domingo, 19 de febrero de 2017

Sobre algunas críticas científicas

Ariel vargas18 de febrero de 2017:
“Se que en otros post has hablados de lo los críticos del libro de urantia como S. Jarré y Martin Gadrner pero, seria posible hacer un análisis mas extenso sobre las criticas del libro de Martin Gadrner en sus secciones sobre la ciencia que el acusa de el libro tiene plagios de la época y errores científicos”.

Respuesta: Ariel cómo dices he tratado en algunos post esas críticas. Te puedo comentar que David Carrera ha analizado las falacias que plantea Gardner. También te puedo recomendar el blog de nuestro amigo Christian Figueroa que ha aportado con decenas y decenas de datos científicos pruebas que se ajustan a la Revelación de los Documentos.

Ahora bien, hay que tener una premisa clara en primer lugar sobre que es la Ciencia para abordar esta cuestión. Todo el Conocimiento científico es una evolución constante. Por lo tanto, lo que dice la Ciencia en determinada época queda obsoleta en las décadas siguientes, o bien se hacen revisiones constantes. El error de muchos científicos es caer en el Dogmatismo, algo similar a lo que presenta la religión. El Libro de Urantia de forma interna discute ampliamente estos mismos asuntos.

Lo fascinante de una Revelación como los Documentos de Urantia es que nos dan información Cosmológica "desde arriba". Esto es comparable a una imagen captada por un satélite que contiene un continente, y se contrasta con el desarrollo gradual de un mapa de ese mismo continente, que a través del método de "ensayo y error" durante siglos es modificado hasta llegar a una imagen similar a esa "instantánea".  Durante siglos, navegantes y exploradores humanos fueron refinando los mapas.

Este ejemplo lo he usado muchas veces, porque si investigas los mapas de antaño, notamos como en 1400 los mapas eran radicalmente diferentes a los actuales. Y esa era la realidad científica de esos días. Decir lo contrario era superstición o herejía.

Tanto la religión humana, la historia, la ciencia y la seudo-ciencia (incluso las teorías conspirativas) son conocimientos construidos a pulso, con "ensayo y error", de forma semejante a esos cartógrafos de antaño que rediseñaban constantemente sus mapas.

Lo anterior no es negativo ni malo, puesto que el hombre debe progresar en su imaginación creativa al investigar y explorar por sí mismo. Lo único peligroso de este viaje es el dogmatismo que cada cierto tiempo se enquista en el saber humano, sea religioso, científico o seudocientífico. Todos los saberes humanos son evolutivos y progresivos, a diferencia de una Revelación.

Pero aún así una Revelación a pesar de parecer una fotografía más precisa y exacta que un mapa hecho a pulso con tiempo y descubrimiento propio del ser humano, es solo una instantánea del momento. Una imagen de Google Maps ya no presenta el estado actual de esa carretera fotografiada hace un año.

Los mismos Documentos de Urantia reconocen que su revelación solo abarca un periodo de exploración para los próximos mil años. Y, por lo tanto, no son la verdad absoluta, la cual solo se ostenta en el Paraíso del Padre.

Y esto es saludable, porque el hombre debe persistir por sí mismo,  encontrar y descubrir las cosas. Al ser humano no debe quitársele sus ganas de descubrir, soñar y explorar, tal como esos navegantes y cartógrafos de antaño:

(1109.2) 101:4.1 Puesto que vuestro mundo ignora generalmente el origen de las cosas, incluso de las cosas físicas, ha parecido sabio proporcionarle de vez en cuando conocimientos de cosmología. Esto siempre ha causado problemas para el futuro. Las leyes de la revelación nos obstaculizan enormemente porque prohíben comunicar conocimientos inmerecidos o prematuros. Toda cosmología presentada como parte de una religión revelada está destinada a quedarse atrás en muy poco tiempo. Por consiguiente, los estudiosos futuros de esa revelación se sienten tentados a desechar cualquier elemento de verdad religiosa auténtica que pueda contener, porque descubren errores a primera vista en las cosmologías asociadas que se presentan en ella.

(1109.3) 101:4.2 La humanidad debería comprender que nosotros, que participamos en la revelación de la verdad, estamos muy rigurosamente limitados por las instrucciones de nuestros superiores. No tenemos libertad para anticipar los descubrimientos científicos que se producirán en mil años. Los reveladores deben actuar con arreglo a las instrucciones que forman parte del mandato de revelar. No vemos ninguna manera de salvar esta dificultad, ni ahora ni en ningún momento del futuro.

Sabemos muy bien que los hechos históricos y las verdades religiosas de esta serie de presentaciones revelatorias permanecerán en los anales de las épocas venideras, pero dentro de pocos años muchas de nuestras afirmaciones relacionadas con las ciencias físicas necesitarán una revisión a consecuencia de los desarrollos científicos adicionales y de los nuevos descubrimientos.

Estos nuevos desarrollos los prevemos incluso desde ahora, pero se nos prohíbe incluir en nuestros escritos revelatorios esos hechos aún no descubiertos por la humanidad.

Que quede muy claro que las revelaciones no son necesariamente inspiradas. La cosmología que figura en estas revelaciones no es inspirada. Está limitada por el permiso que nos han concedido para coordinar y clasificar el conocimiento de hoy en día. Aunque la perspicacia divina o espiritual sea un don, la sabiduría humana tiene que evolucionar. – Libro de Urantia

Las palabras anteriores nos enseñan algo que muchas veces se ha malinterpretado. Los reveladores nos quisieron explicar que no nos iban a entregar información nueva superior a mil años. Cuando se dice que las afirmaciones “necesitarán una revisión” no significa que las declaraciones del Libro son erróneas, sino que fueron expresadas en el lenguaje científico de los años treinta. Y serán revisadas o reconsideradas precisamente a “raíz de los nuevos descubrimientos”. Y otro aspecto es que estos hechos son en relación o están comentados en armonía con los aspectos físicos del universo esenciales, pero sin rebasar los mil años.

