revelada en el Libro de Urantia) es perfectamente posible. Su trabajo llamado "Intraelectronic Positions of Ultimatons" es muy interesante y es un trabajo teórico-matemático-geométrico.

En la fotografía inferior vemos un modelo construido  de un electrón completo con 100 ultimatones de 20 radios.  Comentan: "A primera vista, esta construcción se ve muy complicada, ya que muestra todas las entrañas del electrón: un pequeño dodecaedro pentagonal en la primera capa, un dodecaedro pentagonal más grande con el mismo radio, etc. Si existiera una variante en esta grupación, esta estructura de “balón de fútbol” no es sostenible y se rompería, que es probablemente lo que ocurre cuando los rayos del espacio golpean un electrón. Tenemos que buscar una estructura con la posibilidad de cuatro capas".


Estamos vagamente conscientes de que algunas investigaciones se realizaron sobre los quarks y otras partículas. Pero son las partículas subatómicas. En palabras de estos investigadores : “Parece ser que los físicos todavía están ocupados rompiendo estas partículas, pero no electrones”. 

Además de forma sorprendente confirmaron con estos modelos que efectivamente tal como declaran los Documentos deberían haber 100 ultimatones en un electrón típico. Ellos declaran:

"Es decir, un electrón puede pasar por alto un par de ultimatones y todavía mantener su integridad, pero ultimatones adicionales por encima de 100 no tienen una forma sistemática y simétrica de adherirse para formar un electrón".

Los autores de éstos modelos expresan estas geniales conclusiones: "¿Cómo están estos ultimatones alineados en armonía unos con otros dentro de un electrón, como si tuviéramos que mirarlo con un microscopio imaginario? Puesto que Dios lo creó, debe ser algo ordenado ".

(467.5) 42:1.3 ...Y así se habrán acercado un paso más al Creador.