lunes, 2 de abril de 2012

¿Vivirá Cristo en la Tierra?

Monte Fuji Japón

Algunas religiones enseñan que Cristo bajará a la Tierra y las personas no se irán al cielo, sino que vivirán para siempre aquí mismo. Esta doctrina se debe a una interpretación sesgada de la Biblia y con ciertos tintes de atribuir que la zona de Palestina aún mantiene la condición de Tierra Santa. Por ejemplo la Iglesia Mormona dice:


"Entre las enseñanzas de La Doctrina Mormona se encuentra el reinado de Cristo sobre esta tierra, a lo que se le llama El Milenio. Este tiempo será de mil años donde el Señor mismo gobernará y será un reinado de paz, amor y gozo, donde se revelará toda verdad, no habrá guerras ni enfermedades y el hombre vivirá en amistad con todo el reino animal. Este período de tiempo iniciará con la Segunda Venida del Salvador, éstos serán los últimos mil años de la existencia temporal de la tierra.


Ya que Jesucristo personalmente vivirá en la Tierra, los mormones creen que ésta será limpiada, y volverá a ser como lo era cuando Adán y Eva vivían en el Jardín de Edén. Ellos creen que toda la tierra será un hermoso jardín y que no habrá diferentes continentes como hay ahora, sino que la tierra estará nuevamente unida en un solo lugar como lo era en el principio".


El Islam también ofrece una creencia similar:


El Profeta Jesús, que la paz sea con él, todavía esta vivo—en el segundo cielo—adorando a Dios. Él descenderá a la tierra antes del día del juicio y su descenso será una de las grandes señales del acercamiento de ese día. El Profeta Muhammad,salalahu ^alayhi wa salam, nos informó que el Profeta Jesúsdescenderá a la tierra en un lugar en el este de Damasco, con sus manos apoyadas en las alas de dos ángeles. Él se reunirá con un grupo de musulmanes preparándose para rezar con el Mahdiyy como su Imam


Después de que descienda, el Profeta Jesús gobernará en la tierra con la Ċhari^ah del Profeta Muhammad, la Ċhari^ah que los musulmanes tienen la orden de seguir hasta el día del juicio.


Después de su descenso el Profeta Jesúsvivirá en la tierra por cuarenta (40) años. Se casará y tendrá hijos. Después, morirá y será enterrado. ^Abdulah Ibn Salam dijo, “Esta escrito en el Tora original que el Profeta Jesússerá enterrado junto al Profeta Muhammad, salalahu ^alayhi wa salam” (En el aposento de ^A’iċhah).


Muchas creencias nos hablan de este supuesto Retorno en la carne del Hijo del Hombre. Sin embargo, como iremos viendo son rezagos deformados de ciertas ideas personales que incluso albergaron los discípulos de Cristo con respecto a su papel Mesiánico en la Tierra de Israel. Él fué enfático en destruir de la mente de los judíos esa idea errada del Mesías político reinando en la Jerusalén terrestre. ¿Por que habría entonces de aplazarla 2000 años? ¿No habría sido lógico instaurar el reino en su primera visita en la carne? ¿Será que acaso los cristianos evangelistas están todavía cometiendo el mismo error de esos discípulos que creían que el Maestro se establecería en la Tierra? ¿Habrán entendido mal las Escrituras Hebreas?


La esperanza de los cristianos primitivos


 Filipenses 3:14: "sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús."


Filipenes 1:21-24: "Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Ahora bien, si seguir viviendo en este mundo representa para mí un trabajo fructífero, ¿qué escogeré? ¡No lo sé! Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor, pero por el bien de ustedes es preferible que yo permanezca en este mundo."


2 Corintios 5: 1-10: "De hecho, sabemos que si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas. Mientras tanto suspiramos, anhelando ser revestidos de nuestra morada celestial, porque cuando seamos revestidos, no se nos hallará desnudos. Realmente, vivimos en esta tienda de campaña, suspirando y agobiados, pues no deseamos ser desvestidos sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. Es Dios quien nos ha hecho para este fin y nos ha dado su Espíritu como garantía de sus promesas. 


Por eso mantenemos siempre la confianza, aunque sabemos que mientras vivamos en este cuerpo estaremos alejados del Señor. Vivimos por fe, no por vista. Así que nos mantenemos confiados, y preferiríamos ausentarnos de este cuerpo y vivir junto al Señor. Por eso nos empeñamos en agradarle, ya sea que vivamos en nuestro cuerpo o que lo hayamos dejado. Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo."


Romanos 15: 35-38: "Tal vez alguien pregunte: «¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué clase de cuerpo vendrán?» ¡Qué tontería! Lo que tú siembras no cobra vida a menos que muera. No plantas el cuerpo que luego ha de nacer sino que siembras una simple semilla de trigo o de otro grano. Pero Dios le da el cuerpo que quiso darle, y a cada clase de semilla le da un cuerpo propio."


Romanos 15: 42-54: "Así sucederá también con la resurrección de los muertos. Lo que se siembra en corrupción, resucita en incorrupción; lo que se siembra en oprobio, resucita en gloria; lo que se siembra en debilidad, resucita en poder; se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, también hay un cuerpo espiritual. Así está escrito: «El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente»; el último Adán, en el Espíritu que da vida. No vino primero lo espiritual sino lo natural, y después lo espiritual. El primer hombre era del polvo de la tierra; el segundo hombre, del cielo. Como es aquel hombre terrenal, así son también los de la tierra; y como es el celestial, así son también los del cielo. Y así como hemos llevado la imagen de aquel hombre terrenal, llevaremos también la imagen del celestial


Les declaro, hermanos, que el cuerpo mortal no puede heredar el reino de Dios, ni lo corruptible puede heredar lo incorruptible. Fíjense bien en el misterio que les voy a revelar: No todos moriremos, pero todos seremos transformados, en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al toque final de la trompeta. Pues sonará la trompeta y los muertos resucitarán con un cuerpo incorruptible, y nosotros seremos transformados. Porque lo corruptible tiene que revestirse de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad. Cuando lo corruptible se revista de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está escrito: «La muerte ha sido devorada por la victoria.» «¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?» El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!"


1 Juan 3: 1,2: "¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él. Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que habremos de ser. Sabemos, sin embargo, que cuando Cristo venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es."


Estos pasajes han sido extremadamente claros.

Hebreos 11:16: "Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad." 


Filipenses 3:19-21: "Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Sólo piensan en lo terrenal. En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas."


Hay muchos otros textos y pasajes que nos muestran que la esperanza para los cristianos consagrados es la vida "celestial", en otras "moradas" y lugares de "habitación eternos".