INGSOC:
Hola A.J. gracias por la entrada, llevo tiempo pensando en esto, y es verdad la Biblia es muy clara......
Pero hay algo que realmente me preocupa con este tema de la resurrección, si los resucitados son como ángeles y no se casan ni se dan en matrimonio, ¿Como va ha hacer Jehova para "satisfacer el deseo de toda cosa viviente"?
Me explico, yo estoy casado y quiero mucho a mi esposa, mi deseo es estar con ella para siempre, si morimos y somos resucitados, se supones que ya no nos casamos.
Nuestro cuerpo ya no es el mismo, pero si nuestra personalidad, nuestro deseo sera estar juntos, y no vamos a poder, eso no va a hacernos mas felices.
Si no tenemos ese deseo ya, quiere decir que se nos ha cambiado algo mas que el cuerpo, lo cual choca con el libre albedrío.
¿Como va ha hacer el Padre para "satisfacer el deseo de toda cosa viviente"?
Sinceramente es un tema que me angustia.
Hola A.J. gracias por la entrada, llevo tiempo pensando en esto, y es verdad la Biblia es muy clara......
Pero hay algo que realmente me preocupa con este tema de la resurrección, si los resucitados son como ángeles y no se casan ni se dan en matrimonio, ¿Como va ha hacer Jehova para "satisfacer el deseo de toda cosa viviente"?
Me explico, yo estoy casado y quiero mucho a mi esposa, mi deseo es estar con ella para siempre, si morimos y somos resucitados, se supones que ya no nos casamos.
Nuestro cuerpo ya no es el mismo, pero si nuestra personalidad, nuestro deseo sera estar juntos, y no vamos a poder, eso no va a hacernos mas felices.
Si no tenemos ese deseo ya, quiere decir que se nos ha cambiado algo mas que el cuerpo, lo cual choca con el libre albedrío.
¿Como va ha hacer el Padre para "satisfacer el deseo de toda cosa viviente"?
Sinceramente es un tema que me angustia.
Gracias A.J.
Respuesta: Todos nos hemos angustiado alguna vez con esa posibilidad. Pero no debemos apresurarnos a juzgar el propósito sublime de Dios. Solo nos falta discernimiento cósmico. Algo que es imposible percibir ahora mientras seamos "niños":
"Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño" - 1 Corintios 13:11.
Cuando somos niños, tenemos sueños, héroes y un amor más apegado a nuestros padres. Literalmente llorábamos cuando nuestra madre se alejaba y nada podía consolar ese llanto. Solo el tiempo, el crecimiento y la experiencia podía demostrarnos que el desapago físico no significa carencia de amor, sino un Amor maduro y auténtico. Así, al crecer creamos otras relaciones humanas, y a nuestros padres los seguimos amando, pero sin el componente infantil de tristeza y desesperación al no verlos todos los días.
El Libro de Urantia nos ofrece una pequeña dosis de lo que los Reveladores denominan "Mota" o "discernimiento cósmico":
“La mota es más que una filosofía superior; es para la filosofía lo que son dos ojos comparados con uno; posee un efecto estereoscópico sobre los significados y los valores. El hombre material ve el universo, por así decirlo, con un solo ojo —plano. Los estudiantes de los mundos de estancia logran perspectiva cósmica —profundidad— mediante la superposición de las percepciones de la vida morontial sobre las percepciones de la vida física. Y consiguen enfocar claramente estos puntos de vista materiales y morontiales en gran parte a través del ministerio incansable de estos consejeros seráficos, quienes tan pacientemente enseñan a los estudiantes de los mundos de estancia y a los progresores morontiales. Muchos de los consejeros de enseñanza de la orden suprema de serafines comenzaron su carrera como asesores de las almas recién liberadas de los mortales del tiempo.”(554.2) 48:6.28
(535.4) 47:4.8 El mundo de estancia número dos provee más específicamente la eliminación de todas las fases de conflicto intelectual y para la curación de todas las variedades de la falta de armonía mental. El esfuerzo de dominar el significado de morontia mota, que comenzara en el primer mundo de estancia, continúa aquí más intensamente.
(535.2) 47:4.6 Aunque tengas cuerpo morontial, continúas, a través de todos estos siete mundos, comiendo, bebiendo y descansando. Compartes de la orden morontial de alimento, un reino de energía viviente desconocido en los mundos materiales. El cuerpo morontial utiliza plenamente tanto el alimento como el agua; no existe residuo de deshecho. Considera: el mundo de estancia número uno es una esfera muy material, que presenta los comienzos iniciales del régimen morontial. Aún estás muy cerca de la condición humana y no muy lejos de los puntos de vista limitados de la vida mortal, pero cada mundo revela un progreso definido. De esfera en esfera te vuelves menos material, más intelectual, y ligeramente más espiritual. El progreso espiritual es mayor en los últimos tres de estos siete mundos progresivos.
