jueves, 17 de diciembre de 2015

Niveles intermedios

Los Documentos señalan que en la realidad universal hay una cantidad tremenda de niveles intermedios entre la materia y el espíritu.

Morontia es un término que designa un vasto nivel entre lo material y lo espiritual. Puede designar realidades personales o impersonales, energías vivientes o no vivientes. El telar de morontia es espiritual, su tejido es físico.” (9.2) 0:5.12

“Mucha de la realidad de los mundos espirituales es de orden morontial, una fase de la realidad universal totalmente desconocida en Urantia. La meta de la existencia de la personalidad es espiritual, pero las creaciones morontiales siempre intervienen, salvando el obstáculo entre los ámbitos materiales de origen mortal y las esferas superuniversales de estado espiritual en avance. Es en este ámbito en que los Espíritus Rectores hacen su contribución más importante al plan de la ascensión del hombre al Paraíso.” (189.7) 16:4.6

Es altamente posible que lo que el hombre intuye como materia y energía oscura (desconocida), es la realidad morontial que presenta más abundancia que la material. Se calcula un 95 % de materia y energía desconocida u oscura. Lo que el hombre había simplificado como "celestial" en la antigüedad, mediante la nueva Revelación es comprendido ahora con un concepto inédito en la cosmología: Moroncial o Morontial.

Recientemente se ha descubierto que hay "filamentos" (?) de materia oscura que atraviesan la Tierra. Esto tiene sentido ya que la moroncia incluso puede ser establecida como un "embrión" ahora mismo en nuestra existencia (con el nacimiento del Alma), además de las decenas de criaturas espirituales y moronciales que visitan la Tierra a diario.

Nadie que resucita en los "cielos" puede ver a Dios inmediatamente. Nadie es resucitado como espíritu puro. Nadie es llevado al cielo de los cielos. De la misma forma como una célula fecundada pasa por múltiples estados (desde embrión, bebé, niño, adolescente) hasta hombre, así en la creación no existen los saltos violentos en el progreso.

Cientos de niveles son el camino hacia el Padre. Múltiples mundos ascendentes nos esperan en el viaje al Paraíso. Una vida eterna y sin fin de exploración por el universo y crecimiento espiritual.