lunes, 22 de febrero de 2016

"Estarás conmigo en el Paraíso"

"Acuérdate de mi cuando llegues a tu reino"
Las palabras esperanzadoras de Jesús con inmensa compasión merecen un análisis.

(2008.8) 187:4.1 Al ver el malhechor el rostro de Jesús vuelto hacia él, se llenó de valor, ventiló la pobre llamita de fe, y dijo: «Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino». Entonces Jesús dijo: «De cierto, de cierto hoy te digo que tú algún día estarás conmigo en el Paraíso».

Parece correcta la traducción que indica que Jesús no iba a estar ese mismo día en el Paraíso con el malhechor. Estaría bien escrito entonces:

“Y pasó a decir: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”.  Y él le dijo: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso”. – Lucas 23:42,43

Sin embargo, el quid de la cuestión no sería tanto la puntuación. Más bien es llamativa la expresión: “estarás conmigo en el Paraíso”. Si Jesús se estaba refiriendo a un Paraíso terrestre, ¿cómo es posible que él estuviera con él en ese Paraíso? ¿Significa que Jesús vivirá nuevamente en la Tierra? Algunos grupos lo han llegado a creer. Sin embargo, muchos textos indican con claridad que Jesús estaría en su reino celestial. De hecho dijo:

“En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De otra manera, se lo hubiera dicho a ustedes, porque voy a preparar un lugar para ustedes. También, si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes”. – Juan 14:2,3

Otros grupos han intentado dar una especie de explicación simbólica a la figura personal de Jesús en ese Paraíso, notemos:

“Tampoco llegará Jesús a ser de nuevo un hombre y vivir en la Tierra paradisíaca con él. Más bien, Jesús estará con el ex malhechor en el sentido de que lo resucitará a la vida en el Paraíso y se encargará de que sus necesidades, tanto físicas como espirituales, se atiendan” – El hombre más grande de todos los tiempos.

Sin embargo, darle un sentido figurado a la figura de Jesús implicaría que toda la declaración de Jesús tiene ese sentido, habría que aceptar que “el paraíso” también es simbólico. Pero evidentemente esto no se acepta, ya que Jesús no hablaba en parábola en esta ocasión. Por ende, si el paraíso es real, también debe aceptarse que el estar Jesús con el hombre es un asunto real.

Y notemos que Jesús dijo:

“Estarás conmigo en el paraíso”. No dijo “Estaré contigo en el paraíso”. Esto último tendría más sentido si fuera una declaración simbólica en armonía con Revelación 21 que declara que la “tienda de Dios estará con la humanidad”.

Sin embargo, la frase real indica que el hombre asciende, va o es recibido al lugar de Jesús para estar con él, de forma muy similar a lo comentado de Juan 14:2,3. Y esto claramente tiene el respaldo del contexto, porque el hombre clama:

“Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”. 

Jesús, evidentemente respondió de forma positiva a esta petición.

Es interesante que la palabra PARAISO solo aparece concretamente y taxativamente en la Biblia tres veces. Ya hemos visto que en Lucas 23:43 aparece.

En 2 Corintios 12: 2-4 Pablo la utiliza:

Conozco a un hombre en unión con Cristo que, hace catorce años —si en el cuerpo, no lo sé, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe— fue arrebatado como tal hasta el tercer cielo.  Sí, conozco a tal hombre —si en el cuerpo o aparte del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe—  que fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inexpresables que no le es lícito al hombre hablar”.

Con extremada claridad el paraíso está en el tercer cielo, y es celestial, aunque algunos de forma inverosímil han intentado torcer las Escrituras intentando creer que Pablo tuvo una visión de un paraíso terrestre. Sin embargo, esto no tiene sentido ya que Pablo tenía esperanza celestial y esas “palabras inexpresables” son la “lengua de los ángeles” que el comenta en 1 Corintios 13:1. Además la expresión “arrebatado” es la misma que se usa en 1 Tes. 4:17 en torno a la resurrección y traslado a la región celestial.

La otra parte  donde aparece la expresión griega PARAISO es en Apocalipsis:

El que tenga oído, oiga lo que el espíritu dice a las congregaciones: Al que venza, le concederé comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios”. – Revelación 2:7

Aquí hasta ahora todos concuerdan en que este paraíso es celestial, a pesar de la mención del árbol de la vida que estaba en el jardín de Edén. No obstante, el contexto y mensaje es que ese paraíso es la gloria celestial.

La revelación de los Documentos señalan que los mundos celestiales tienen un reflejo de la gloria paradisíaca de Havona, ya sea en el tercer mundo morontial o en la capital de la constelación llamada Edentia, donde abundan los árboles de la vida. De hecho, uno de ellos fue trasladado a la Tierra para ser consumido por Adán y Eva.

Jesús también hace visitas periódicas al mismo Paraíso en el centro del universo glorioso y perfecto de Havona. El Paraíso es la morada del mismo Padre Universal, y algún día en la eternidad, literalmente el hombre que estuvo en el Gólgota con Jesús, se encontrará con el Maestro como un espíritu perfeccionado.