En nuestro proceso de creación de la realidad experimentamos estos elementos coordinados: Nuestro pensamiento, nuestras palabras, y la acción. Por ejemplo, al construir un edificio un arquitecto lo visualiza en su pensamiento, se logra una comunicación con otros, y finalmente se materializa con la acción. Toda manifestación que que involucre creación e interacción significa la unión triple del pensamiento-comunicación-acción. Esto no quiere decir que estemos divididos en tres personas, sino que utilizamos tres manifestaciones de nuestro propio ser. Como observamos, esto no tiene nada de oscuro y pagano. En muchas cosas observamos coordinaciones triples, como el pasado-presente y futuro. O anchura-altura-longitud. Padre, Madre e Hijo. El mismo libro de Proverbios habla de una cuerda triple que representa la Unión coordinada de Dios-El Esposo-La Esposa. Un comité puede funcionar de forma no polarizada cuando es un grupo de tres personas.
Cuando se escribió Urantia Book, existieron muchos problemas para transmitir conceptos de realidad cósmica al nivel humano. Por eso hay cierto reciclaje de palabras masivas comunes a muchas religiones como Padre y trinidad, salvación, etc. Sin embargo, la idea de la trinidad del Libro de Urantia no se asemeja al concepto pagano o al de la cristiandad. De la misma forma como el concepto de Salvación en el libro es superlativo en grado sumo a las ideas básicas. No hay que tropezar por la palabra.
El mismo Libro declara sobre el error de asociar su visión con las ideas paganas:
(1143.1) 104:0.1 NO SE debe confundir el concepto de la Trinidad de la religión revelada con las creencias en las triadas de las religiones evolucionarias. Las ideas de las triadas surgieron de muchas relaciones sugestivas pero principalmente debido a las tres articulaciones de los dedos, y porque era necesario un mínimo de tres patas para estabilizar un taburete, porque tres puntos de apoyo podían sostener una tienda; además, el hombre primitivo por mucho tiempo no sabía contar más allá de tres.
Y se deja claro que Jesús de Nazaret (Miguel de Nebadon) no es parte de la llamada "trinidad" de Urantia. Así que Jesús claramente NO es el Dios Supremo o Padre y eso está claramente definido:
(366.3) 33:1.2 Nuestro Hijo Creador no es el Hijo Eterno, el asociado existencial paradisiaco del Padre Universal y del Espíritu Infinito. Miguel de Nebadon no es un miembro de la Trinidad del Paraíso. Sin embargo, nuestro Hijo Maestro posee en su reino todos los atributos y poderes divinos que el mismo Hijo Eterno manifestaría si estuviera efectivamente presente en Salvington y ejerciera su actividad en Nebadon.
¿Qué es y cómo podemos definir el Concepto de la Trinidad del Paraíso según L.U? Intentaré dar una descripción con las propias palabras del Libro:
(108.4) 10:1.1 Parecería que el Padre, allá por la eternidad, inauguró una política de profunda autodistribución. Hay en la naturaleza altruista, amante y amable del Padre Universal algo inherente que lo hace reservarse el ejercicio exclusivo tan sólo de aquellos poderes y autoridad que al parecer encuentra imposible delegar o conceder.
(108.5) 10:1.2 El Padre Universal siempre se ha despojado de las partes de sí mismo que son otorgables a otro Creador o criatura. Ha delegado en sus Hijos divinos y en sus inteligencias asociadas todo poder y toda autoridad que pudiera ser delegada. Transfirió realmente a sus Hijos Soberanos, en los respectivos universos, toda prerrogativa de autoridad administrativa que fuera transferible. En los asuntos de un universo local, ha hecho a cada Hijo Creador Soberano tan perfecto, competente y con tanta autoridad como el Hijo Eterno es en el universo original central. Entregó, en realidad donó, con la dignidad y santidad de la posesión personal, todo de sí mismo y de sus atributos, todo lo que podía despojar, de toda forma, en todas las edades, en todos los lugares, y a todas las personas, y en todos los universos, excepto el de su morada central.
(109.1) 10:1.3 La personalidad divina no es egocéntrica; la autodistribución y el compartir de la personalidad caracterizan la identidad divina con libre albedrío. Las criaturas anhelan la asociación con otras criaturas personales; los Creadores se sienten motivados a compartir su divinidad con sus hijos universales; la personalidad del Infinito se revela como el Padre Universal, que comparte la realidad de su ser y la igualdad del yo con dos personalidades coordinadas: el Hijo Eterno y el Actor Conjunto.
Claramente Dios se transforma en Padre en el momento en que crea un ser diferente a él, en el cual él puede delegar, amar e interactuar. Al crearnos a nosotros, el Padre hace exactamente eso mismo, por cómo dice el mismo L.U, somos sus hijos proyectados y tenemos una fracción de su autodistribución, mientras él se reserva una porción absoluta que mantiene su personalidad en el Universo de los Universos.