(536.4) 47:6.3 Es durante el período de capacitación en el mundo de estancia número cuatro cuando los mortales ascendentes conocen por primera vez las exigencias y delicias de la verdadera vida social de las criaturas morontiales. Y es en efecto una nueva experiencia para las criaturas evolucionarias participar de actividades sociales que no están basadas ni en la exaltación personal ni en la búsqueda de la autosatisfacción. Un nuevo orden social se está presentando, basado en la comprensión compasiva de apreciación mutua, el amor altruista y el servicio mutuo, y la motivación sobrecogedora de tener un destino común y supremo —la meta paradisiaca de perfección adoradora y divina. Los ascendentes se están volviendo autoconscientes del conocimiento de Dios, la revelación de Dios, la búsqueda de Dios, y el encuentro de Dios.
(537.5) 47:7.5 Un verdadero nacimiento de la conciencia cósmica toma lugar en el mundo de estancia número cinco; estás evolucionando un punto de vista universal. Éste es realmente un período de horizontes en expansión. La mente en expansión de los mortales ascendentes comienza a darse cuenta de que un destino estupendo y magnífico, excelso y divino, aguarda a todos los que completan la ascensión progresiva al Paraíso, que tan laboriosamente pero tan regocijada y auspiciosamente ha comenzado. Aproximadamente en este momento el mortal ascendente promedio comienza a manifestar un entusiasmo experiencial sincero por la ascensión a Havona. El estudio se está volviendo voluntario, el servicio altruista se torna natural, y la adoración, espontánea. Está naciendo un verdadero carácter morontial; una verdadera criatura morontial está evolucionando.
(539.4) 47:10.2 Juan el Revelador vio una visión de la llegada de una clase de mortales en avance desde el séptimo mundo de estancia a su primer cielo, las glorias de Jerusem. Registró: «Y vi como si fuese un mar de cristal entremezclado con fuego, y vi a aquellos que habían logrado la victoria sobre la bestia que originalmente los habitaba y sobre la imagen que persistía a través de los mundos de estancia y finalmente sobre la última marca y huella, de pie en el mar de cristal, con las arpas de Dios, cantando la canción de la liberación del temor y de la muerte». (Hay una comunicación espacial perfeccionada en todos estos mundos; y recibes estas comunicaciones en cualquier parte mediante el «arpa de Dios», un dispositivo morontial que compensa la inhabilidad de ajustar directamente el mecanismo sensorial morontial inmaduro a la recepción de las comunicaciones espaciales).
(539.5) 47:10.3 Pablo también tuvo un visión del cuerpo de ciudadanos ascendentes de mortales en perfeccionamiento en Jerusem, pues escribió: «Pero vendréis al Monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la celestial Jerusalén, y a una innumerable multitud de ángeles, a la gran asamblea de Micael, y a los espíritus de los hombres justos que se están perfeccionando».
Es verdad que el matrimonio es una asociación humana que nos llena en esta etapa aquí en la Tierra. Pero a menudo los matrimonios que envejecen juntos se dan cuenta que su amor se sublima más allá de la atracción inicial sexual (que es necesaria en los mundos materiales). Algunos matrimonios ancianos describen su experiencia como una época de gran compañerismo y descubrimiento. Ésto demuestra que incluso en esta etapa en la carne, el matrimonio y asociación humana evoluciona y cambia. Muchos descubren que la etapa romántica es importante, pero es solo una etapa progresiva que se sublima.
En los mundos de las resurrecciones, no hay matrimonios, pero hay placeres infinitiamente más gratificantes que el sexo, y hay muchos mecanismos de gratificación perfeccionados de compañerismo social y compenetración intelectual. Es difícil describirlo, pero nadie se siente solo, nadie se siente triste y los antiguas asociaciones nunca son rotas, se mantienen las comunicaciones exaltadas y llenas de regocijo, pero todo rasgo de familia inmediata de sangre ya no existe. Ahora descubren que son parte de una familia cósmica y universal. Un matrimonio, como el de INGSOC ya no será un matrimonio propiamente tal, pero dicha asociación y enriquecimiento mutuo espiritual nunca será desechado. Sin embargo, ámbos comprenderán que son miembros de una familia más amplia.
En cierta forma, este concepto fué integrado por Jesús de Nazaret con su congregación. Aunque de forma muy imperfecta e irregular, la congregación representa el embrión de la idea de la familia cósmica. Incluso el regocijo y éxtasis del contacto en una asamblea internacional de testigos u otro evento fraternal espiritual y social (intercambio espiritual de razas y cultura) podría asemejarse (aunque muy pálidamente) a la experiencia en los mundos de la resurrección.
Sin duda, experiencias sobrecogedoras y que no pueden concebirse con palabras van a satisfacer el verdadero deseo de toda cosa viviente: experimentar la realización plena y la gloria más alta.
El Propósito de Dios en verdad es maravilloso. Ésta vida actual es un gran regalo, una etapa que debe apreciarse cada día, y en la que nos preparamos para la auténtica vida: La vida que realmente lo es.