Respuesta: Para entender
plenamente este asunto, es bueno comprender algunos conceptos.
En primer lugar, las razas
son productos inherentes propios de la curva ascendente humana. Después de la
aparición de Andón y Fonta la especie humana ya constituida era plenamente
humana y mantenía correctamente su curva ascendente de progreso. En este punto,
algunos grupos de andonitas mantuvieron su integridad evolutiva ascendente,
mientras otros andonitas cayeron en cruzarse con razas menos avanzadas y casi
simiescas, dando origen a muchos híbridos (algunos de sus restos los cuales han
sido descubiertos hoy y han sido llamados de varios nombres).
Los que mantuvieron mayor
integridad como andonitas comenzaron a experimentar tendencias bélicas que por
lo general aparecen en sociedades muy cerradas. Por esta y otras razones se
proyecta que de esta familia aparezcan las razas de color, las cuales se
reagrupan y separan para evitar la aniquilación en esa temprana era de
supervivencia más salvaje.
Posteriormente a la separación
de las razas, después de milenios, estas gradualmente comienzan a mezclarse
entre sí, y ésto es provechoso:
82:6.6 (920.4) La mezcla
de razas contribuye grandemente a la aparición repentina de características
nuevas, y si tal hibridación es la unión de cepas superiores, entonces esas
nuevas características serán también rasgos superiores.
Así ocurre con la mezcla
de razas azul, roja, naranja y amarilla que hace surgir las prodigiosas
civilizaciones mesoamericanas. Sin embargo, para fortalecer a dichas razas y
estabilizarlas pacíficamente se necesita a la raza violeta.
51:5.1 (585.5) Cuando un
Adán y una Eva Planetarios llegan a un mundo habitado, sus superiores les han
instruido completamente sobre la mejor manera de efectuar el mejoramiento de
las razas existentes de seres inteligentes.
Cómo dicen otros
Documentos, la llegada de la raza violeta no significa que ésta deba suprimir a
las razas de color existentes. Al contrario, las potencia y eleva.
51:4.4 (584.6) Estas
modificaciones son beneficiosas para el progreso de la humanidad como un todo,
a condición de que sean posteriormente mejoradas por la raza adánica importada,
es decir, la raza violeta.
82:6.11 (921.1) Después de
todo, el verdadero peligro para la especie humana ha de encontrarse en la
multiplicación sin restricciones de las cepas inferiores y degeneradas de los
varios pueblos civilizados más bien que un supuesto peligro inherente a la
mezcla interracial.
Y ese es el punto del
asunto. Cuando un grupo de andonitas (antes de la aparición de las razas de
color ) se desvío del grupo principal que daría origen a las razas primarias de
color se mezcló con pueblos de rasgos simiescos, trajo algunos problemas. Por
ejemplo, el pueblo Heilderberg, Foxhall y Neandertal surgió de esta mezcla en diversos grados, y posteriormente parte de
su genética se insertó en la mezcla de la raza azul y en los adanitas. Esto
causa que los Europeos nórdicos tengan en mayor proporción sangre adanita y
azul, pero también la genética deteriorada simiesca. Esto explica la propensión
a la guerra de algunos de ellos como los Vikingos y otros pueblos nórdicos
bélicos, aunque también han pasado épocas de relativa paz y han logrado grandes
progresos como sociedades.
La clave no está en la
mezcla racial, sino en la mezcla de aquellos que tienen
evidentes características de una genética con elementos aún muy animalescos y
deteriorados que los vuelve antisociales y peligros en la civilización. Hay una
clara discusión que podría derivarse de ese asunto en torno al medio ambiente,
pero lo cierto es que debe analizarse con un juicio de sabiduría aún no
desarrollado por los líderes mundiales.
Todos tenemos genes adanitas en mayor o menor grado, y parece que la clave está es potenciarlos y activarlos, y quizás hasta multiplicarlos. Los Documentos enseñan que mediante la vía científica aquello se puede lograr, pero principalmente es a través de la proclamación del verdadero mensaje de Jesús, el cual puede lograr poderosos cambios interiores, e incluso modificar nuestra naturaleza material.