viernes, 5 de febrero de 2016

El "ser transicional" en los Documentos de Urantia

Hay algunos lectores de los Documentos de Urantia que han intentado “conciliar” la existencia de los fenómenos atribuidos a fantasmas con algunas declaraciones de los Documentos. Sé que es difícil para nuestra mente liberarse de muchas creencias ancestrales que aún nos atan. También he pasado por ese intento de conciliación, pero debo admitir que más bien nos puede llevar a interpretaciones distorsionadas de la Revelación de Urantia en un intento por amoldar éstas a nuestros patrones de creencias, más que obtener la auténtica liberación. No cometamos el mismo error de los judíos, griegos y gnósticos que distorsionaron la Revelación de Jesús. Dicho esto, leamos la declaración:

(1233.2) 112:5.6 Aunque los círculos cósmicos del crecimiento de la personalidad deben ser alcanzados finalmente, si los accidentes del tiempo y las dificultades de la existencia material te previenen, sin culpa tuya, de lograr estos niveles en tu planeta nativo, si tus intenciones y deseos son de valor de supervivencia, se emitirán decretos de extensión del período de prueba. Se te permitirá tiempo adicional para que te pruebes.

(1233.3) 112:5.7 Si en algún momento hubiese dudas en cuanto a la aconsejabilidad de avanzar a una determinada identidad humana a los mundos de estancia, los gobiernos del universo invariablemente deciden a favor del interés personal de ese individuo; avanzan sin titubeos a dicha alma a un estado de ser transicional, mientras continúan sus observaciones del intento morontial naciente y del propósito espiritual. Así la justicia divina está segura de cumplirse, y la misericordia divina recibe una oportunidad más de extender su ministerio.

(1233.4) 112:5.8 Los gobiernos de Orvonton y Nebadon no afirman perfección absoluta para el funcionamiento minucioso del plan universal de la repersonalización mortal, pero sí declaran manifestar y efectivamente manifiestan paciencia, tolerancia, comprensión y compasión misericordiosa. Deberíamos más bien correr el riesgo de una rebelión en el sistema que cortejar el peligro de privar a un mortal que lucha, de cualquier mundo evolucionario, de la felicidad eterna de perseguir la carrera de ascensión.

En otras palabras, prefieren decidir avanzar (note el énfasis de la expresión repetida que conecta los mundos de estancia con el ser transicional) a esa persona al mundo de estancia que no hacerlo, a fin de que pueda hacer su elección.

La expresión “ser transicional” por lo general se recorta del contexto cuando se ha intentado probar que aquí hay una declaración velada a favor de la existencia de “almas en pena” o “reencarnación”. No obstante, de ninguna forma se está diciendo eso.  Notemos que el mismo Documento deja claro este asunto:

(1234.2) 112:5.13 Este hijo de significado persistente y valor sobreviviente (Alma) está totalmente inconsciente durante el período que corre desde la muerte hasta la repersonalización y está bajo la custodia del guardián seráfico de destino a lo largo de esta temporada de espera. No funcionarás como ser consciente, después de la muerte, hasta no haber logrado la nueva conciencia morontial en los mundos de estancia de Satania.

(1230.5) 112:3.7 En el momento de la muerte el Ajustador del Pensamiento pierde temporalmente la personalidad, pero no la identidad; el sujeto humano pierde temporalmente la identidad, pero no la personalidad; en los mundos de estancia ambos se reúnen en manifestación eterna. Un Ajustador del Pensamiento que haya partido no vuelve jamás a la tierra como el ser en el cual residiera anteriormente; personalidad no se manifiesta jamás sin la voluntad humana; y un ser humano des-Ajustadorizado no manifiesta jamás, después de la muerte, una identidad activa ni establece comunicación alguna con los seres vivos de la tierra. Estas almas des-Ajustadorizadas están total y absolutamente inconscientes durante el sueño largo o corto de la muerte. No puede haber exhibición alguna de ningún tipo de personalidad ni habilidad de comunicación con otras personalidades hasta que se haya completado la supervivencia. Aquellos que van a los mundos de estancia no se les permite enviar mensajes a sus seres queridos. Es política de todos los universos prohibir dicha comunicación durante el período de una dispensación corriente.

