martes, 15 de julio de 2014

Lo que la Biblia enseña: ¿Cuál es el propósito para la Tierra?


“Él ha fundado la tierra sobre sus lugares establecidos; no se le hará tambalear hasta tiempo indefinido, ni para siempre” – Salmo 104:5.

Una generación se va, y una generación viene; pero la tierra subsiste aun hasta tiempo indefinido” – Eclesiastés 1:4.

Como notamos, la Biblia enseña que la Tierra ha sido creada para existir hasta tiempo indefinido como la morada de la humanidad como especie, pero no como individuos. Las generaciones van y vienen.

“E hizo de un solo [hombre] toda nación de hombres, para que moren sobre la entera superficie de la tierra, y decretó los tiempos señalados y los límites fijos de la morada de [los hombres],  para que busquen a Dios, por si buscaban a tientas y verdaderamente lo hallaban, aunque, de hecho, no está muy lejos de cada uno de nosotros. Porque por él tenemos vida y nos movemos y existimos” – Hechos 17:26-28

Como notamos, los seres humanos tienen un “tiempo señalado” para morar en la Tierra, lo cual indica que la existencia de los individuos humanos es transitoria. Se nos llama “forasteros y residentes temporales” en la Tierra (1 Pedro 2:11). Pablo también declara que los justos son “extraños y residentes temporales en la tierra” (Hebreos 11:13).

Esto incluso había quedado claro en los tiempos antes de los cristianos, cuando aún no se había explicado en más detalle el asunto de la resurrección celestial:

“Así es que la tierra no debe venderse en perpetuidad, porque la tierra es mía. Pues ustedes son residentes forasteros y pobladores desde mi punto de vista” – Levítico 25:23.

“Hazme conocer, oh Jehová, mi fin, y la medida de mis días... lo que es, para que yo sepa cuán transitorio soy. ¡Mira! Has hecho que mis días sean solo unos cuantos; y la duración de mi vida es como nada enfrente de ti. De seguro todo hombre terrestre, aunque firmemente plantado, no es nada salvo una exhalación”. – Salmo 39:4,5

Sin embargo, la Biblia enseña que colectivamente, una especie humana justa y pacifica habitará la Tierra por los siglos de los siglos:

“Porque tal como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer subsisten delante de mí —es la expresión de Jehová—, así seguirán subsistiendo la prole de ustedes y el nombre de ustedes.” – Isaías 66:22

De la misma forma como la promesa de Abrahán se cumple en sus descendientes, los cuales recuerdan su nombre, así los descendientes de los Hijos renacidos de Dios formarán una humanidad justa que transformará la Tierra en un Paraíso.

“Y ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán [su] fruto.  No edificarán y otro [lo] ocupará; no plantarán y otro [lo] comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal. No se afanarán para nada, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole [que está] compuesta de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos” – Isaías 65:21-23

Cómo notamos en estos pasajes, son la prole y los descendientes de una nueva humanidad la que transformará gradualmente la Tierra en un lugar que ya existe como realidad en las moradas celestiales.


En el Salmo 115:16 leemos:

 “Los cielos son los cielos de Jehová; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres”.

Son en "los hijos", en "la prole", en los "descendientes", en la perpetuación de la especie humana como se cumple la eternidad del hombre como género en la Tierra, pero no en la eternización del individuo en una especie de incorrupción corporal.

La humanidad siempre existirá y habitará este planeta. E incluso finalmente la Tierra será habitada totalmente por generaciones de personas justas. La Tierra entrará finalmente en una etapa maravillosa (Isaías 11:9). 

La Biblia indica que Dios bendijo a los peces y aves para que procrearan en la Tierra (Génesis 1:22). Después de crear a los animales terrestres  y al hombre, también se le da el mandato de llenar la Tierra (Génesis 1:28). Lógicamente el llenar la Tierra se logra mediante la reproducción y nacimiento de los seres vivos, y no mediante una técnica de resurrección masiva o algún otro sistema, ya que los seres vivientes nacen, se reproducen y mueren. Al leer bien el Génesis, notamos que el hombre entra en ese ritmo de todas las criaturas. Por eso Eclesiastés dice:

“Porque hay un suceso resultante respecto a los hijos de la humanidad y un suceso resultante respecto a la bestia, y ellos tienen el mismo suceso resultante. Como muere el uno, así muere la otra; y todos tienen un solo espíritu, de modo que no hay superioridad del hombre sobre la bestia, porque todo es vanidad.  Todos van a un solo lugar. Del polvo han llegado a ser todos, y todos vuelven al polvo”. – Eclesiastés 3:19,20

Por lo general se suele citar el Salmo 37:29 y otros similares (como Mateo 5) para probar la creencia de una vida imperecedera en la carne humana. Pero estudiemos el contexto del Salmo 37:

18 Jehová está al tanto de los días de los exentos de falta,
y la mismísima herencia de ellos continuará aun hasta tiempo indefinido. 

22 Pues los que están siendo bendecidos por él poseerán ellos mismos la tierra,
pero aquellos contra quienes él invoca el mal serán cortados.

23 Por Jehová los mismísimos pasos de un hombre físicamente capacitado han sido preparados,y en su camino Él se deleita.

24 Aunque caiga, no será arrojado abajo,
porque Jehová está sosteniendo su mano.

25 Un joven era yo, también he envejecido,
y sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente,
ni a su prole buscando pan.

