domingo, 11 de septiembre de 2016

Saliendo de la Era materialista

Para entender esto primero debemos comprender que el materialismo fue la reacción a la Era de las Tinieblas religiosas que por siglos oscurecieron las enseñanzas de Jesús:

195:6.6 (2077.2) El cambio violento de una era de milagros a una era de máquinas ha demostrado ser perturbador para el hombre.

195:6.1 (2076.6) Los científicos han precipitado a la humanidad, sin intención, en un pánico materialista; han desencadenado sin quererlo un pánico bancario en el banco moral de las edades, pero este banco de experiencia humana tiene vastos recursos espirituales; puede aguantar las demandas que se le hagan. Sólo los hombres irreflexivos llegan al pánico sobre los recursos espirituales de la raza humana. Cuando se acabe el pánico materialista y secular, la religión de Jesús no estará en la bancarrota. El banco espiritual del reino del cielo pagará con fe, esperanza y certeza moral a todos los que pidan sus bienes «en Su nombre».

El “pánico materialista” es creer que la realidad se basa exclusivamente en nuestras necesidades físicas. Es el miedo a que dependemos exclusivamente de los recursos físicos y materiales para vivir plenamente. Pero ese pánico hizo que el hombre durante décadas fuera un ente exclusivamente preocupado de su "metro cuadrado". Hoy las cosas son cada vez más diferentes.

195:6.4 (2076.9) En el momento de la escritura de este documento, ya ha pasado lo peor de la era materialista; ya se asoma una era de mejor comprensión. Las mentes más elevadas del mundo científico ya no son totalmente materialistas en su filosofía, pero la gente común y corriente aún se inclina en esa dirección como resultado de enseñanzas anteriores. Pero esta era de realismo físico es tan sólo un episodio pasajero de la vida del hombre en la tierra. La ciencia moderna no ha tocado a la verdadera religión —las enseñanzas de Jesús tal como se traducen en la vida de sus creyentes. Todo lo que la ciencia ha hecho es destruir las ilusiones infantiles de las interpretaciones erróneas de la vida.

Es interesante que la Era más dura del materialismo y la Revolución industrial con todos sus proponentes en la época de los Documentos comenzó un largo declive. De hecho Einstein, una mente elevada del mundo científico,  era más un filósofo que un científico. Pero tal como declaran los Reveladores  “la gente común se inclina aún por el materialismo como resultado de enseñanzas anteriores”. 

¿Cuál es la situación actual? ¿Vivimos una Era de materialismo duro? ¿Está en declive?

Es fácil juzgar por las apariencias. Pareciera que vivimos en una Era ciega de consumismo. Sin embargo, aquello no necesariamente es materialismo duro negacionista de Dios, sino más bien el resultado de una dislocación del alma del hombre que busca desesperadmente saciar su creciente hambre de espíritu.

99:4.6 (1090.2) Durante los tiempos psicológicamente agitados del siglo veinte, en el medio de los trastornos económicos, las corrientes encontradas de la moral y las mareas sociológicas de las transiciones ciclónicas de la era científica, miles y miles de hombres y mujeres se han dislocado humanamente; están ansiosos, desapacibles, temerosos, inseguros e inestables; como nunca antes en la historia del mundo, necesitan el consuelo y la estabilización de una religión sólida. Frente a los logros científicos y al desarrollo mecánico sin precedentes existe un estancamiento espiritual y un caos filosófico.

La gente que va en masa a los Centros Comerciales no necesariamente es materialista. Muchas veces necesita escapar de su terrible hambre de espíritu a través de los sentidos. Un vacío y demanda por un mundo mejor se hace más grande.

Notad este fenómeno. Hay una mayor reacción creciente ante las injusticias que vemos en el mundo y se plasma en las redes sociales. Es un buen inicio. Las acciones de los políticos, de los ladrones o abusadores son lapidadas rápidamente. Han aumentado los grupos animalistas, los ecologistas y aquellos que buscan el bienestar ciudadano colectivo, aunque sea a tientas y a ciegas. La gente anhela mejores condiciones en la tierra, y empieza a manifestarse sin temor. Esto es producto de una reacción interna que indica que como especie humana debemos comenzar a cuidarnos. ¿Lo notáis? La indiferencia es menor, y la interacción social colectiva lo demuestra. Entonces los campos para la siega espiritual comienzan a aparecer.

176:2.6 (1915.3) Pero conoced la maduración de una era; debéis estar alertas para discernir los signos de los tiempos. Sabéis que cuando ya la rama de la higuera está tierna y brotan sus hojas, el verano está cerca. Del mismo modo, cuando el mundo haya pasado el largo invierno de la mentalidad materialista y discernáis el advenimiento de la primavera espiritual de una nueva dispensación, sabréis que se acerca el verano de una nueva visitación.

La Humanidad está como ovejas desolladas sin pastor. Se hace necesario que aparezcan los Guías que ayuden a esta humanidad necesitada de amor y guía:

195:9.4 (2082.9) La religión necesita nuevos líderes, hombres y mujeres espirituales que se atrevan a depender solamente de Jesús y de sus enseñanzas incomparables. Si el cristianismo persiste en desatender su misión espiritual, mientras sigue ocupándose de los problemas sociales y materiales, el renacimiento espiritual deberá esperar el advenimiento de estos nuevos maestros de la religión de Jesús, que se dedicarán exclusivamente a la regeneración espiritual de los hombres. Entonces, estas almas nacidas del espíritu proveerán rápidamente el liderazgo y la inspiración que se requieren para una reorganización social, moral, económica y política del mundo.


195:6.2 (2076.7) Sea cual fuere el conflicto aparente entre el materialismo y las enseñanzas de Jesús, podéis estar seguros de que en las eras por venir, las enseñanzas del Maestro triunfarán plenamente.