lunes, 24 de octubre de 2016

¿Están comentadas las Tormentas Solares en la Biblia?

El Sol ha existido desde antes que la Humanidad. Algunos pasajes parecen aludir a una época de grandes perturbaciones astronómicas:

“Entonces pasó a decirles: “Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en un lugar tras otro pestes y escaseces de alimento; y habrá escenas espantosas, y del cielo grandes señales”. – Lucas 21:10,11

Si las guerras, grandes terremotos, pestes y hambrunas han sido ya vistas por nuestra generación, ¿a que se refieren las escenas espantosas y grandes señales del cielo? Las “escenas espantosas” bien pueden ser los desastres naturales (huracanes, tornados, etc.) que nos azotan. Ahora, parece evidente que las “señales del cielo” tiene que ver con perturbaciones en el espacio exterior. Parece que los versículos siguientes son más precisos:

 ”También, habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra angustia de naciones, por no conocer la salida a causa del bramido del mar y [de su] agitación, mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos”. – Lucas 21:25,26

El relato alude claramente a “señales en el sol”. Pareciera evidente que el sol va darnos noticias y causar “expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada”. Precisamente estos temores expectantes surgen en estos tiempos. Pero no son nuevos al igual que las guerras y pestes. Ya en el siglo XIX fuimos impactados con una gran tormenta solar. 

Sería lógico que una “tormenta solar” se relacionara con esto, ya que “los poderes de los cielos serán sacudidos”, causando grandes problemas en los satélites y fuerzas celestes como el cinturón protector de Van Allen. Es interesante que alguna vez el grupo de los testigos de Jehová creyeran en esta posibilidad. En una publicación de 1975 se explicó:

“Durante este mismo tiempo, lo que se aprendía en cuanto al bombardeo de la Tierra por los rayos cósmicos desde el Sol y las estrellas aumentó los temores del hombre. No porque los cielos mismos hubieran cambiado, sino como resultado de lo que el hombre mismo estaba haciendo y debido a su mayor conocimiento de las fuerzas extraterrestres que no podía controlar, los cielos físicos han llegado a tener una apariencia amenazadora para muchas personas en esta generación.—Mat. 24:29; Mar. 13:24, 25” – La Atalaya 15 de septiembre de 1975.

Hay quiénes también han señalado a este pasaje del Apocalipsis con un claro sentido literal:

“Y el cuarto derramó su tazón sobre el sol; y [al sol] se le concedió chamuscar con fuego a los hombres.  Y los hombres fueron chamuscados con gran calor, pero blasfemaron contra el nombre de Dios, que tiene la autoridad sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria”. – Apocalipsis 16:8,9

¿Corresponderá esta intensidad solar descrita a una gran erupción solar? En entradas pasadas he comentado que las visiones apocalípticas no son necesariamente erróneas ni simbólicas. Pueden ser imágenes aleatorias de eventos que el profeta recibe en su mente. Lo importante, es que estos sucesos de catástrofes espaciales ciertamente pueden ocurrir otra vez, así como las guerras y catástrofes terrestres ya nos han asolado. 

Véase:

EEUU ya se prepara: qué pasaría si una tormenta solar impactará en la Tierra

http://www.infobae.com/tendencias/2016/10/22/eeuu-ya-se-prepara-que-pasaria-si-una-tormenta-solar-impactara-en-la-tierra/