Estimado Señor Congresista___________
Somos un grupo de ciudadanos que deseamos que lea esta carta. Le pedimos por favor que mantenga la mente abierta al analizar este asunto, ya que
muchas veces los muros mentales colectivos han retrasado considerablemente el
progreso de la Humanidad. Lamentablemente hay quiénes se han apresurado a
rechazar inmediatamente este concepto por nuestros paradigmas mentales previos
que claman por nuestros “derechos intocables” aunque esto paradojalmente
vulnera los derechos de otros. Nuevamente le rogamos que pueda leer esta carta con mente abierta.
Actualmente la delincuencia y el daño al prójimo
afectan a muchas personas. Los antisociales constantemente aparecen en las páginas
de prensa. Es cierto que deseamos transformar el mundo con muchísimas medidas
sobre los mismos problemas, pero parece perpetuarse la delincuencia, pobreza y
marginalidad. Es como si pusiésemos una mano de pintura en una superficie
agrietada. Parece que nuestro trabajo por el bienestar social y colectivo fuese
interminable. ¿Cómo entonces abordar esta situación?
Charles
Montgomery de la Universidad de Harvard
ha realizado algunos comentarios para abordar este tema con madurez y
sabiduría. Nos basaremos en algunos de sus apuntes. Todo indica que hay que
crear un sistema sabio que regule socialmente este asunto, lo cual tendría
repercusiones a largo plazo. La clave para solucionar esto, ni siquiera tiene
que ver con la manipulación genética de forma clásica en un laboratorio, o la
eugenesia tal como se le entiende. Tampoco significa dañar a ninguna persona. Y
como veremos, estos sencillos pasos estarán al alcance de todas las personas
que deseen lograrlo sin importar su condición social, racial o económica.
Simplemente
tiene que ver con ordenar y regular la reproducción sexual humana en el cual se
mezcla un programa legislativo y educativo de forma positiva. En la sociedad
humana se considera un derecho absoluto tener hijos. Sin embargo, es hora de
reconocer abiertamente que algunas personas no son aptas para criar y tener
hijos. Al respecto, Charles Montgomery comenta:
"Por lo tanto, para el diseño de un buen
programa, todo lo que necesitamos hacer es examinar a los padres y evitar
aquellos que no son aptos para ser padres y / o no aptos para ser miembros
productivos de la sociedad de la reproducción.
Por lo tanto, un programa así debe centrarse en las cualidades de la persona, no el
grupo étnico, racial o de color al que pertenece ese individuo, porque hacer lo
contrario sería tanto no científico e injusto, y podría ser contraproducente”.
Realmente
esto no tiene nada de complicado ni discriminatorio, sino de sentido común. Nos
centraremos en las cualidades humanas de los que deseen ser padres. Para
conducir un automóvil se requieren ciertos cursos, capacitaciones y condiciones
mínimas. Con mayor razón la Sociedad y Civilización Humana debería exigir
legalmente ciertas garantías elementales pero trascendentales para traer un ser
humano al mundo, porque los hijos repercuten en el futuro de la misma
Civilización. Partimos con elementos en que todos posiblemente concordarán:
1 - Una edad mínima para tener hijos.
2-
Personas que no consuman drogas y alcohol, certificadas por pruebas.
3- Responsabilidad
financiera existente para criar y mantener al hijo.
De esta
forma se protege el derecho del niño
que va a nacer, a existir en un hogar bien constituido, lo cual crearía familias positivas, fuertes y
comunidades mejoradas, sin perpetuar a
poblaciones con problemas permanentes de delincuencia, pobreza y drogas.
Debemos entender que la verdadera indignidad humana está en mantener los
círculos viciosos que rebajan y dañan a las personas y su entorno.
Las
personas pobres o con pocos recursos, o que vivan en estas comunidades con
problemas y que deseen tener hijos, deberán esforzarse por lograr las 3 mínimas condiciones mencionadas para así
calificar a poder engendrar hijos. Esto eliminaría los guetos y el desorden
social en dónde familias mal constituidas y con problemas perpetúan los
problemas, y así todos tendrían la
posibilidad de una superación positiva.
En
realidad para tener hijos, ciertas condiciones mínimas deben estar presentes, incluyendo el ser querido, una madre
y un padre adulto entrenado en crianza de los hijos, la capacidad financiera y
la libertad de las drogas y las enfermedades. Y aquí es donde una adecuada
comprensión de los Derechos Humanos juega un papel.
