lunes, 15 de febrero de 2016

El Ajustador y nuestro sueño - parte 2

Aunque los Documentos no niegan la capacidad de la auténtica profecía (de hecho lo mencionan), desaconsejan buscar interpretaciones al significado de cada sueño que tenemos. Más que lo que soñamos, es como soñamos, tal como se analizó en la entrada anterior.

(1208.4) 110:5.5 Es extremadamente peligroso postular el contenido Ajustador de la vida onírica. Los Ajustadores sí trabajan durante el sueño, pero vuestras experiencias ordinarias de sueños son fenómenos puramente fisiológicos y psicológicos. Del mismo modo, es arriesgado intentar la diferenciación del registro del Ajustador de la recepción más o menos continua y consciente de los dictados de la conciencia mortal. Éstos son problemas que deberán solucionarse mediante la discriminación individual y la decisión personal. Pero un ser humano haría mejor en errar rechazando la expresión de un Ajustador creyéndola una experiencia puramente humana que en equivocarse al exaltar una reacción de la mente mortal a la esfera de dignidad divina. Recordad que la influencia del Ajustador del Pensamiento es en su mayor parte, aunque no totalmente, una experiencia superconsciente.

Notamos que debemos evitar creer que cada sueño (aunque tenga un aspecto “trascendental”) es una manifestación de la voluntad de Dios. Habría que evitar dar significado a los sueños, ya que no lo tienen. Las verdaderas “premoniciones” “proféticas” serían aspectos repentinos y no esperados, y aún así, pueden estar distorsionados con las ideas preconcebidas humanas alojadas en el subconsciente (no confundir con el superconsciente que es donde opera el Ajustador).

(1208.5) 110:5.6 Vosotros os comunicáis con vuestro Ajustador en grados variables y cada vez más a medida que ascendéis los círculos psíquicos, a veces directamente, pero con más frecuencia indirectamente. Pero es peligroso jugar con la idea de que cada nuevo concepto que se origina en la mente humana sea el dictado del Ajustador. Más frecuentemente, en los seres de vuestra orden, aquello que aceptáis como la voz del Ajustador es en realidad la emanación de vuestro propio intelecto. Éste es terreno peligroso, y cada ser humano debe solucionar estos problemas por sí mismo de acuerdo con su sabiduría humana natural y su discernimiento superhumano.

Nuevamente notamos los consejos para evitar caer en el misticismo y en las experiencias sobrenaturales que muchas veces son engaños subconscientes.

(1207.5) 110:4.5 Existe un amplio abismo entre lo humano y lo divino, entre el hombre y Dios. Las razas urantianas son tan considerablemente controladas en forma eléctrica y química, tan altamente semejantes a los animales en su conducta común, tan emotivas en sus reacciones diarias, que resulta extremadamente difícil para los Monitores guiarlas y dirigirlas. Vosotros estáis tan vacíos de decisiones valientes y cooperación consagrada que vuestro Ajustador residente encuentra casi imposible comunicarse directamente con la mente humana. Aun cuando ellos consiguen trasmitir un resplandor de la nueva verdad al alma mortal evolutiva, esta revelación espiritual, frecuentemente, ciega tanto a la criatura como para precipitarla en una convulsión de fanatismo o iniciar algún otro trastorno intelectual que resulta desastroso. Muchas religiones nuevas y muchos extraños «ismos» han nacido de las comunicaciones abortadas, imperfectas, mal entendidas, y confusas de los Ajustadores del Pensamiento.

Sin embargo, la comunicación real y gradual con el Ajustador puede conseguirse pacientemente con juicio, serenidad y sentido común. Todo pensamiento elevado, equilibrado y que provoca el fruto del Espíritu proviene de Dios.