1212:3 110:7.2 Cuando
un ser humano ha completado los círculos de logro cósmico, y más allá, cuando la
elección final de la voluntad mortal permite que el Ajustador complete la
asociación de la identidad humana con el alma morontial durante la vida
evolucionaria y física, estos enlaces consumados, entre el alma y el Ajustador,
proceden independientemente a los mundos de estancia, y entonces se promulga el
mandato de Uversa que provee la fusión inmediata del Ajustador y del alma
morontial. Esta fusión durante la vida física consume instantáneamente al cuerpo
material; los seres humanos que pudieran presenciar tal espectáculo tan sólo
observarían al mortal que está siendo trasladado, desaparecer "en carros de
fuego".
El Libro de Urantia también declara que Enoc fué el primer humano en lograr la fusión con su Ajustador. Mucho después Elías también logró la cúspide de la existencia.
Muy pocos han logrado el nível máximo de la experiencia humana.
“Cuando se ha efectuado la fusión con el Ajustador, ya no puede existir ningún peligro futuro que amenace la carrera eternal de dicha personalidad. Los seres celestiales pasan por pruebas a lo largo de una larga experiencia, pero los mortales pasan por un período de pruebas relativamente corto e intenso en los mundos evolucionarios y morontiales.” (1237.6) 112:7.4
Y las Edades de Luz y Vida los hombres ya casi no experimentan la muerte:
(623.1) 55:2.1 La mayoría de los seres evolucionarios avanzados, ciudadanos de mundos que existen en la era final de luz y vida, no mueren; son trasladados directamente de la vida en la carne a la existencia morontial.
(623.4) 55:2.4 Una vez que la familia, los amigos y el grupo de trabajo de dicho candidato para la fusión se han congregado en el templo morontial, se los distribuye alrededor del escenario central en el que descansan los candidatos para la fusión, quienes departen libremente con sus amigos reunidos. Se forma un círculo intermedio de personalidades celestiales para proteger a los mortales materiales de la acción de las energías que se manifiestan en el instante del «destello de vida» que libera al candidato para la ascensión de las cadenas de la carne material, haciendo de este modo para dicho mortal evolucionario todo lo que la muerte natural hace para los que así son liberados de la carne.
(623.5) 55:2.5 Se pueden congregar al mismo tiempo muchos candidatos para la fusión en el espacioso templo. ¡Qué bella ocasión cuando los mortales se reúnen así para presenciar la ascensión en llamas espirituales de sus seres queridos!, y ¡qué contraste con aquellas edades previas en las que los mortales deben entregar sus muertos al abrazo de los elementos terrestres! Las escenas de llantos y lamentos características de las épocas más primitivas de la evolución humana son reemplazadas ahora por la felicidad estática y el más sublime entusiasmo, mientras estos mortales que conocen a Dios se despiden temporalmente de sus seres queridos que al liberarse de sus asociaciones materiales mediante los fuegos espirituales de consumidora grandeza y gloria ascendente. En los mundos establecidos en luz y vida, «los funerales» son ocasiones de felicidad suprema, satisfacción profunda, y esperanza inexpresable.
(623.6) 55:2.6 Las almas de estos mortales en progreso están cada vez más pletóricas de fe, esperanza y certidumbre. El estado de ánimo que impregna a los que han reunido alrededor del santuario de traslado se asemeja al de los amigos y familiares regocijados que se congregan para la ceremonia de graduación de un integrante de su grupo, o que se congregan para presenciar el otorgamiento de un gran honor a uno de ellos. Y sería muy útil que los mortales menos avanzados pudieran aprender a visualizar la muerte natural con un poco de esta misma alegría y regocijo.
(624.1) 55:2.7 Los observadores mortales nada pueden ver de sus asociados trasladados después del destello de fusión. Estas almas trasladadas proceden por tránsito Ajustador directamente a la sala de resurrección del correspondiente mundo de capacitación morontial. Estas transacciones que se ocupan del traslado de los seres humanos vivientes al mundo morontial son supervisadas por un arcángel que es asignado a dicho mundo el día en que éste es establecido en luz y vida.
(624.2) 55:2.8 Cuando un mundo llega a la cuarta etapa de luz y vida, más de la mitad de los mortales abandonan el planeta por traslado de entre los vivos. Esta disminución del fenómeno de la muerte continúa cada vez más, pero no conozco ningún sistema cuyos mundos habitados, aunque hayan sido establecidos en vida por mucho tiempo, estén completamente libres de la muerte natural como técnica de escape de las cadenas de la carne. Hasta tanto no se alcance uniformemente tan alto estado de evolución planetaria, los mundos de capacitación morontial del universo local deben continuar operando como esferas de enseñanza y cultura para progresores morontiales evolutivos. La eliminación de la muerte es teóricamente posible, pero según mis observaciones, aún no ha ocurrido. Tal vez dicho estado pueda ser alcanzado durante los tramos alejados de las épocas sucesivas de la séptima etapa de vida planetaria establecida.
(624.3) 55:2.9 Las almas trasladadas de las edades florecientes de las esferas establecidas no pasan por los mundos de estancia. Tampoco se detienen, como estudiantes, en los mundos morontiales del sistema o de la constelación. No pasan por ninguna de las primeras eta-pas de la vida morontial. Son los únicos mortales ascendentes que casi escapan la transición morontial de la existencia material al estado semiespiritual. La experiencia inicial de dichos mortales aprehendidos por el Hijo en la carrera de ascensión consiste en el servicio de los mundos de progresión de la sede central del universo. A partir de estos mundos de estudio de Salvington, vuelven como maestros a aquellos mismos mundos por los cuales no tuvieron que pasar, dirigiéndose posteriormente hacia adentro, hacia el Paraíso, por el camino establecido de la ascensión mortal.
(624.4) 55:2.10 Si pudieras visitar un planeta en etapa avanzada de desarrollo, rápidamente comprenderías las razones que han determinado la recepción diferencial de los mortales ascendentes en los mundos de estancia y en los mundos morontiales más elevados. Prontamente comprenderías que los seres que proceden de estas esferas altamente evolucionadas están preparados para reanudar la ascensión al Paraíso en un nivel mucho más adelantado que el de los mortales promedio que provienen de un mundo desordenado y atrasado como lo es Urantia.
(624.5) 55:2.11 Sea cual fuere el nivel de logro planetario del cual provienen los seres humanos que ascienden a los mundos morontiales, las siete esferas de estancia les proporcionan amplia oportunidad para obtener experiencia como estudiantes maestros de todo lo que no experimentaron debido al estado avanzado de sus planetas nativos.
(624.6) 55:2.12 El universo es infalible en la aplicación de estas técnicas igualizadoras diseñadas para asegurar que ningún ascendentero sea privado de nada de lo que es esencial para su experiencia de ascensión.