domingo, 14 de mayo de 2017

La homosexualidad

Escribo este artículo porque en las entradas anteriores referentes al tema lamentablemente se malinterpretó la información.

Cómo escribí una vez, vivimos en una era de adolescencia reaccionaria ante las opresiones anteriores. El ateísmo es la consecuencia de la libertad ante la esclavitud de siglos de opresión religiosa. Sin embargo, la Humanidad no puede desechar toda su herencia religiosa ni el concepto de Dios, porque aquello es lo que nos ha llevado por un peldaño a avanzar. En el futuro existirá una reconciliación madura sobre lo anterior. Cada etapa humana es una readaptación de paradigmas mentales. Las opiniones populares son modificadas con el transcurso de las épocas.

Los Documentos de Urantia no hablan de la homosexualidad. Ni siquiera aparece ese término.

El Libro de Urantia esencialmente aborda dos conceptos en muchas de sus páginas:

1)    Se centra en la religión del espíritu, aquella personal y verdadera en torno a tu relación con el Padre Universal.

2)    Habla sobre la especie humana como colectividad, el destino humano.

Por ejemplo, muchas de las declaraciones mal entendidas sobre las razas, las mejoras biológicas, y los apuntes sociales, se refieren al segundo punto, porque igual tenemos una responsabilidad colectiva con el futuro de la Humanidad. Por otra parte, hay muchos Documentos que aluden a nuestra relación espiritual con el Ajustador que nos habita.

Las personas homosexuales no pueden ser juzgadas ni condenadas, porque el Amor, la Belleza y la Bondad son talentos espirituales que en el nivel del alma son pesados y acumulados, sin importar nuestra condición física en la materia. Si actuamos con crueldad, despotismo y maldad, aunque alguien sea heterosexual, puede rechazar la guía de su Ajustador y sufrir la muerte cósmica.

Todos los seres humanos, independiente de su carga material, hayan sido eunucos, homosexuales, heterosexuales, célibes, estériles, etc; pueden trascender la naturaleza física:

 (1738) «Del mismo modo», dijo él, «el hombre mortal, aunque tenga las raíces de su origen y ser en el suelo animal de la naturaleza humana, puede, por la fe, elevar su naturaleza espiritual al sol de la verdad celestial y dar realmente los nobles frutos del espíritu».

No es peyorativo que se nos diga que tenemos "naturaleza animal", porque realmente nuestra herencia se origina en ese reino. El punto importante, es que todos debemos trascender a la misma.

Aunque es comprensible la actitud reaccionaria actual, tampoco debe exagerarse como un “orgullo gay”, de la misma forma como lo es exagerar el papel de la mujer en el movimiento feminista. Es cierto que os habéis liberado de cierta esclavitud o temor social, pero la madurez debe templar los asuntos. La naturaleza física no debe adorarse ni exaltarse, ya que es de origen animal, y sea cual sea, no nos llevamos a los mundos de estancia nuestras conductas sexuales.

Teniendo claro lo anterior, y que la herencia espiritual no está perdida si buscamos al Padre independiente de nuestras circunstancias personales, hay aspectos del segundo orden vinculados al colectivo humano que los Documentos analizan.

Debemos admitir que si todos fueran homosexuales, la especie humana se habría terminado. Estaríamos extintos. Biológicamente es así, y esto no debe ser vinculado al aspecto personal anterior ya comentado. Los Reveladores están preocupados por el destino humano, nos hablan de preservar los linajes, la familia, y la procreación de la Humanidad de forma madura y con proyección debe ser abordada.

Debemos entender que la asociación hombre y mujer contienen un elemento importante que es fundamental en esta primera etapa en la vida en la carne. No es accidental la cooperación entre estas dos polaridades de la humanidad, y no es solo para la perpetuación de la especie, sino para una complementación especial:

(938.9) 84:6.5 La diferencia de naturaleza, reacción, puntos de vista y pensamiento entre hombres y mujeres, en vez de ocasionar preocupación, debería ser considerada altamente beneficiosa para la humanidad, tanto individual como colectivamente. Muchas órdenes de criaturas del universo son creadas en fase dual de manifestación de la personalidad. Entre los mortales, los Hijos Materiales y los midsonitas, esta diferencia se describe como hombre y mujer; entre los serafines, querubines y Compañeros Moronciales, ha sido denominada positiva o enérgica, y negativa o introvertida. Estas asociaciones duales multiplican grandemente la versatilidad y se sobreponen a las limitaciones inherentes, de la manera en que lo hacen ciertas asociaciones trinas en el sistema Paraíso-Havona.