Queda claro en el mismo Documento que el Alma como ente cósmico no puede manifestar identidad activa ni comunicación durante el periodo de inconsciencia antes de la resurrección. Y tampoco después de la resurrección puede establecer contacto con las personas de la Tierra. En otros Documentos se vuelve a enfatizar lo mismo. No hay reencarnación ni almas en pena en la Tierra, pese a que quizás queramos creer en eso.

¿Qué significa entonces la expresión “ser transicional”? En realidad una lectura cuidadosa de los párrafos nos explican que hay tres tipos de seres humanos al momento de la muerte:

1-    Los que no son resucitados porque en la Tierra no eligen la supervivencia al hacer la decisión suprema de unirse a la iniquidad.

2-    Los que toman la decisión suprema de “hacer la voluntad” de Dios y eligen la supervivencia. Estos son resucitados al “tercer día”.

3-    Quiénes mueren y no tomaron la decisión suprema por las circunstancias y accidentes del tiempo, y había un deseo naciente de sobrevivir, son resucitados al final de una dispensación en grupo, o también después de un tiempo indeterminado son resucitados como “seres transicionales” para que puedan elegir u hacer la decisión suprema.

Y esto lo hacen sin duda en los mundos de estancia como alumnos moronciales. Por eso va ligada a la frase que los Jueces:

“mientras continúan sus observaciones del intento morontial naciente y del propósito espiritual” de esta Alma.

Y como iremos viendo en este tema, al parecer la mayoría de los habitantes de los primeros mundos de estancia corresponden a estos alumnos.

Para efectuar la elección suprema se ha de estar plenamente consciente y en interacción con situaciones de elección en torno a sus actividades y otras personas. Esto no tendría sentido si fuésemos fantasmas en pena atrapados en una dimensión como purgatorio.

Hay quiénes creen que la vida moroncial ya representa para todos la vida eterna asegurada solo con resucitar. Para quiénes no se han consagrado al Padre, no es así. La vida moroncial también puede representar el escenario de la elección del fin de la existencia. Notemos lo que se dice sobre los niños que son resucitados (llevados primero a una de las esferas moronciales de Jerusem):

(531.6) 47:2.2 Estos pupilos de los finalistas, estos infantes de los mortales ascendentes, están siempre personalizados en su preciso estado físico al tiempo de la muerte excepto con respecto a su potencial reproductor. Este despertar ocurre en el momento preciso de la llegada de cualquiera de los progenitores al primer mundo de estancia. Y entonces estos niños tienen toda oportunidad, como lo son, para elegir el camino celestial tal como lo hubieran hecho en los mundos en que la muerte tan prematuramente terminara su carrera.

(532.3) 47:2.5 Los niños y jóvenes resididos por el Ajustador en los mundos finalistas también son criados en familias de cinco, que van en edades desde seis hasta catorce años; aproximadamente, estas familias consisten en niños cuyas edades son de seis, ocho, diez, doce, y catorce años. En cualquier momento después de los dieciséis años, si se ha realizado la elección final, se trasladan al primer mundo de estancia y comienzan su ascensión al Paraíso. Algunos hacen la elección antes de esa edad y proceden a las esferas de ascensión, pero muy pocos niños por debajo de los dieciséis años, tal como se los calcula de acuerdo con los estándares de Urantia, se encuentran en los mundos de estancia.

(532.4) 47:2.6 Los serafines guardianes asisten a estos jóvenes en la guardería probatoria en el mundo de los finalistas de la misma manera en que ministran espiritualmente a los mortales en los planetas evolucionarios, mientras que los fieles espornagia ministran a sus necesidades físicas. Así pues estos niños crecen en el mundo de transición hasta el momento en que hacen su elección final.

