martes, 16 de febrero de 2016

Algunos problemas y errores conceptuales de la Ciencia

He recibido de varios lectores amigos algunas noticias sobre astronomía que a su tiempo publicaré. También debo comentar que por lo general no participo en los foros que estudian los Documentos, más bien por razones de tiempo. Hace poco estuve leyendo un encendido debate entre foristas sobre una declaración de los Documentos en torno a Orvonton, su tamaño y nuestra posición terrestre en él.

Por ejemplo, en los Documentos se declara que desde la sede de nuestro sistema de mundos (Jerusem) hasta el centro de Orvonton hay 200 mil años luz. Nosotros estaríamos bien fuera, hacia los límites de Orvonton.

Pues bien, como hemos comentado en otras entradas, la Vía Láctea es el centro de Orvonton, pero Orvonton se extiende hacia el exterior en las galaxias periféricas satélites que orbitan a la Vía Láctea, el llamado “grupo local”. Pues la cuestión es que la Tierra está a 27.000 años luz del centro de la Vía Láctea. ¿Cómo es posible que los Documentos sugieran que el sistema local está a 200.000 años luz?

Una posibilidad es que tal como sugieren los Documentos, el sistema solar y nuestra Tierra, están realmente fuera de la Vía Láctea, y hay una especie de percepción errada. Sin embargo, ¿cómo explicar la gran diferencia en la medida de los “años luz”? ¿No son acaso los 27.000 años luz medidos por nuestros científicos un asunto absoluto?

Para resolver esto, debemos entender en primer lugar el concepto de nuestra ciencia cuando habla de “años luz” y la más que probable concepción de los Reveladores. Esto será vital en el estudio de los Documentos para el futuro.

Cuando hablamos de “año luz” es calculando  la longitud que recorre la luz en un año desde un punto a otro en el vacío o espacio. La distancia entre el Sol y la estrella más cercana, Próxima Centauri, es de 4,22 años luz. Esto quiere decir que la luz que salió del sol hasta esa estrella se demorará 4,22 años en llegar de un punto a otro (a la velocidad de la luz que se entiende como 300.000 km por segundo).
Sin embargo, como veremos, es posible que exista un colosal error en todas estas medidas del universo, ya que hay un factor que no se está considerando en "medir" los "años luz", y que alteraría la "velocidad de luz" como si fuera una constante de casi 300.000 km por segundo. La primera clave la entregan los Documentos:

(461.4) 41:5.8 La acción de ciertas energías secundarias y otras no descubiertas que están presentes en las regiones espaciales de vuestro universo local es tal, que las emanaciones de luz solar parecen ejecutar ciertos fenómenos ondulados así como desintegrarse en porciones infinitesimales de longitud y peso definidos. Desde un punto de vista práctico, eso es exactamente lo que sucede. Difícilmente podéis esperar llegar a una mejor comprensión de la conducta de la luz hasta el momento en que adquiráis un concepto más claro de la interacción e interrelación de las varias fuerzas espaciales y energías solares que operan en las regiones del espacio de Nebadon. Vuestra confusión actual también se debe a vuestra comprensión incompleta de este problema en cuanto se refiere a las actividades interasociadas del control personal y no personal del universo maestro —las presencias, las actuaciones y la coordinación del Actor Conjunto y del Absoluto No Cualificado.

La luz no viaja en "línea recta" por el vacío sin ningún problema en el espacio. Hay una serie de fenómenos circundantes que interfieren en la trayectoria y velocidad real de la luz. La misma gravedad "desvía" a la luz, junto con el polvo y gas interestelar a diversas temperaturas, además de otras energías.

(461.5) 41:6.1 Al descifrar los fenómenos del espectro, debe recordarse que el espacio no está vacío; que la luz, al atravesar el espacio, es a veces ligeramente modificada por las varias formas de energía y materia que circulan en todo el espacio organizado. Algunas de las líneas que indican materia desconocida que aparecen en el espectro de vuestro sol se deben a las modificaciones de elementos bien conocidos que están flotando por todo el espacio en forma desintegrada, las víctimas atómicas de los feroces encuentros de las batallas elementales solares. El espacio está lleno de estos escombros errantes, especialmente de sodio y calcio.

Notamos que la luz sufre múltiples modificaciones en su trayectoria. No existe realmente el espacio vacío:

(476.2) 42:5.16 La conducta de la fuerza primordial produce fenómenos que son de muchas maneras análogos a vuestra postulación del éter. El espacio no está vacío; las esferas de todo el espacio giran en remolino y se precipitan a través de un vasto océano de fuerza-energía extendida; tampoco está vacío el contenido de espacio de un átomo. Sin embargo no hay éter.

Así que la luz en su viaje no lo hace por una limpia línea recta desde un punto a otro. Hay múltiples influencias en el camino, desde la gravedad, por energías desconocidas y partículas flotantes. De hecho, los científicos ya han observado que la gravedad ha deformado o desviado a la luz. Ellos lo han explicado con la teoría de que el espacio está curvado, y por ende, la luz se desforma. No obstante, parece ser que aquí hay un error de percepción. En este punto la teoría de la Relatividad de Einstein estaría errada (tal como lo comentó Nicola Tesla). Lo que se curva no es el espacio-tiempo, más bien es la trayectoria de los fotones (luz) que se propagan por éste. La gravedad no modifica el espacio - tiempo, pero si la trayectoria por donde los cuerpos se desplazan.

Entonces hay grandes y colosales errores en las distancias "años luz" que utilizan nuestros astrónomos, porque hay innumerables factores que no se consideran en el camino por el simplismo científico ante la falta de datos.

Hasta hace poco, algunos físicos lograron demostrar que la luz puede volverse "más lenta" en la medida que pasa por varias barreras. En 1999 la física danesa Lene Hau publicó en Nature un experimento que logró la reducción de la velocidad de la luz a 17 metros por segundo en un gas atómico ultrafrio. El impacto fue tal, que inclusive apareció en la portada del periódico New York Times.

Así que es posible que los Reveladores hayan utilizado su propio cálculo tomando en cuenta todas las variables con respecto a los "años luz" realmente involucrados,  teniendo presente que la luz y su velocidad pueden bajar considerablemente. De esta forma, los años aumentaron considerablemente, porque la luz se demora más en llegar de un punto a otro. El "año luz" estaría calculado no realmente por una trayectoria estándar  de 300.000 km por segundo, sino más bien cuanto se demoró realmente esa luz en viajar por esas regiones del universo por un año, con sus velocidades variables. 

Lamentablemente esta realidad implica una imposibilidad total para la Ciencia humana para calcular distancias exactas, porque deberíamos conocer toda la creación, algo que nos recuerda la pequeñez humana.

(461.4) 41:5.8  Difícilmente podéis esperar llegar a una mejor comprensión de la conducta de la luz hasta el momento en que adquiráis un concepto más claro de la interacción e interrelación de las varias fuerzas espaciales y energías solares que operan en las regiones del espacio de Nebadon