domingo, 11 de agosto de 2013

Lograr amar verdaderamente al semejante

 Durante años se ha repetido el mensaje de amar al prójimo, etc. Se presenta como algo que requiere esfuerzo, como un deber, etc. Pero rara vez se explica lo que implica amar verdaderamente y como se puede mantener dicha experiencia como una realidad permanente y no como un pasajero estado de ánimo producto de algún discurso o artículo.
 
Una de las cosas importantes que jamás he leído están en éstos párrafos de los Documentos de Urantia. Debo reconocer que cuando los leí esto me impactó profundamente.

(1098.1) 100:4.4 En la vida física, los sentidos se percatan de la existencia de las cosas; la mente descubre la realidad de los significados; pero la experiencia espiritual revela al individuo los verdaderos valores de la vida. Estos altos niveles de vida humana se logran en el amor supremo de Dios y en el amor altruista del hombre. Si amas a tus semejantes, debes haber descubierto sus valores. Jesús amaba tanto a los hombres, porque les adjudicaba un valor tan alto. Puedes mejor descubrir los valores de tus asociados descubriendo sus motivaciones. Si alguien te irrita, te produce sentimientos de resentimiento, debes buscar con simpatía el discernimiento de su punto de vista, sus razones de una conducta tan censurable. Una vez que entiendas a tu prójimo, te volverás tolerante, y esta tolerancia crecerá en amistad y madurará en el amor.

(1098.2) 100:4.5 Forma con los ojos de la mente el retrato de uno de vuestros antepasados primitivos de los tiempos de las cavernas —un hombre bajo, deforme, corpulento, sucio, hosco, de pie, con las piernas abiertas, blandiendo un garrote, emanando odio y animosidad, a medida que fija la vista delante de él con expresión feroz. Este cuadro no pinta la dignidad divina del hombre. Pero ampliemos el cuadro. Frente a este humano animado se agazapa un tigre de dientes sable. Detrás de él, una mujer y dos niños. Inmediatamente reconocerás que este cuadro simboliza los comienzos de mucho de lo que es noble y bueno en la raza humana; pero el hombre es el mismo en ambas situaciones. Sólo que en la segunda, tienes un horizonte más amplio. Allí disciernes la motivación de este mortal evolutivo. Su actitud se vuelve loable, porque lo comprendes. Si puedes tan sólo imaginar los motivos de tus asociados, cuanto mejor podrás comprenderlos. Si tan sólo puedes conocer a tus semejantes, finalmente te enamorarás de ellos.

(1098.3) 100:4.6 No puedes realmente amar a tus semejantes por un simple acto de tu voluntad. El amor tan sólo nace de la comprensión completa de las motivaciones y sentimientos de tus semejantes. No es tan importante amar a todos los hombres hoy como lo es que cada día aprendes a amar aún a uno más entre los seres humanos. Si cada día o cada semana consigues comprender a uno más de entre tus semejantes, y si éste es el límite de tu habilidad, estás entonces ciertamente socializando y verdaderamente espiritualizando tu personalidad. El amor es contagioso, y cuando la devoción humana es inteligente y sabia, el amor es más contagioso que el odio. Pero tan sólo el amor genuino y altruista es verdaderamente contagioso. Si cada mortal pudiese volverse tan sólo el objeto de un afecto dinámico, este virus benigno del amor llenaría muy pronto la corriente sentimental de emoción de la humanidad hasta tal punto que toda civilización estaría comprendida por el amor y ésa sería la realización de la hermandad del hombre.

 
Cuando se insta a amar  más bien debería animarse primero a comprender al semejante. Esto efectivamente tornaría el amor en algo real y no en una mera palabra mañoseada.

"Vuestra incapacidad o vuestra mala disposición para perdonar a vuestros semejantes es la medida de vuestra inmadurez, de vuestro fracaso en alcanzar el nivel adulto de compasión, de comprensión y de amor.
 
Vuestros rencores y vuestras ideas de venganza son directamente proporcionales a vuestra ignorancia de la naturaleza interior y de los verdaderos anhelos de vuestros hijos y de vuestros semejantes.
 
El amor es la manifestación exterior del impulso de vida interior y divino. Está basado en la comprensión, alimentado por el servicio desinteresado y perfeccionado con la sabiduría." Pág.-1898


"Cuando un hombre sensato comprende los impulsos internos de sus semejantes, los ama. Y cuando amáis a vuestro hermano, ya lo habéis perdonado. Esta capacidad para comprender la naturaleza del hombre y para perdonar sus aparentes fechorías, es divina". Pág.-1898

Si esto fuera en enseñado el Amor se tornaría como algo inteligente y práctico. Una organización o grupo puede alegar una especie de marca identificadora debido a una vinculación doctrinal, pero aquello no necesariamente significa amor en sentido real. Los habitantes de cualquier pueblo o país por un sentido de pertenencia a su grupo social también muestran cierta dosis de unidad y cohesión. Pero el Amor realmente se manifiesta con personas y circunstancias adversas, o personas supuestamente indignas de ser amadas:

 Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. - Lucas 6:32

La verdadera naturaleza del Amor implica precisamente la comprensión y luego el Amor a quiénes no pertenecen a nuestros círculos o grupos. También implica amar a quiénes nos irritan y con quiénes tenemos diferencias. Implica amar incluso a los equivocados. Implica comprender sus motivos y por que viven así. Alguien puede ser áspero o aparentemente torpe en palabras y acciones. Pero sin duda hay motivos que han llevado a ese ser humano a ser alguien irritante.

Los pecadores son dignos de ser amados y rehabilitados porque buscan (de forma errónea) el Amor. Todos los seres buscan algo, buscan sobre todo amor, reconocimiento, aceptación y felicidad. Un drogadicto o ladrón también busca la felicidad, anhela ser amado a tal grado que esa búsqueda de la felicidad lo ha llevado por un sendero errado. Jesús sabía que estas personas también merecen ser amadas y buscadas con mas cariño, por que son hijos que al buscar la felicidad se han perdido.

Si se enseñara más a los hombres lo importante que es la comprensión hacia el semejante (el percibir sus motivos), el Amor verdaderamente actuaría mejor en nosotros. Esto nos convertirá en Hijos de Dios con el punto de vista de Dios.

 Y esto transformaría al mundo entero.