(532.5) 47:2.7 Una vez que la vida material ha corrido su curso, si no se ha hecho una elección para la vida ascendente, o si estos hijos del tiempo deciden definitivamente en contra de la aventura a Havona, la muerte termina automáticamente sus carreras de prueba. No hay adjudicación en tales casos; no hay resurrección de dicha segunda muerte. Simplemente llegan a ser como si no hubiesen sido.

(532.6) 47:2.8 Pero si eligen el camino paradisiaco de la perfección, inmediatamente se los pre-para para trasladarlos al primer mundo de estancia, donde muchos de ellos llegan a tiempo para reunirse con sus padres en la ascensión a Havona.

De forma similar los resucitados en periodo de prueba también pueden realizar una elección contraria a la supervivencia en esos nuevos mundos.

(532.7) 47:3.1 En los mundos de estancia los sobrevivientes mortales resurgidos reanudan su vida exactamente desde donde la interrumpieron cuando los sobrecogió la muerte.

(533.5) 47:3.7 En el mundo de estancia número uno (o en otro en caso de estado avanzado) reanudarás tu capacitación intelectual y desarrollo espiritual en el nivel exacto en el que se te interrumpiera debido a la muerte.

(533.6) 47:3.8 Casi la entera experiencia del mundo de estancia número uno pertenece al ministerio de la deficiencia. Los sobrevivientes que llegan a esta primera esfera de estadía tienen tantos y tan variados defectos de carácter de la criatura y deficiencias de experiencia mortal que las actividades principales del reino consisten en la corrección y cura de estas múltiples herencias de la vida en la carne en los mundos evolucionarios materiales del tiempo y del espacio.

La vida moroncial, por lo menos en sus primeras etapas, puede representar un camino de elección suprema y final. De hecho, se dice que los que llegan al sexto mundo de estancia por lo general ya han logrado su fusión con el Ajustador en el quinto o sexto mundo de estancia. Por lo tanto, los mundos de la mayoría de las elecciones finales en el caso de aquellos seres de “transición” podrían tomarlas hasta el cuarto mundo. Pero aún así hay casos de elecciones finales en niveles posteriores.

La vida morontial para estas personas puede representar auténticas decisiones difíciles. No estamos en una excursión de puro deleite. Es cierto que las circunstancias externas son óptimas y casi perfectas. No hay enfermedades,  ni pobreza, guerras y desastres naturales,  y por lo tanto, no hay excusas para argumentar pereza espiritual, tal como usamos excusas aquí. Notemos estas frases:

(551.2) 48:5.7 Aquellas cosas que podrías haber aprendido en la tierra pero no aprendiste, deben ser adquiridas bajo el tutelaje de estos maestros fieles y pacientes. No existen caminos reales, atajos ni senderos fáciles al Paraíso. Sean cuales fueren las variaciones de cada itinerario, debes aprender las lecciones de una esfera antes de proceder a la siguiente; por lo menos esto es así, una vez que abandonas el mundo de tu natividad.

(551.3) 48:5.8 Uno de los propósitos de la carrera morontial es efectuar la erradicación permanente de los vestigios animales en los sobrevivientes mortales, tales como la postergación, la ambigüedad, la falta de sinceridad, el evitar los problemas, la injusticia, y la búsqueda de lo fácil. La vida en los mundos de estancia enseña muy pronto a los jóvenes pupilos morontiales que posponer no significa en ningún sentido evitar. Después de la vida en la carne, ya no se dispone del tiempo como técnica para evitar situaciones o evadir obligaciones desagradables.