(939.1) 84:6.6 Los hombres y las mujeres se necesitan mutuamente en sus carreras morontiales y espirituales así como también en sus carreras mortales. Las diferencias de puntos de vista entre hombres y mujeres persisten aun más allá de la primera vida y a lo largo de las ascensiones en el universo local y en el superuniverso. Aun en Havona, los peregrinos que otrora fueran hombres y mujeres seguirán ayudándose mutuamente en el ascenso al Paraíso. Nunca, ni siquiera en el Cuerpo de los Finalistas, será la metamorfosis de la criatura tan grande como para borrar las tendencias de personalidad que los humanos llaman hombre y mujer; siempre continuarán estas dos variaciones básicas de la humanidad a atraerse, estimularse, alentarse y asistirse mutuamente; siempre dependerán de su cooperación mutua en la solución de los difíciles problemas del universo y en sobreponerse a las múltiples dificultades cósmicas.

(939.2) 84:6.7 Aunque los sexos no podrán esperar jamás comprenderse plenamente, son efectivamente complementarios, y aunque frecuentemente haya mayor o menor antagonismo personal entre ellos, su cooperación es capaz de mantener y reproducir la sociedad. El matrimonio es una institución concebida para componer las diferencias sexuales, contribuyendo a la vez a la continuación de la civilización y asegurando la reproducción de la raza.

(939.3) 84:6.8 El matrimonio es la madre de todas las instituciones humanas, puesto que conduce directamente al establecimiento y mantenimiento del hogar, que es la estructura básica de la sociedad. La familia está vinculada vitalmente al mecanismo del automantenimiento; es la única esperanza de perpetuación de la raza bajo las costumbres establecidas de la civilización, mientras que al mismo tiempo provee eficazmente ciertas formas altamente satisfactorias de autogratificación. La familia es el logro puramente humano más elevado del hombre, puesto que combina la evolución de las relaciones biológicas de hombre y mujer con las relaciones sociales de marido y mujer.

Así que la asociación hombre y mujer en cooperación es esencial para la civilización, y es de hecho, lo que nos ha traído hasta aquí como civilización y humanidad. 

Por esta razón, debe entenderse que en las religiones antiguas, se enseñó que la homosexualidad era un peligro, porque si se adoptaba masivamente, y puesto que las religiones antiguas confundían los aspectos sociales o colectivos con cuestiones espirituales personales # , se creó la aversión a la homosexualidad. Así mismo, el machismo funcionaba como protección hacia la familia ante otros enemigos, el hombre defendía a su mujer e hijos de los animales o agresores, lo que sin embargo, generó en el abuso a la mujer, y lo que es peor, al “respaldo divino” ante lo anterior.

# Nota: Un ejemplo de éstas confusiones es la separación sagrada de animales "limpios" e "inmundos". Se hizo originalmente por un asunto sanitario, pero se fundió en un asunto sagrado, que te hacía inmerecedor del "favor del cielo".

Es cierto que estos hechos son eslabones lamentables de mala adaptación de los asuntos, pero sin estos “tutores” la humanidad y la familia, tampoco habría llegado hasta esta Era. Los Documentos aunque condenan la esclavitud y la guerra, explican que fueron eslabones que permitieron la construcción del Estado que tenemos hoy.

Cómo he dicho, en realidad los Documentos de Urantia no hablan en ninguna parte directamente sobre la homosexualidad. Si embargo, si comentan que los seres humanos pueden experimentar “desnaturalizados deseos físicos” o “conflictos” en su naturaleza de origen animal. Esto no es peyorativo, porque la naturaleza no es perfecta, no debe adorarse. También se nos comenta sobre aquellos que en su vida en la carne “por circunstancias o juicio erróneo han sido privados de los beneficios de una asociación sexual ventajosa” y que en los mundos de estancia reciben cierta "compensación". Lo anterior podría significar una referencia a la homosexualidad, por que aunque debemos ser respetuosos y jamás discriminadores con los homosexuales, deberíamos admitir que aquello no es algo inherente natural o normal a la biología y combinación masculino-femenino. Parece más bien una disonancia que se produce en este “planeta decimal” de extrañas situaciones que incluso no ocurren en otros planetas. Pero alguien diferente no implica que deba ser tratado de forma homofobica o discriminatoria. Insisto, lo anterior no debe implicar un juicio discriminatorio u ofensivo a los homosexuales. Jesús mismo evitó referirse directamente a estos asuntos, ya que la condición de Hijos de Dios, es una cuestión que trascenderá en la eternidad, puesto que a los cielos no trasladamos nuestra conducta sexual, la cual está limitada a esta corta vida en la Tierra. Hay quiénes han encontrado en el relato del Siervo del Centurión, a quién Jesús sanó, la posibilidad de que el Maestro se haya topado con una pareja homosexual, y que él no la haya discriminado, sino que le otorgó la sanación.

Sin embargo, debemos entender que la asociación hombre y mujer contienen un elemento importante que es fundamental en esta primera etapa en la vida en la carne. No es accidental la cooperación entre estas dos polaridades de la humanidad, y no es solo para la perpetuación de la especie, sino para una complementación especial. Así que en un plano colectivo de destino humano, la relación entre el hombre y la mujer es la más ventajosa.