El Señor mediará
entre los pueblos
y resolverá conflictos entre naciones poderosas y lejanas.
Ellos forjarán sus espadas para convertirlas en rejas de arado
y sus lanzas en podaderas.
No peleará más nación contra nación,
ni seguirán entrenándose para la guerra.
Todos vivirán en paz y prosperidad;
disfrutarán de sus propias vides e higueras
porque no habrá nada que temer. - Miqueas 4:3,4
y resolverá conflictos entre naciones poderosas y lejanas.
Ellos forjarán sus espadas para convertirlas en rejas de arado
y sus lanzas en podaderas.
No peleará más nación contra nación,
ni seguirán entrenándose para la guerra.
Todos vivirán en paz y prosperidad;
disfrutarán de sus propias vides e higueras
porque no habrá nada que temer. - Miqueas 4:3,4
Y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones; y su Señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra - Zacarías 9:10.
¿Cómo se producirán semejantes cambios? Se nos dice que las naciones seguirán existiendo, pero cederán su soberanía y capacidad de declarar la guerra a un poder superior de las alturas.
(1490.3) 134:5.17 Con el progreso científico, las guerras
serán cada vez más devastadoras, hasta volverse prácticamente un suicidio
racial. ¿Cuántas guerras mundiales habrán de librarse, cuántas ligas de
naciones habrán de fracasar, para que el hombre esté dispuesto a establecer el
gobierno de la humanidad, y empiece a disfrutar de las bendiciones de la paz
permanente, y a recoger los frutos de la tranquilidad de la buena voluntad
entre sí mismos —la buena voluntad mundial—?
(1487.9) 134:5.2 Las guerras en Urantia no han de acabar
nunca mientras las naciones se afierren a las nociones ilusorias de ilimitada
soberanía nacional. Tan sólo hay dos niveles de soberanía relativa en un mundo
habitado: el libre albedrío espiritual del mortal como individuo y la soberanía
colectiva de toda la humanidad. Entre el nivel del ser humano individual y el
nivel de la humanidad total, todas las agrupaciones y asociaciones son
relativas, transitorias y de valor, únicamente si mejoran el bienestar y el
progreso del individuo y de la humanidad en conjunto —el hombre y la humanidad.
(1488.1) 134:5.3 Los maestros religiosos deben recordar
siempre que la soberanía espiritual de Dios está por encima de todas las
lealtades espirituales interpuestas e intermedias. Algún día aprenderán los
gobernantes civiles que los Altísimos son quienes gobiernan en los reinos de
los hombres.
Y es en esta
parte, que los Hijos renacidos de Dios han de guiar a los líderes del mundo que
habrán vuelto a experimentar el fracaso de las políticas nacionalistas, el
separatismo, la autodeterminación y el enlazamiento de una Era materialista que
ha de desplomarse.
(1488.2) 134:5.4 El reinado de los Altísimos en los
reinos de los hombres, no es para el beneficio exclusivo de un grupo
especialmente favorecido de mortales. No existe tal cosa como un «pueblo
elegido». El reinado de los Altísimos, los supercontroladores de la evolución
política, es un régimen formado con el objeto de fomentar el máximo bien, para
el máximo número de hombres,
y durante un tiempo de la máxima longitud.
(1489.1) 134:5.10 Urantia
no disfrutará de una paz duradera hasta que las llamadas naciones soberanas no
cedan inteligente y plenamente sus poderes soberanos en las manos de la
fraternidad de los hombres —el gobierno de la humanidad.
(1491.2) 134:6.8 Las naciones de Urantia no han poseído una soberanía verdadera; no han tenido nunca una soberanía que las protegiera de los estragos y devastaciones de las guerras mundiales. Al crear un gobierno mundial de la humanidad, las distintas naciones no dejan su soberanía como tal, sino que crean en realidad una soberanía mundial verdadera y permanente, que de ahí en adelante podrá protegerlas de todas las guerras. Los asuntos locales serán manejados por los gobiernos locales; los asuntos nacionales, por los gobiernos nacionales; los asuntos internacionales serán administrados por el gobierno mundial.
(1491.2) 134:6.8 Las naciones de Urantia no han poseído una soberanía verdadera; no han tenido nunca una soberanía que las protegiera de los estragos y devastaciones de las guerras mundiales. Al crear un gobierno mundial de la humanidad, las distintas naciones no dejan su soberanía como tal, sino que crean en realidad una soberanía mundial verdadera y permanente, que de ahí en adelante podrá protegerlas de todas las guerras. Los asuntos locales serán manejados por los gobiernos locales; los asuntos nacionales, por los gobiernos nacionales; los asuntos internacionales serán administrados por el gobierno mundial.
Se acerca una crisis mundial sin precedentes, que hará emerger a los Maestros del Cuerpo de Reserva del Destino que estarán listos para guiar a la humanidad por el oscuro trayecto que le aguarda. Estas almas renacidas entonces proveerán la inspiración para un liderazgo inteligente que logre una reorganización completa del mundo donde las naciones realmente batirán sus espadas en rejas de arado.
Las mismas armas serán usadas como herramientas, la energía nuclear, las cabezas nucleares tendrán que ser ocupadas como herramientas de trabajo para la solución del problema energético del mundo. De esta forma, las armas como espadas serán transformadas en rejas de arado.