Notemos que quizás tengamos asignaciones no “agradables”, asuntos de duras pruebas internas que tengamos que efectuar. Pero no nos alarmemos. Estas tareas deben estar muy relacionadas con la norma universal del Servicio y la Bondad, con el fin de erradicar nuestro egoísmo:

(552.5) 48:6.7 Estos evángeles seráficos están dedicados a la proclamación del evangelio de la progresión eterna, el triunfo del logro de la perfección. En los mundos de estancia proclaman la gran ley de la conservación y dominio de la bondad: Ninguna acción de bondad se pierde totalmente; puede ser frustrada durante mucho tiempo pero no se anula totalmente jamás, y es eternamente poderosa en proporción con la divinidad de su motivación.

Y notemos la disciplina otorgada por los maestros angélicos:

(555.3) 48:6.35 De ellos aprenderás a dejar que la presión se canalice en estabilidad y certidumbre; aprenderás a ser fiel y sincero y, al mismo tiempo, alegre; a aceptar los desafíos sin quejas y a enfrentar las dificultades e incertidumbres sin temor. Ellos preguntarán: si fracasas, ¿te levantarás indomitablemente para probar de nuevo? Si triunfas, ¿mantendrás una actitud bien equilibrada —una actitud estabilizada y espiritualizada— a través de todo esfuerzo en la larga lucha por romper las cadenas de la inercia material, por lograr la libertad de la existencia espiritual?

Notamos, por lo tanto, que tendremos una capacitación interna pura y dura, y en circunstancias ideales y perfectas, tendremos la oportunidad de elecciones supremas. Y he llegado a intuir que tendremos que lidiar con personalidades imperfectas, difíciles y complejas, como compañeros de clase, por lo menos, en estos primeros mundos moronciales. Y no podremos esquivarlos, hacerles el vacío o huir de estas pruebas que refinarán nuestra personalidad. 

Puesto que ahora, podemos optar a decidir enfrentar estas pruebas de carácter, podríamos ganar terreno desde ya al no evitar a quiénes no nos agradan, sino dulcificarlos con amor. Esto pulirá nuestra alma y habremos ganado terreno.

El mundos morontiales hay tareas, trabajo y asignaciones de servicio, incluso a otros mundos. 

(555.4) 48:6.36 Así como los mortales, estos ángeles también han engendrado muchas desilusiones, y te harán notar que a veces tus desencantos más desilusionantes se transformaron en tus mayores bendiciones. A veces la semilla plantada necesita morir, la muerte de tus esperanzas más apreciadas, antes de poder renacer para dar los frutos de nueva vida y nueva oportunidad. De ellos aprenderás a sufrir menos penas y desencantos, primero, haciendo menos planes personales relacionados con otras personalidades, y luego, aceptando tu destino después de haber cumplido fielmente tu deber.

En los mundos de estancia, quizás también experimentemos algunas desilusiones que nos harán crecer, situaciones muy profundas del alma, posiblemente relacionadas con el entendimiento limitado de nuestros lazos humanos.

Es interesante que cuando la rebelión de Lucifer ocurrió, afectó directamente a los mundos moronciales. Entonces muchos humanos como seres de transición, fueron probados allí:

(606.3) 53:5.7 Pero esta guerra en los cielos fue muy terrible y muy real. Aunque no exhibía ninguna de las barbaridades tan características de la guerra física en los mundos inmaduros, este conflicto era mucho más mortífero; la vida material corre peligro en el combate material, pero la guerra en los cielos se peleó en términos de vida eterna.

(608.6) 53:7.10 Los mortales ascendentes eran vulnerables, pero resistieron a los sofismas de la rebelión mejor que los espíritus más bajos. Aunque cayeron muchos en los mundos de estancia más bajos, aquellos que no habían logrado la fusión final con sus Ajustadores, está registrado para gloria de la sabiduría del esquema de ascensión que ni uno solo de los integrantes de la ciudadanía ascendente de Satania residentes en Jerusem participó en la rebelión de Lucifer.

Notamos que la posibilidad de hacer la elección suprema puede ser realizada en los mundos de estancia.