jueves, 1 de junio de 2017

Transformación verdadera

El Documento 34 nos ofrece varias perlas que engloban incluso las enseñanzas de muchos otros Documentos del mismo Libro.

Analizaré algunas citas en torno a la religión del Espíritu. Esto es esencial ya que si deseamos transformar el mundo, primero nosotros debemos ser transformados desde nuestro interior.

34:6.6 (380.7) La difunta teoría de las más elevadas doctrinas religiosas no tiene poder para transformar el carácter humano ni para controlar la conducta de los mortales. Lo que el mundo de hoy necesita es lo que vuestro antiguo maestro declaró: «No en palabras solamente, sino también en el poder y en el Espíritu Santo». La semilla de la verdad teórica está muerta, los más altos conceptos morales no tienen vigencia, a menos que, y hasta que, el Espíritu divino infunda inspiración sobre las formas de la verdad y estimule las fórmulas de la rectitud.

¡Qué palabras más verdaderas! Las religiones repiten vez tras vez cansinos sermones sobre la moralidad, las cualidades piadosas y cristianas, evitar la envidia y malos sentimientos. Se pueden recitar cientos de textos bíblicos y ejemplos sobre éstos asuntos. Sin embargo, estas conductas negativas y la frialdad para experimentar el verdadero amor persisten en el seno de muchas religiones. ¿Por qué fracasan las organizaciones religiosas en estos temas? ¿Por qué hay deserción de miembros cada año? ¿Por qué los hombres se cansan de esta “rutina” cristiana?

La razón es que no se puede transformar el corazón mediante la repetición y análisis intelectual de meras doctrinas. “No tienen poder para transformar el carácter humano ni para controlar la conducta de los mortales”. Es una “semilla de la verdad teórica”. Solo el Ajustador del Pensamiento, el “Espíritu divino puede infundir inspiración sobre las formas de la verdad y estimular las fórmulas de la rectitud”.

El hombre religioso debe “nacer otra vez”, o estará perdido en una religión agónica de la mente que lo cansará. Esta crisis esta ocurriendo en muchas iglesias y los dirigentes por temor a perder el poder de su estatus especial, están sacrificando los corazones de miles de seres humanos. Si prontamente no hay un volverse a la enseñanza del Renacimiento mediante el Espíritu de Dios, muchas almas humanas se dislocarán con gran daño para su interior. El hombre mediante la Fe debe descubrir su filiación con Dios.

He aquí una gran verdad y que es nueva para mí en los Documentos:

34:6.5 (380.6) El Espíritu divino es la fuente del incesante ministerio y estímulo para los hijos de los hombres. Vuestro poder y logro es «conforme a su misericordia, a través de la renovación del Espíritu». La vida espiritual, así como la energía física, se consume. Los esfuerzos espirituales resultan en un relativo agotamiento espiritual. La total experiencia ascendente es tan real como espiritual; y así es como está precisamente escrito: «Es el Espíritu el que estimula». «El Espíritu da vida».

Que palabras más interesantes. La energía espiritual se agota y consume. Por esa razón muchas veces las personas religiosas y piadosas viven vidas tristes y de agotamiento. Es extraño que tengan un vacío de sus estudios intelectuales “espirituales”, pese a estar sumergidos en sus "rutinas" sagradas. Esto significa que el alimento verdadero no viene mediante repasar doctrinas mentales. 

Y no solo los religiosos están expuestos a ese agotamiento. Todos podemos descuidar nuestra conexión con el Ajustador.

El hombre debe conectarse con la “Fuente”, el Espíritu Viviente de Dios que mora en nosotros para que “nos de vida”, nos “renueve” con una nueva fuerza constante, mientras más nos “conectamos” a él día a día. 

Y esta conexión con el Ajustador no es una vez y listo. Cada día debemos luchar por espiritualizar nuestra mente. Cada día debemos alimentarnos de esta Fuente de Energía para recobrar energías espirituales verdaderas.

Eso es lo que la “Religión del Espíritu” debe avivar en los hombres. El conocimiento de doctrinas y enseñanzas es bueno, pero las personas no deben estar atadas a un estado eterno de niñez espiritual. El hombre debe crecer, descubrir y conectar con la realidad viviente y no estar anclado al papel y tinta, a palabras intelectuales que no le permiten progresar en el alma. 

Es mediante la práctica y la experiencia que solo se consigue avanzar en los niveles del interior. Puedes haber repasado mil veces lo que es el Amor y el Perdón. Intelectualmente lo puedes tener muy claro. Pero a menos que hagas algo realmente amoroso y perdonador hacia otra persona, a menos que lo vivas en carne propia, jamás conocerás en toda su realidad lo que es el Amor y Perdón.

Solo el Ajustador residente nos guía a que hagamos acciones vivientes, concretas y reales en torno al crecimiento interior. Esta es la gran diferencia con las entelequias y misterios sagrados, doctrinas y supuestas nuevas luces.