En la entrada pasada
analizamos el caso de la Médium Espiritista de Endor. Estaba claro que un
Intermedio Rebelde estaba bajo esa acción.
Sin embargo, los
Documentos también dejan claro que después de Pentecostés los Intermedios no
pueden realizar estas acciones. Durante
múltiples entradas hemos comentado la posibilidad que los llamados fenómenos modernos
asociados a fantasmas sean causados por la ocurrencia o combinación de estos
elementos:
- Transmisión oral
cultural: Es una poderosa herramienta el boca a boca. Es así como muchos
conceptos humanos (como el matrimonio) han sido heredados de padres a hijos y
por las culturas en las que hemos nacido. No olvidemos que durante 30.000 años
los Intermedios causaron esas acciones que como un eco social se han evocado
por los últimos 2.000 años.
- Fenómenos naturales
desconocidos: Hemos analizado como la “electricidad”, los “fuegos de San Telmo”
y otras formas de energía desconocidas en Urantia han sido y son confundidas
con manifestaciones sobrenaturales. La existencia de fisuras espacio-temporales
son otra posibilidad natural de un planeta en calibración.
- Fraude y manipulación:
La histeria y manipulación religiosa han sido hábiles instrumentos para someter
a las mentes en base al misticismo.
Con respecto a esto último,
es interesante un comentario sobre el Espiritismo moderno que hacen los Documentos:
(865.6) 77:8.13 Pero
conste que los seres intermedios no están implicados en las sórdidas acciones
que acontecen bajo la designación general de «espiritismo». Actualmente en
Urantia los seres intermedios, que son de reputación honorable sin excepción,
no están relacionados con los fenómenos de la así llamada «videncia»; y no suelen
permitir que los humanos presencien sus actividades físicas, que algunas veces
les son necesarias, ni otros contactos con el mundo material, tal como son
percibidos por los sentidos humanos.
Ya que los Intermedios
rebeldes están descartados, es interesante la expresión “sórdidas acciones que
acontecen bajo la designación general de «espiritismo».”
La expresión “sordido”
significa “sucio, miserable, avariento, inmoral, indecente”, lo cual parecería
vinculado a un trucaje fraudulento como un patético espectáculo.
Esto me trae a la memoria el
caso de Houdini, quién fue el ilusionista más celebre de todos los tiempos. El fue
llamado “el azote de los espiritistas”.
Houdini nunca creyó en el
espiritismo y se mostró especialmente irritado cuando una médium intentó
contactar con el espíritu de su querida madre, fallecida años antes. Cuando la
médium transcribió el «mensaje literal» que había recibido, Houdini reveló que
difícilmente podía ser en verdad su madre y desenmascaró el fraude.
Obviamente médiums y
espiritistas usaban trucos que difícilmente escaparían al escrutinio de un
mago. Armado con sus conocimientos, y a veces con disfraces, se presentaba en
reuniones para desenmascarar a los fraudes. Publicó artículos en la revista Scientific American, declaró contra el
espiritismo ante el Congreso y dejó en ridículo a los creyentes de lo
paranormal. Ofreció premios a quien demostrara tener habilidades
sobrenaturales, pero nunca fueron otorgados a nadie, pues sus engaños siempre
eran descubiertos por el mago.
Tras muchos años luchando contra lo paranormal, el mago había diseñado un reto definitivo aprovechando su propia muerte. Ideó un código secreto que compartió con su mujer, consistente en diez palabras secretas. El declaró que de ser real la posibilidad de contactarse con este mundo como espíritu, él lo haría con honestidad al morir. Si alguna vez contactaba a través de algún médium «desde el más allá» usaría esas palabras, de modo que se pudiera tener la certeza de que el contacto era genuino. Ningún espiritista hasta el día de hoy ha podido realizar el citado contacto con el difunto Houdini.
Tras muchos años luchando contra lo paranormal, el mago había diseñado un reto definitivo aprovechando su propia muerte. Ideó un código secreto que compartió con su mujer, consistente en diez palabras secretas. El declaró que de ser real la posibilidad de contactarse con este mundo como espíritu, él lo haría con honestidad al morir. Si alguna vez contactaba a través de algún médium «desde el más allá» usaría esas palabras, de modo que se pudiera tener la certeza de que el contacto era genuino. Ningún espiritista hasta el día de hoy ha podido realizar el citado contacto con el difunto Houdini.