La
Declaración existente de los Derechos
de los Niños exige éstas cosas
mínimas. Pero tal asunto solo se transforma en demagogia y en la construcción
de una sociedad cínica que tiene estas frases bonitas pero que no crea el marco
previo para que esos derechos se cumplan realmente:
“Crecer
sanos física, mental y espiritualmente. Todos
los niños y niñas tienen derecho a vivir y a tener un desarrollo adecuado,
etc”. - Unicef
Si todos los niños han de tener estos derechos,
entonces, por el contrario, los derechos de algunos de los adultos deben ser
reducidos, por lo que no pueden dar a luz a menos que estas condiciones estén
presentes. La única forma de avanzar realmente en la protección de los derechos
humanos, es esta dirección, porque a la larga esos niños con derechos
protegidos también serán adultos con sus derechos cuidados.
Hoy
hablamos mucho de los derechos, pero rara vez pensamos en que el ser humano necesita un marco apropiado
antes de nacer para que realmente se cumplan sus derechos, de lo contrario,
el asunto es simplemente un slogan. La Sociedad puede intentar presumir en
avanzar en que se cumplan esos derechos, pero todos estos intentos han
demostrado que son similares a pintar sobre las grietas y cascaras de los
problemas. La superficie debe pulirse para que se coloque una capa nueva y auténtica
de pintura. De lo contrario, solo perpetuamos los problemas de fondo, ya que la
solución no está en la represión policiaca, aumentar penas a los delincuentes y
tampoco en la educación de todos, porque algunos efectivamente no desean ser
educados porque ya poseen una firme mentalidad negativa y destructiva formada,
lo cual perpetúa los problemas del narcotráfico y delincuencia.
Actualmente
damos a los padres el derecho a procrear libremente sin tener en cuenta el
bienestar del niño. Y el desorden al respecto, tal como lo vemos en el caso de
las adolescentes embarazadas ha sido desastroso en donde miles de niños vienen
al mundo sin las bases sólidas de un medio ambiente adecuado.
Para
limitar este derecho se requerirá un cambio importante en las actitudes, y
requerirá de algún mecanismo de implementación legal y jurídico para comenzar.
Un método que se ha sugerido de vez en cuando es un sistema de licencias para
ser padres.
Los
criterios de concesión de licencias reflejan los derechos del niño y son
sencillos:
1. Ser querido. Nacer
como un no deseado es una terrible maldición. Los niños necesitan amor para
prosperar. Ningún niño debe ser forzado a nacer en una situación en la que él o
ella se resentirían. Tal situación lleva consigo la posibilidad de negligencia
o abuso. Para evitar esa tragedia el control de la natalidad y métodos de
esterilización momentánea o total pueden ser adoptados. Estas leyes de prevención harían incluso innecesarios los abortos,
que son en realidad (de alguna forma) el fracaso de leyes y políticas
educativas que deben prevenir que aparezcan niños no deseados. Es mejor evitar
tener hijos bajo esas circunstancias, que luego decidir abortarlos.
Para esto el Permiso para Licencia de Padre se entregaría en una representación Estatal
que dejaría constancia sobre el Aceptar y
Querer tener un hijo. Un trámite más sencillo que un contrato Matrimonial.
2. Una madre adulta y padre adulto. Los bebés no deben tener
hijos. La gente necesita un cierto grado de madurez para la importante
responsabilidad de criar a los hijos. Una edad de 13 años es seguramente
demasiado joven. Incluso 18 es probablemente demasiado joven, pero que se
requiera una edad mínima de 18 años sería un gran primer paso. Y tener dos
padres involucrados es una tremenda ventaja para el niño, para los padres y para
la sociedad. Recuerde que los niños necesitan padres y madres, y los padres
necesitan esta experiencia los padres tanto como lo hacen las madres. En este
sentido, un marco matrimonial o similar de sociedad, para la aparición de los hijos puede otorgar
cierta responsabilidad y compromiso para emprender a conciencia la crianza de
los hijos. Sin embargo, aquí hemos de priorizar para comenzar con el cambio de
paradigma, empezando con la mayoría de edad.