La Vía Láctea no es la única galaxia

Analicemos algunas declaraciones de Urantia que parecían estar en contra de los hechos científicos en los años treinta:

(130.5) 12:2.3 En un futuro poco lejano, los nuevos telescopios revelarán a la mirada asombrada de los astrónomos urantianos no menos de 375 millones de nuevas galaxias en las lejanas extensiones del espacio exterior. Al mismo tiempo, estos telescopios más potentes revelarán que muchos universos islas que anteriormente se creía que estaban en el espacio exterior, forman parte en realidad del sistema galáctico de Orvonton. Los siete superuniversos están creciendo todavía; la periferia de cada uno de ellos se expande gradualmente; constantemente se estabilizan y organizan nuevas nebulosas; y algunas nebulosas que los astrónomos urantianos consideran como extragalácticas, se encuentran en realidad en los margenes de Orvonton y viajan junto con nosotros.

En los años treinta el astrónomo Edwin Hubble demostró que nuestro universo no es solo la Vía Láctea, sino que habían miles de galaxias más. Y con el tiempo, la cifra ha llegado a los cientos de millones de galaxias observadas (que no es lo mismo que galaxias estimadas). Quiénes hubiesen leído los Documentos en los años treinta habrían pensado que éstos estaban en un error. Sin embargo, una expansión de los descubrimientos científicos ha hecho que éstas palabras sean reconsideradas o revisadas en su entendimiento, y los Documentos han demostrado tener razón. Ahora,  la ciencia está en evolución constante, ya que interpretó muchos hechos de forma imprecisa.

Mercurio y la Luna

Por ejemplo, algunos críticos han señalado este párrafo de los Documentos para señalar un error:

57:6.2 (657.5) Los planetas más cercanos al sol fueron los primeros en sufrir una disminución de su velocidad giratoria, debido a la fricción mareomotriz. Tales influencias de la gravedad además contribuyen a la estabilización de las órbitas planetarias, y mientras que sirven de freno a la velocidad de la revolución axial del planeta, haciendo que un planeta vaya girando cada vez más lentamente hasta cesar la revolución axial, quedando un hemisferio del planeta siempre proyectado hacia el sol o algún cuerpo mayor, tal como lo demuestran el planeta Mercurio y la luna, que siempre da la misma cara hacia Urantia.

Se planteó que aquí había un error puesto que se estaba diciendo que la Luna y Mercurio no tienen rotación. Pero, ¿es realmente así? En realidad lo que describen los Documentos es el cese gradual de la velocidad giratoria dada la fricción maremotriz. Desde una perspectiva terrestre, Mercurio y la Luna dan una sola cara y su revolución axial está en un periodo de casi o aparente cese, pero lo anterior no indica que no tengan ninguna rotación. Lo que dice el Libro de Urantia es que Mercurio y la Luna está frenando su revolución axial, girando cada vez más lentamente hasta cesar su revolución. No dice que Mercurio ofrece siempre la misma cara hacia al sol, dice que la Luna da siempre la misma cara hacia la Tierra.

Así  que se describe el fenómeno de cesación de la revolución gradual debido a la acción maremotriz. Lo anterior se demuestra con la frase posterior:

57:6.3 (657.6) Cuando las fricciones mareomotrices de la luna y la tierra se igualen, la tierra siempre proyectará el mismo hemisferio hacia la luna, y el día y el mes serán análogos —con una duración de aproximadamente cuarenta y siete días.


Los Dinosaurios se murieron de hambre


El tema de los dinosaurios es muy interesante. Se ha comentado en algunas páginas "urantianas" precipitadamente que el Libro declara que fueron los volcanes los que acabaron con los dinosaurios. Muchos hemos pecado al volver a comentar esa información sin verificarla bien. De hecho, yo mismo he escrito algunos post que aluden a que los dinosaurios fueron acabados por los volcanes.

Esta teoría era común en los años treinta, y los críticos se valen de ésto para atacar a los Documentos declarandolos "ciencia obsoleta de los años treinta". No obstante, en ninguna parte se dice que los volcanes acabaron con los dinosaurios.

La confusión proviene que se declara que en esas épocas hubo gran actividad volcánica, pero en ningún párrafo se dice que esa fue la muerte directa de los dinosaurios. Ahora bien, para nada se insinúa sobre algún asteroide, que es la creencia científica actual. Sorprendentemente se dice de ellos:

60:2.3 (687.4) Estas macizas criaturas se hicieron menos activas y fuertes a medida que crecían en tamaño; pero requerían una cantidad tan desmesurada de alimentos y la tierra estaba tan atestada de ellos que, literalmente, se murieron de hambre y se extinguieron —pues carecían de la inteligencia para sobrellevar la situación.

Así que ni meteoros ni volcanes. Quizás éstos últimos si contribuyeron a privarlos de la cadena vegetal alimenticia. Pero una mortandad por hambre fué la causa principal que es declarada en los Documentos. Así que tildar a los Documentos de orientados a la ciencia dominante de los años treinta es aventurarse en un terreno pantanoso. 

Los Descubrimientos relativamente recientes sobre el Gran Atractor y declaraciones muy precisas en torno a la física, la astronomía, la arqueología, la genética y tantos detalles demuestran que estamos ante una auténtica Revelación.