26 Todo el día él está mostrando favor y prestando,
y así es que su prole está en vías de recibir una bendición.

27 Apártate de lo que es malo y haz lo que es bueno,
y por lo tanto reside hasta tiempo indefinido.

28 Porque Jehová es amador de la justicia,
y no dejará a los que le son leales.

Hasta tiempo indefinido ciertamente serán guardados;
pero en cuanto a la prole de los inicuos, esta en verdad será cortada.

29 Los justos mismos poseerán la tierra,
y residirán para siempre sobre ella.

30 La boca del justo es la que profiere sabiduría en voz baja,
y suya es la lengua que habla justamente.

31 La ley de su Dios está en su corazón;
sus pasos no vacilarán.

El término "para siempre" (TNM "tiempo indefinido") y que se usa para la tierra en Eclesiastés y los Salmos, viene del hebreo ohlam y no significa necesariamente "eterno." Se usa en aspectos relacionados con la ley Mosaica y del sacerdocio Aarónico -cosas que eran de larga duración pero no eternas- como se puede ver cuando se usa una concordancia.

Cómo hemos observado, el Salmista incluye la famosa afirmación de "residirán para siempre" en medio de "hasta tiempo indefinido" y el versículo 18 nos habla de que la "herencia de ellos" es la que durará hasta tiempo indefinido. Claramente esto es en aspecto genérico, porque el mismo Salmista se incluye como ejemplo y dice de un hombre bendecido:

Un joven era yo, también he envejecido,
y sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente,
ni a su prole buscando pan.

Este tipo de vida bendecida es la que hace referencia Job:

16 Y después de esto Job continuó viviendo ciento cuarenta años, y llegó a ver a sus hijos y sus nietos... cuatro generaciones. 17 Y gradualmente murió Job, viejo y satisfecho de días. 

Sobre el Israel que retornaría del exilio, Jehová también empleó este lenguaje:



.Y ellos tienen que reedificar los lugares que han estado devastados por largo tiempo; levantarán hasta los lugares desolados de tiempos pasados, y ciertamente renovarán las ciudades devastadas, los lugares [que] por generación tras generación [han estado] desolados. 

En vez de la vergüenza de ustedes habrá una porción doble, y en vez de humillación ellos clamarán gozosamente por la parte que les corresponde. Por lo tanto, en su tierra ellos tomarán posesión de hasta una porción doble. Regocijo hasta tiempo indefinido es lo que vendrá a ser suyo. - Isaías 61:4,7

“Porque tal como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer subsisten delante de mí —es la expresión de Jehová—, así seguirán subsistiendo la prole de ustedes y el nombre de ustedes.” - Isaías 66:2

Las figuras literarias presentadas nos indican que los justos y sus hijos heredarán la Tierra. Pero esto no significa una liberación automática de la muerte física. Más bien, la raza o prole humana justa vivirá para siempre como especie, y en alguna etapa avanzada, la muerte física será erradicada para siempre (Rev. 21:3,4).


En el Salmo 37, David está realmente hablando acerca de los tratos de Dios y del modo de manifestarse entonces, en su día, como demuestra una comparación con los versículos 35 y 36. Algunos entienden que las palabras de Jesús en Mateo 5:3-11 aplican a un grupo especial de “ungidos” debido según parece a expresiones como "suyo es el reino de los cielos," etc. Entonces, para ser consistentes, deben entender el versículo 5 (que corresponde con el Salmo 37:11) como que también les aplica a ellos. Pero la realidad es que el Padre ha hecho que Cristo sea el heredero de todas las cosas, incluida la tierra, y sus seguidores también comparten esa herencia. Y Cristo aunque está en los cielos, es el heredero. (Hebreos 1:2; Romanos 4:13-16; 8:15-17) Sin duda, esa es la razón por la que Pablo pudo decir de sus compañeros cristianos que "el mundo" ya les pertenecía a ellos, de modo que en ese sentido ya habían "heredado la tierra" y todas las demás cosas. -1 Corintios 3:21-23.

Sin embargo, en ningún sentido se habla de una permanencia corporal eterna para siempre en la carne de los individuos. Los cristianos que resucitan en los cielos compartirán el conocimiento de la creación universal. Y es colectivamente como los justos vivirán para siempre sobre la Tierra en contraste con los inicuos que serán desarraigados. Y la Tierra en esa época estará llena solamente de personas justas y mansas.

Nuestra misión es que en nuestra área personal y familiar de acción, cuidemos la Tierra, y luchemos por hacerla ahora un lugar mejor. Podemos enseñar a otras personas y a los más jóvenes las enseñanzas de Jesús (que ya consideramos en un capítulo anterior), y también fomentar un cuidado de la Tierra y sus recursos. La ecología y los fundamentos de una vida sana y sustentable pueden ser aplicados por nosotros. Los mismos israelitas fueron educados en el cuidado de la tierra (Levítico 25:1-7).

Así las generaciones venideras podrán recibir los frutos de las semillas que plantamos ahora. De ésta forma se cumplirá esta parte de la oración:

“Efectúese tu voluntad sobre la tierra” (Mateo 6:10)


Preguntas del capítulo: ¿Qué declara la Biblia para el propósito de la Tierra y la Humanidad? ¿Qué significa que los "justos vivirán para siempre sobre la Tierra"? ¿Como contribuirá usted a que se cumpla la voluntad de Dios en la Tierra?