Hace pocos días se anunció que los astrónomos del Instituto
de Astrofísica de las Islas Canarias (España) han descubierto el objeto
conocido de mayor tamaño de todo el universo: el Gran Muro BOSS. Se trata de
una superestructura de cientos de galaxias.
Lo interesante de estos descubrimientos es que se está
modificando dramáticamente el mapeo y la agrupación de las galaxias exteriores.
Desde 1989 la idea de cluster o racimos de galaxias desordenados ha comenzado a
ser modificada gradualmente. Ahora se entiende que las galaxias se agrupan en
racimos que forman superestructuras, se unen y constituyen líneas denominadas murallas, que rodean los espacios
vacíos del universo. Un ejemplo de ello son el Gran Muro Sloan y Laniakea. Y
ahora el gran Muro Boss viene a sumarse a la lista. No se sabe cuánto más se extienden estas
murallas, ya que el gas y el polvo existente en el plano de la Vía Láctea
oscurece la visión hacia el otro lado. Esto, por el momento, ha impedido
determinar si la muralla tiene fin o si continúa más allá de lo que podemos
observar al presente (aunque nosotros los lectores de los Documentos ya sabemos
que es realmente una muralla-anillo). Lo fascinante es que aparecen grandes
regiones “vacías” del espacio entre estas murallas de galaxias.
Todo lo anterior concuerda y se acerca cada vez más a la
Cosmología “predicha” en los Documentos de Urantia:
(129.1) 12:1.3 Partiendo del Paraíso a través de la
extensión horizontal del espacio ocupado, el universo maestro existe en seis
elipses concéntricas, los niveles espaciales que rodean la Isla central son:
(129.2) 12:1.4 1. El universo central —Havona.
(129.3) 12:1.5 2. Los siete superuniversos.
(129.4) 12:1.6 3. El primer nivel del espacio exterior.
(129.5) 12:1.7 4. El segundo nivel del espacio exterior.
(129.6) 12:1.8 5. El tercer nivel del espacio exterior.
(129.7) 12:1.9 6. El cuarto o el más extremo nivel del
espacio.
Los astrónomos desde nuestra posición están observando los
cuatro niveles exteriores como murallas, estas son elipses inmensas que se amplían
ya que cada nivel exterior es más grande. Por eso, el asombro del
descubrimiento de una muralla cósmica más inmensa.
(129.12) 12:1.14 Los niveles del espacio exterior. Lejos en
el espacio, a una distancia enorme de los siete superuniversos habitados, se
están acumulando vastos e increíblemente maravillosos circuitos de fuerza y
energías en vías de materialización. Entre los circuitos de energía de los
siete superuniversos y este gigantesco cinturón exterior de la actividad de
fuerza, hay una zona espacial de relativa calma, que varía en anchura pero con
un promedio de aproximadamente cuatrocientos mil años-luz. Estas zonas
espaciales están libres de polvo estelar— niebla cósmica. Nuestros estudiosos
de estos fenómenos están en duda en cuanto a la condición exacta de las fuerzas
espaciales que existen en esta zona de calma relativa que rodea los siete
superuniversos. Pero alrededor de medio millón de años-luz más allá de la
periferia del gran universo presente, observamos los comienzos de una zona de
increíble acción energética que aumenta en volumen e intensidad por más de
veinticinco millones de años-luz. Estas enormes ruedas de fuerzas energizantes
están ubicadas en el primer nivel del espacio exterior, un cinturón continuo de
actividad cósmica que rodea toda la creación conocida, organizada y habitada.
(130.5) 12:2.3 En un futuro no lejano, los nuevos
telescopios revelarán a la mirada sorprendida de los astrónomos urantianos no
menos de 375 millones de nuevas galaxias en los tramos remotos del espacio
exterior. Al mismo tiempo, estos telescopios más poderosos revelarán que muchos
universos aislados que anteriormente se creía que estaban en el espacio
exterior, son en realidad parte del sistema galáctico de Orvonton. Los siete superuniversos
aún están creciendo; la periferia de cada uno de ellos se está expandiendo
gradualmente; nuevas nebulosas se están estabilizando y organizando
constantemente; y algunas de las nebulosas que los astrónomos de Urantia
consideran extragalácticas están en realidad junto a la frontera de Orvonton y
viajan con nosotros.
Muchos quebraderos de cabeza en los astrónomos hay aún en lograr mapas
correctos del universo. Equivale a intentar mirar una inmensa ciudad desde una ventana de una casita pequeña. De la
misma forma como los mapas imperfectos de la Tierra se fueron ajustando a los
nuevos descubrimientos cuando se navegó el globo, en el futuro los mapas del universo se irán modificando
cada vez más hasta llegar a una forma más adecuada.