Ahora bien, su primera distribuición es la del Hijo Eterno (que no es Miguel), y la energía que fluye entre ámbos para provocar la interacción: El Espíritu Infinito.
Antes de crear al Hijo Eterno, el Padre estaba contenido, y no había distribución de su energía. Al proyectarse en un ser diferente: Su Hijo, comienza automáticamente el circuito energético que los une. Y eso, como dice L.U:
"permite que el Padre pueda escapar del absolutismo de la personalidad".
(109.5) 10:2.1 Mediante la técnica de la trinidización el Padre se despoja de esa personalidad espiritual no cualificada que es el Hijo, pero al hacerlo, se constituye en el Padre de este mismo Hijo, y por ello se inviste de ilimitada capacidad de ser el Padre divino de todos los tipos de criaturas de voluntad inteligente posteriormente creadas, eventuadas, o de otro modo personalizadas.
(110.1) 10:2.3 El Hijo es indispensable para la paternidad de Dios. El Espíritu es indispensable para la fraternidad de la Segunda y Tercera Personas. Tres personas son un grupo social mínimo, pero ésta es la menos importante de todas las muchas razones para creer en la inevitabilidad del Actor Conjunto.
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Cómo notamos, se describe a la Trinidad como los tres primeros elementos coexistentes en la escala cósmica, elementos de coordinación absoluta y perfecta en un nivel perfecto de realidad compenetrada. El Hijo hace que Dios se vuelva Padre, y el Espíritu Santo (Actor Conjunto) es esencial para la fraternidad de ámbos seres. Pero no olvidemos que el Espíritu es una manifestación de la energía y personalidad controlada del mismo Padre Universal.
Sobre ésta coordinación se dice que: (110.4) 10:2.6 "ninguno es un duplicado; cada uno es original; todos están unidos".
(110.5) 10:2.7 El Padre conoce la experiencia de tener un Hijo que es su igual, pero el Padre no conoce de ningún antecedente ancestral. El Hijo Eterno tiene la experiencia de la filiación, reconocimiento del ancestro de personalidad, y al mismo tiempo el Hijo está consciente de ser un padre conjunto del Espíritu Infinito.
(111.4) 10:3.6 Observamos que el Padre se ha despojado de todas las manifestaciones directas de su absolutez excepto la paternidad absoluta y la volición absoluta. No sabemos si la volición es un atributo inalienable del Padre; sólo podemos observar que no se despojó de la volición. Tal infinidad de voluntad debe haber sido eternamente inherente a la Primera Fuente y Centro.
(112.1) 10:3.17 Todas estas renuncias y delegaciones de jurisdicción del Padre Universal son completamente voluntarias y autoimpuestas. El Padre todopoderoso asume intencionalmente estas limitaciones de la autoridad universal.
112.2) 10:3.18 El Hijo Eterno parece funcionar como uno con el Padre en todos los aspectos espirituales, excepto en los otorgamientos de los fragmentos de Dios y en otras actividades prepersonales. Tampoco está el Hijo estrechamente identificado con las actividades intelectuales de las criaturas materiales ni con las actividades energiales de los universos materiales. Como absoluto el Hijo funciona como persona solamente en el dominio del universo espiritual.
(112.3) 10:3.19 El Espíritu Infinito es asombrosamente universal e increíblemente versátil en todas sus operaciones. Actúa en las esferas de la mente, la materia y el espíritu. El Actor Conjunto representa la asociación Padre-Hijo, pero funciona también como él mismo.
(112.5) 10:4.2 La Deidad eterna está perfectamente unificada; sin embargo, hay tres personas perfectamente individualizadas de la Deidad. La Trinidad del Paraíso hace posible la expresión simultánea de toda la diversidad de rasgos del carácter y poderes infinitos de la Primera Fuente y Centro y sus eternos coordinados y de toda la unidad divina de las funciones universales de la Deidad indivisa.
(112.6) 10:4.3 La ilustración es burda, pero un padre, un hijo y un nieto podrían formar una entidad corporativa que sería no personal, y sin embargo estaría sujeta a sus voluntades personales.
(112.7) 10:4.4 El Padre, el Hijo, y el Espíritu pueden colaborar de una manera no trinitaria, pero no como tres Deidades. Como personas pueden colaborar como les plazca.
(112.8) 10:4.5 Recordad siempre que lo que hace el Espíritu Infinito es función del Actor Con-junto. Tanto el Padre como el Hijo están funcionando en él, y a través de él y como él.
Puesto que Urantia deja claro que se trata de un asunto decreciente y no de tres Padres iguales, sino más bien de tres elementos precursores de todo combinados y coordinados, el emblema es el de los tres círculos concéntricos. Un Padre que envuelve todo y sobre todo y en el interior la manifestación de su Hijo Primordial con la Fuerza que los une, y así en una escala interminable de seres que llegan hasta nosotros. O también el Padre desde el centro como origen y que se expande hacia afuera mediante sus creaciones.