Gloria a Micael y Gloria al Padre Universal
Y él descendió sobre vuestro mundo terrenal, con el propósito de conocer nuestra propia experiencia mortal, y de que conozcamos la buena nueva: que somos hijos de un Dios y consecuentemente hermanos.
Y durante un tiempo del tiempo de la tierra, Micael no supo de su verdadero origen y naturaleza divina. Micael -nuestro Jesús de Nazaret, por voluntad propia se negó a si mismo, y durante los años de infancia y adolescencia, su pensamiento humano y evolucionario se debatió en nuestra misma angustia, padeció nuestras mismas incertidumbres y combatió en nuestras mismas tinieblas. Fue igual en todo a sus más humildes criaturas. Y lenta y progresivamente de acuerdo con los designios del Padre y del Hijo Eterno, el Micael encarnado, fue elevándose en la perfección espiritual, descubriendo que al igual que los restantes mortales, su pensamiento, su alma y espíritu se hallaban habitados por una PORCION DEL PADRE. Y Jesús de Nazaret fue uno con su monitor de misterio. Y EN ESE HISTORICO MOMENTO MICAEL SUPO QUIEN ERA DE VERDAD. Y SU NATURALEZA DIVINA ESTALLO EN TODO SU ESPLENDOR.
Jesús de Nazaret, con su vida, muerte y resurrección nos ha dado el camino, la verdad y la vida para llegar al Padre.
