jueves, 11 de febrero de 2016

Ciudades Intraterrenas

Un comentario me hizo recordar un artículo que escribí hace un tiempo sobre la base de las historias de las “ciudades intraterrenas” que últimamente han sido muy manoseadas y tergiversadas por los conspiracionistas. Recomiendo leerlo antes de proseguir con esta lectura:

Shambala


Notamos que las leyendas de un lugar en las montañas con personas que vivian para siempre gracias a “la fuente de la juventud” tiene una base real.

Ahora bien, se nos dice que desarrollaron 350 centros avanzados repartidos en el mundo. También que durante 150.000 años fue ocupado uno en “las tierras altas” de la India. Notemos unos detalles:

(759.8) 67:6.5 Los asuntos de Urantia fueron administrados durante mucho tiempo por un consejo de síndicos planetarios, doce Melquisedek, confirmados por el mandato del soberano decano de la constelación, el Padre Altísimo de Norlatiadek. Asociado con los síndicos Melquisedek estaba un consejo asesor que constaba de: uno de los asistentes leales del Príncipe caído, los dos Portadores de Vida residentes, un Hijo Trinidizado aprendiz, un Hijo Instructor voluntario, una Brillante Estrella Vespertina de Avalón (periódicamente), los jefes de los serafines y querubines, asesores de dos planetas vecinos, el director general de la vida angélica subalterna y Van, el jefe supremo de los seres intermedios. De este modo se gobernó y administró Urantia hasta la llegada de Adán. No es extraño que al valiente y leal Van se le asignara un cargo en el consejo de los síndicos planetarios que durante tanto tiempo administró los asuntos de Urantia.

Tenemos claridad que Van y Amadon ya se fueron de Urantia hace mucho. Sin embargo, no se nos dice que esos centros de civilización hayan desaparecido por completo. Si nos damos cuenta que esa pudo haber sido la “Sede” de los Intermedios Leales bajo Van, podríamos pensar que aún ellos podrían estar allí teniéndola como una de sus bases de operaciones, que ya habían usado por tanto tiempo, independiente del traslado del árbol de la vida a Mesopotamia. También es interesante la presencia de los “asesores de dos planetas vecinos” en ese lugar.

Ahora bien, sobre los Seres Intermedios leales también se nos dice:

(864.2) 77:8.1 Durante la adjudicación más reciente de este mundo, cuando Micael se llevó a los sobrevivientes durmientes del tiempo, se dejaron atrás los seres intermedios, a fin de que asistieran en la labor espiritual y semiespiritual del planeta. En este momento funcionan como un solo cuerpo, que comprende las dos órdenes y asciende a 10.992 miembros en total. Actualmente los miembros más antiguos de cada orden alternan con gobernar a Los Seres Intermedios Unidos de Urantia. Este régimen ha prevalecido tras su amalgamación en un grupo, poco después de Pentecostés.

Más de 10.992 Seres Intermedios leales hay en nuestro mundo. Ellos pueden sobrevivir sin el árbol de la vida, y pueden preservar la “memoria” planetaria.

(866.1) 77:9.2 A diferencia de las distintas órdenes celestiales a las cuales se les asigna ministrar en un planeta, los seres intermedios viven en un mundo habitado. Los serafines van y vienen, pero los seres intermedios permanecen y permanecerán, aunque son, sin embargo, ministros a los seres oriundos del planeta, y proporcionan el único régimen continuo que armoniza y relaciona las cambiantes administraciones de las huestes seráficas.

(866.3) 77:9.4 Los seres intermedios están anclados al planeta hasta las edades de luz y vida.

Notamos que la meta de ellos es permanecer en la Tierra, hasta que se llegue a la Era de Luz y Vida en nuestro mundo. Se les llama “los ciudadanos permanentes de Urantia”.

(866.7) 77:9.8 Desde el punto de vista más amplio, la civilización de Urantia es el resultado del esfuerzo conjunto de los mortales urantianos y los seres intermedios urantianos, lo cual es cierto a pesar de la diferencia presente entre los dos niveles de cultura, una diferencia que no se compensará antes de las edades de luz y vida.