3. Capacitación de los padres. Tanto las madres como los padres deben ser
obligados a participar en un curso de formación de los padres antes de que
nazca su bebé, en el que aprenden los fundamentos del cuidado infantil, la
nutrición, el desarrollo, la psicología y la manera positiva de la formación
del comportamiento. Hasta que los Estados no decidan integrar estos esquemas
que repercuten en la sociedad, en sus programas educativos, los padres han de
tomar un curso previo de algunos meses en estos fundamentos.
Este punto es sumamente importante. Si los
Estados terminan gastando enormes sumas de dinero e interviniendo para hacerse
cargo de los hogares rotos y de la custodia de los hijos, ¿por qué no podrían
de forma preventiva establecer la obligatoriedad de una capacitación para el
matrimonio y la crianza de los hijos? En algunos países es obligatorio un curso
antes de manejar un vehículo. La vida y existencia de un niño es más valioso
que conducir un automóvil y también puede tener repercusiones sociales. Esto
sin duda reduciría considerablemente la cantidad de problemas familiares.
4. Capacidad financiera. Es en el interés de la sociedad que se debe
evitar la multiplicación de las personas que no trabajan. Y sin embargo, la
mayor tasa de natalidad en muchos países se encuentra entre las madres que no
trabajan o jovencitas de familias pobres y hogares mal constituidos. Ninguna civilización puede sobrevivir si da
la acogida para toda la vida de grandes grupos de desempleados. Con el tiempo,
incluso el mejor de los ciudadanos se llega a distorsionar y a desmoralizar al
aceptar siempre el apoyo del tesoro público. No es necesario poseer una renta
tan alta, como a veces se pide en el caso de las adopciones, pero es esencial
una capacidad financiera que implique educar y criar correctamente a un niño
sin que pase ninguna necesidad.
5. Libertad de las drogas y las enfermedades. El
tipo más triste y sin sentido de nacimiento implica el bebé que viene al mundo
si ya está expuesto a sustancias tóxicas o adictivas, o ya infectados con una
enfermedad grave. Se ha estimado que en algunos casos hay un costo para la
sociedad de $ 1 millón de dólares por cada uno en la atención pública y el
bienestar a través de todas sus vidas en el caso de arrastrar las graves
enfermedades heredadas de los padres o haber nacido por daños debido a las
drogas de los padres.
Charles
Montgomery comenta:
"La
determinación de quién se deberá reproducir no necesita basarse en un examen de
material genético. Es suficiente y políticamente más seguro para examinar la
disposición circunstancial de los futuros padres, mediante la aplicación de
criterios tales como los cinco mencionados anteriormente.
La gente
actúa más fácilmente de acuerdo sobre la necesidad de proteger el derecho del
niño a tener buenos padres en vez de la necesidad de recortar los derechos
reproductivos de las personas no aptas para ser padres. Cualquier intento
abierto para detectar genéticamente este asunto, traería en el clima actual,
una oposición feroz. Por el momento, vamos a tener más éxito poniendo la
genética en el armario, y potenciar el
diseño de las políticas sociales para garantizar mejores condiciones para el
niño recién nacido".
Si nos
aseguramos que las cinco anteriores circunstancias estén presentes en cada niño
que nace, el mundo sería un lugar diferente y maravilloso.
Cada niño
tendría madres y padres maduros y acogedores bien preparados y las capacidades
para proveer las necesidades de la vida, y ambos crear un hogar sano y
pacífico.
Si
combinamos la ausencia de los cinco casos, se obtiene el peor de los casos...
un bebé que es adicto al crack y se infectó con el SIDA, con una madre
adolescente negligente y abusiva en el bienestar, y sin padre a la vista. Esta
imagen está en marcado contraste con el ideal.
La vida
en muchas poblaciones y comunidades está bajo el desorden actual, lo cual
perpetúa a jóvenes en la delincuencia y las drogas, jovencitas embarazadas y
una cantidad considerable de problemas de violencia. Esto solo genera una
perpetuación de problemas por siglos y siglos.
Se
necesita valor y sabiduría para implementar estas medidas. Animamos a las
futuras generaciones de Parlamentarios, Congresistas, Políticos, Abogados y Especialistas
a analizar éstas sabias consideraciones para una humanidad mejor.
El destino de la Humanidad depende de que
abordemos este asunto. No hay futuro posible sin un cambio en estos paradigmas.
