Los Documentos señalan que
los mundos superiores están formados por la “moroncia”, un estado “intermedio”
entre la materia y el espíritu. Lo sorprendente de la Cosmología de Urantia es
que señala que esos mundos celestiales están en nuestro universo físico, y que
por la composición del material moroncial es imposible verlos. Sin embargo,
ellos tienen interacción gravitacional con los demás cuerpos.
Pues bien, la denominada “materia
oscura” parece ser la demostración de esa realidad que es más abundante que la
materia espacial corriente. Ya se han hallado planetas “oscuros” fuera del
sistema solar y ahora los descubrimientos de hace pocos días agregan información. Un
estudio del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC-CSIC) descubrió
una posible nueva familia de objetos astronómicos: planetas compactos con
materia oscura. Estos nuevos exoplanetas tendrían una masa similar a la de la Tierra o Júpiter.
(509.1) 45:0.1 Jerusem, la
capital del sistema, es casi cien veces el tamaño de Urantia, aunque su
gravedad es levemente menor. Los satélites principales de Jerusem son los siete
mundos de transición, cada uno de los cuales es aproximadamente diez veces tan
grande como Urantia, mientras que los siete subsatélites de estas esferas de
transición son aproximadamente del tamaño de Urantia.
(509.3) 45:0.3 Este entero
sistema de cincuenta y siete mundos arquitectónicos está independientemente
iluminado, calefaccionado, abastecido de agua y de energía por la coordinación
del Centro del Poder.
(519.5) 46:1.4 El sistema
de iluminación de Jerusem no debería presentar dificultades para vuestra
comprensión. No hay días ni noches, ni temporadas de calor y frío. Los
transformadores del poder mantienen cien mil centros desde los cuales proyectan
las energías rarificadas hacia arriba a través de la atmósfera planetaria,
sufriendo ciertos cambios, hasta que alcanzan el cielo raso eléctrico de aire
de la esfera; entonces estas energías son reflejadas de vuelta y hacia abajo
como luz suave, filtrada y uniforme, aproximadamente de la intensidad de la luz
del sol en Urantia cuando el sol brilla en el cielo a las diez de la mañana.
(520.1) 46:1.5 Bajo dichas
condiciones de iluminación, los rayos de luz no parecen provenir de un solo
lugar; parecen filtrarse del cielo, emanando en forma equivalente desde todas
las direcciones del espacio. Esta luz es muy similar a la luz del sol natural
excepto que contiene mucho menos calor. Por lo tanto se podrá reconocer que
dichos mundos sede central no son luminosos en el espacio; si Jerusem estuviese
muy cerca de Urantia, no sería visible.
(520.2) 46:1.6 Los gases que reflejan esta energía de luz desde la ionosfera superior de Jerusem hacia abajo al piso son muy similares a aquellos que se encuentran en los cinturones superiores de la atmósfera de Urantia involucrados en los fenómenos aurorales de vuestras así llamadas luces septentrionales, aunque éstas son producidas por causas diferentes.
(520.2) 46:1.6 Los gases que reflejan esta energía de luz desde la ionosfera superior de Jerusem hacia abajo al piso son muy similares a aquellos que se encuentran en los cinturones superiores de la atmósfera de Urantia involucrados en los fenómenos aurorales de vuestras así llamadas luces septentrionales, aunque éstas son producidas por causas diferentes.
Esto es muy interesante y coincide incluso con los aspectos físicos de los anditas y el asunto de la luz solar terrestre. Esto lo comentamos en entradas anteriores.
Es interesante que el antiguo profeta visualizó la existencia moroncial de los resucitados cuando escribió:
"No padecerán hambre, ni padecerán sed, ni los herirá calor abrasador ni sol. Porque Aquel que tiene piedad de ellos los guiará, y junto a los manantiales de agua los conducirá". - Isaías 49:10