martes, 8 de marzo de 2016

Razones por las que no tomo en serio otros "mensajes"

Cada cierto tiempo recibo consultas por otros mensajes o escritos canalizados y su posible vinculación a los Documentos de Urantia. Personalmente no los tomo en cuenta como aportes significativos. No lo hago por que ciegamente crea en los Documentos de Urantia como única verdad y sea ciego en torno a ellos. Siempre pueden haber pizcas de verdad en algunos escritos, pero hay claras diferencias con los Documentos, que implican una menor inversión de investigación y tiempo en esos otros escritos.

La razón más bien estriba en que los otros mensajes, aunque pueden afirmar venir de fuentes superiores, y pueden contar con ciertos toques interesantes, no resisten un análisis pragmático. No olvidemos que nuestras facultades mentales y racionales son importantes a la hora de encontrar coherencia en la verdad.

Sistema de recepción
Los Documentos de Urantia fueron entregados por un método nuevo y único. No fueron canalizados, tampoco se dieron mediante visiones o trances. El proceso de revelación y entrega de la información no se centró exclusivamente en un individuo como si fuera un oráculo. El documento se centra en su contenido y no en la personalidad de contacto, la cual es finalmente anónima y alejada del mismo proceso revelatorio. Sabemos que la persona de contacto no estaba muy interesada en lo que estaba ocurriendo y vivía una vida alejada de cuestiones espirituales. Esto sin duda, evitó la contaminación de la información, la cual fue recopilada por gente mayormente escéptica y de rigurosa formación académica y pragmática.

Lo anterior difiere prácticamente de todas las canalizaciones o mensajes recibidos que afirmen provenir del más allá, de ángeles o extraterrestres. En todos los casos sin excepción sabemos los nombres de los canalizadores (los cuales utilizan trances, escritura automática o extraños estados de conciencia), que por lo general crean grupos en torno a su figura. Esto provoca un caldo de cultivo más en la creación de un movimiento en torno a un líder, y una especie de secta aparece. Además en estos casos, el líder y los participantes son fervientes creyentes en cuestiones esotéricas y terminan contaminando con sus creencias previas cualquier tipo de posible contacto.


Alejados de sincretismos
Los Documentos de Urantia no intentan formar un sincretismo con religiones ancestrales de la Tierra. Más bien censuran muchas creencias de todas las religiones, incluso las orientales, como creencias evolutivas imperfectas con algunos grados de verdad. Lo mismo ocurre con declaraciones en torno a Ciencia e Historia. Además, los Documentos presentan decenas de nuevos términos y conceptos que no tienen similitud con creencias terrestres.

Lo anterior difiere de muchos contactos en dónde se afirma creer en la "reencarnación", "resurrección", y muchos otros conceptos religiosos reunidos en una amalgama, además de términos de religiones orientales reutilizados como "viaje astral", "karma", etc.

Información verdaderamente nueva y revelada

Los Documentos de Urantia nos entregan muchos datos nuevos que están siendo corroborados por la Ciencia e Historia, tal como hoy estamos recibiendo numerosos aportes de lectores. También hay decenas de nuevos conceptos espirituales y cosmológicos complejos.

Lo anterior difiere de la mayoría de mensajes vagos y redundantes que hablan de aspectos básicos como "el amor y la paz", etc, etc. Esto no tiene soporte para considerarse algo revelado, aunque suene hermoso y básico.

Entonces analizando cualquier supuesto mensaje con lo anterior, descartamos claramente que la mayoría no parece ser una auténtica revelación. Incluso, en años posteriores a los Documentos aparecieron supuestos mensajes de naturaleza apócrifa que intentaban dar una continuidad a la revelación, violando todas las técnicas y normas de recepción original de los Documentos que habían impuesto los mismos reveladores. Todo lo anterior les quita seriedad a estos supuestos nuevos mensajes uranticos, ya que tienen el mismo problema de aquellos que aseguraban en los siglos posteriores al cristianismo, seguir recibiendo mensajes de Jesús y la Vírgen.

Además, los mismos Documentos declaran que esta revelación será terminada de analizar y estudiar en 1000 años más. Sin aún no comprendemos del todo los Documentos y aún no están masificados, ¿cómo es posible que los reveladores nos atoren con mensajes posteriores? Y además mediante métodos que los mismos reveladores no aprueban y que salen taxativamente declarados en los Documentos.

Esto sería semejante a que los constructores de una ciudad nos entregasen un conjunto de villas y parques con todas las normas vigentes, listas para ser exploradas y habitadas gradualmente, y luego sobre la misma marcha nos entregasen otros sectores para ser también habitados, saltándose todas las normas originales, y sin haber tenido la oportunidad de terminar de explorar la primera entrega y con algunas contradicciones.

Esta es la situación con aquellos canalizadores que han intentado colgarse y sacar provecho de los Documentos de Urantia, de la misma forma como los escritores apócrifos de Jesús trataron de capturarlo para sus ideas gnósticas.