Esto que es un asunto social para los Dirigentes del mundo, tiene efectos en la
Civilización, ya que pueblos de la antigüedad se extinguieron al descuidar el
pilar fundamental familiar de la sociedad humana.
Montgomery
comenta sobre el mecanismo de Licencias para padres que se otorgaría al cumplir
con las cinco exigencias anteriores:
“Se
requiere formación y la obtención de licencias para conducir un coche, porque
conducir es una responsabilidad importante, y la mala conducción puede tener
graves repercusiones. Debemos exigir una formación adecuada y la concesión de
licencias para criar a un niño por las mismas razones.
La
Crianza de los hijos es la responsabilidad suprema de la existencia humana y la
mala crianza de los hijos puede tener graves repercusiones en la misma
civilización. Si ahora se requiere que los padres adoptivos puedan tener
licencia, ¿por qué no se hace para todos
los padres?
Padres
de licenciamiento puede ser el mejor método a largo plazo para asegurar un
futuro correcto. El Profesor Jack Westman de la Universidad de Wisconsin, se ha
convertido en un destacado defensor de las licencias parentales. Después de
haber trabajado con los niños maltratados y abandonados por más de 30 años, se
ve a las licencias como una manera de romper el ciclo de la mala crianza de los
hijos y el maltrato infantil. El Psicólogo y escritor David Lykken también
aboga licencias parentales. Bajo su propuesta, los hijos de padres sin licencia
serían quitados de forma irreversible de sus padres y serían colocados en
hogares adoptivos, además de las penalizaciones en dinero o graves sanciones
sociales. "Los reincidentes podrían ser obligados a someterse a un
implante de Norplant como una forma de evitar que tengan otro bebé durante
cinco años", dice Lykken”.
Quizás
no sea necesario aplicar penas tan severas en los padres que violen esta Ley,
sin embargo, si se les podría sancionar en la obtención de algunos beneficios
estatales. A los reincidentes ya se les podría aplicar otras penalizaciones.
Sin embargo, quienes deseen superarse y obtener los 5 requisitos podrían
nuevamente hacerse cargo de un hogar.
Evidentemente estas Licencias para Padres no
tendrán los requisitos tan altos que algunas Licencias de adopción solicitan.
Sin embargo, crear una Ley que pida los 5 requisitos sencillos sería un paso
trascendental, y sin duda menos engorroso que el permiso para construir un
edificio, pero tan importante o más que este.
Hoy
puede parecer chocante tocar estos asuntos ya que la humanidad se ha volcado al
otro extremo de las libertades. Pero confiamos en que en algún momento los
nuevos hombres en política, derecho, asistencia social y ciencia comenzarán a
encontrar el balance, a encontrar el rumbo. Esto sin duda tendría repercusiones
planetarias.
Nosotros
decidiremos como sociedad quién se llega a reproducir, a través de nuestros
procesos democráticos, y a través de nuestros representantes electos y
designados. Políticas de este tipo deben garantizar la igualdad de protección y
observar el debido proceso. Empezamos modestamente, con las cosas en que la
mayoría de nosotros podemos estar de acuerdo, como una edad mínima para tener
hijos. Promulgamos estos requisitos en la ley, y el uso de nuestros tribunales
de familia existentes y las agencias de protección infantil para
administrarlos.
Ya
Jugamos a Dios de esta manera cuando nos otorgamos adopciones, o colocar a los
niños en hogares de cuidado de crianza. Más tarde deberemos añadir pruebas de
adicción a las drogas y la responsabilidad financiera.
Creamos
familias positivas y fuertes al negar a los que no cumplen los requisitos en estos
asuntos el derecho a la paternidad. Poco a poco nos limitamos a los derechos de
los futuros padres como protegemos los derechos del niño y los intereses de la
sociedad. A medida que cambian las percepciones, la fuerza de la opinión
pública y la presión de grupo se convertirán en un poderoso guardián. Esto no
es necesario que sea draconiano. Puede y debe ser democrático, con igualdad de
protección y el debido proceso garantizado.
Realmente
las cinco medidas no son complicadas, pero podrían generar cambios maravillosos
en la Humanidad. Esto mismo forzaría una educación preventiva positiva en el
futuro de nuestra Sociedad.
Respetuosamente___________________
Nota: Reenvía
éste artículo a tus Congresistas y Parlamentarios de tu país.