Se habla que la civilización y cultura de los Seres Intermedios es notablemente superior a la nuestra, la cual quedará equilibrada cuando lleguemos a la Era de Luz y Vida. Esta cita es interesante puesto que muestra que ellos han desarrollado civilización y cultura (muy avanzada) y por lo tanto, deben tener centros físicos de esa cultura (ciudades), lo cual concuerda con la posibilidad de que permanezcan en esos antiguos lugares en las cordilleras. Esto lo confirmamos:

(866.6) 77:9.7 Aunque se trajeron a la existencia plenamente desarrollados los seres intermedios —sin experimentar ningún período de crecimiento ni desarrollo desde la inmadurez— no cesan nunca de aumentar la sabiduría y experiencia. Igual que los mortales, son criaturas evolucionarias y tienen una cultura que es un auténtico logro evolucionario. Figuran muchas grandes mentes y poderosos espíritus entre los miembros del cuerpo de seres intermedios urantianos.

Si durante estos miles de años ellos han acumulado sabiduría y tienen a grandes genios entre ellos, sin duda deben tener lugares de desarrollo muy avanzado y evidentemente con tecnología y ciencia superior a la nuestra.

(866.8) 77:9.9 La cultura de los seres intermedios, siendo fruto de una ciudadanía planetaria inmortal, es relativamente inmune a las vicisitudes temporales que hostigan a la civilización humana. Las generaciones de hombres olvidan; el cuerpo de seres intermedios recuerda, y esa memoria es la mina de oro de las tradiciones de vuestro mundo habitado. Así la cultura de un planeta permanece para siempre en ese planeta, y en las debidas circunstancias tales memorias apreciadas de los sucesos pasados se vuelven disponibles, de la misma forma en que la historia de la vida y enseñanzas de Jesús ha sido dada por los seres intermedios de Urantia a sus primos de carne y hueso.

Notamos que ellos son los custodios de la verdadera historia humana. Son los “archiveros” del planeta. También se nos dice algo interesante que armoniza con la declaración anterior de los “asesores de los planetas vecinos”:

(866.5) 77:9.6 Los seres intermedios están vinculados al planeta, pero al igual que hablan los mortales con los viajeros provenientes de tierras lejanas y de este modo adquieren conocimientos de los lugares remotos del planeta, asímismo conversan los seres intermedios con los viajeros celestiales a fin de informarse sobre los lugares lejanos del universo. Así ellos llegan a ser versados en este sistema y universo, incluso en Orvonton y sus creaciones hermanas, y así se preparan para la ciudadanía a los niveles superiores de la existencia de las criaturas.

Visitantes celestiales, moronciales y seres extraplanetarios visitan frecuentemente las sedes de éstos Intermedios y ellos también amplian su conocimiento.

Así que notamos que tenemos bastante evidencia circunstancial anexa indirecta que corrobora la posibilidad que las bases y ciudades Intraterrenas auténticas ubicadas al interior de cordilleras y lugares alejados de los hombres, sean los lugares de reunión de los Seres Intermedios, de los cuales salen para sus asignaciones en la Tierra. Directamente no pueden violentar el libre albedrío de la civilización humana, pero colaboran en propiciar la plataforma para que la futura proclamación del mensaje de Jesús se haga triunfante en la Tierra.

(867.1) 77:9.10 Los seres intermedios son los hábiles servidores que compensan esa diferencia entre los asuntos materiales y espirituales de Urantia que apareció al morir Adán y Eva. A la vez, son vuestros hermanos mayores, camaradas en la prolongada lucha por lograr el estado de luz y vida en Urantia. Los Seres Intermedios Unidos son un cuerpo que se le ha sometido a la prueba de la rebelión, y ejecutarán fielmente su función en la evolución planetaria hasta que este mundo alcance la meta de las edades, hasta aquel día distante en el cual reine de hecho la paz en la tierra y en verdad haya buena voluntad en el corazón de los hombres.