Hay algunas preguntas que
nos surgen al estudiar la vida moroncial. Algunas tienen que ver con la duración
y estancia en cada uno de ellos. Esto es importante clarificarlo porque podemos
entender a simple que vista que solo vivimos 10 días en cada mundo de estancia.
Pero vayamos por parte:
Notemos lo que se nos dice
al momento de resucitar:
47:3.6 (533.4) Desde las
salas de resurrección, procederás al sector Melquisedek, en el cual se te
asigna residencia permanente. Luego se da comienzo a un período de diez días de libertad personal. Estás
libre para explorar el vecindario inmediato de tu nuevo hogar y familiarizarte
con el programa que te enfrenta. También tendrás tiempo de gratificar tu deseo
de consultar el registro y de visitar a tus seres queridos y otros amigos
terrestres que puedan haberte precedido a estos mundos. Al fin de tu período de
diez días de tiempo libre comienzas el segundo paso en el viaje al Paraíso,
porque los mundos de estancia son efectivamente esferas de capacitación, no
meramente planetas de detención.
Notemos que tras resucitar tenemos 10 días. Estos días no duran 24 horas terrestres, sino que al parecer duran tres días terrestres cada uno. O sea un día en los mundos de estancia, corresponde a tres días terrestres.
Estos 10 días de "libertad personal" están dedicados a conocer nuestra residencia moroncial (¿una vivienda?), "explorar el vecindario inmediato de tu nuevo hogar y familiarizarte con el programa que te enfrenta. También tendrás tiempo de gratificar tu deseo de consultar el registro y de visitar a tus seres queridos y otros amigos terrestres que puedan haberte precedido a estos mundos". Luego más adelante se nos dice:
47:3.10 (534.2) Si no se
te exige detenerte en el mundo de estancia número uno, al fin de diez días
ingresarás en el sueño de traslado y procederás al mundo número dos, y cada
diez días de allí en adelante avanzarás de este modo hasta llegar al mundo de
tu asignación.
Lo anterior si lo leyésemos a simple vista podría entenderse que dichas capacitaciones solo duran 10 días de mundo en mundo, pero, ¿es realmente así?
Una lectura cuidadosa indica que este es un supuesto hipotético de un resucitado que no necesita mayor capacitación (quizás alguién que haya llegado a su primer círculo mental). Pero la frase "si no se te exige detenerte" indica la salvedad de lo anterior. La realidad es que hay tantos defectos de personalidad, traumas y actitudes que prácticamente una gran cantidad se detiene mucho más de 10 días en cada mundo. Algunos incluso tardan años. Esto queda confirmado en que los padres pueden visitar hasta cuatro veces por año a sus niños en el mundo de los finalistas, y hay una especie de asambleas anuales en dónde puedes "ver" a los finalistas en el mundo central 1 (en rojo). Además se nos habla que en el quinto o cuarto mundo generalmente ocurre la fusión con el Ajustador y hay 40 días de reflexión en soledad.
Entonces, en la realidad práctica lo de los 10 días solo podríamos definirlo como los primeros 10 días en cada mundo para familiarizarnos con él. Luego empieza la verdadera capacitación en ellos. Posiblemente estemos meses o años en cada uno de ellos. Lo anterior permite encontrarnos también con seres queridos que hayan muerto en estos mundos de avance, aunque estén en otras clases.
Ahora bien, éstos no son planetas de detención indefinida. Deberemos avanzar. Pero se nos dice que podemos esperar de forma indefinida a compañeros morontiales rezagados cuando llegamos al septimo mundo de estancia, quizás personas con las que tuvimos lazos especiales en la carne (hijos ya adultos, antiguos compañeros del alma humanos, etc.), y aunque ellos ya se hayan encontrado con nosotros antes en sus excursiones y ratos libres, ahora los podemos esperar para que grupalmente podamos ser gradudados juntos y avanzar a Jerusem como compañeros de clase y capacitación.
Lo anterior representa un Programa amoroso y magnífico que destruye a la muerte y su separación temporal tan dolorosa que padecemos en la carne. Aunque evolucionamos espiritualmente y las antiguas asociaciones humanas de familia ya no son idénticas, los lazos son sublimados, llevados a estados superlativos de amor y cooperación.
Finalmente, la clase de graduados del septimo mundo de estancia (con su planeta central de los finalistas que vimos en la entrada pasada), culmina con esta multitud transportada a Jerusem y adquiere la ciudadanía de este gran mundo, por un tiempo indefinido. Ahi podremos seguir con nuestros seres queridos algunas edades cósmicas, hasta que deseemos emprender el siguiente paso en la aventura universal: Edentia y las Constelaciones.
Una lectura cuidadosa indica que este es un supuesto hipotético de un resucitado que no necesita mayor capacitación (quizás alguién que haya llegado a su primer círculo mental). Pero la frase "si no se te exige detenerte" indica la salvedad de lo anterior. La realidad es que hay tantos defectos de personalidad, traumas y actitudes que prácticamente una gran cantidad se detiene mucho más de 10 días en cada mundo. Algunos incluso tardan años. Esto queda confirmado en que los padres pueden visitar hasta cuatro veces por año a sus niños en el mundo de los finalistas, y hay una especie de asambleas anuales en dónde puedes "ver" a los finalistas en el mundo central 1 (en rojo). Además se nos habla que en el quinto o cuarto mundo generalmente ocurre la fusión con el Ajustador y hay 40 días de reflexión en soledad.
Entonces, en la realidad práctica lo de los 10 días solo podríamos definirlo como los primeros 10 días en cada mundo para familiarizarnos con él. Luego empieza la verdadera capacitación en ellos. Posiblemente estemos meses o años en cada uno de ellos. Lo anterior permite encontrarnos también con seres queridos que hayan muerto en estos mundos de avance, aunque estén en otras clases.
Ahora bien, éstos no son planetas de detención indefinida. Deberemos avanzar. Pero se nos dice que podemos esperar de forma indefinida a compañeros morontiales rezagados cuando llegamos al septimo mundo de estancia, quizás personas con las que tuvimos lazos especiales en la carne (hijos ya adultos, antiguos compañeros del alma humanos, etc.), y aunque ellos ya se hayan encontrado con nosotros antes en sus excursiones y ratos libres, ahora los podemos esperar para que grupalmente podamos ser gradudados juntos y avanzar a Jerusem como compañeros de clase y capacitación.
Lo anterior representa un Programa amoroso y magnífico que destruye a la muerte y su separación temporal tan dolorosa que padecemos en la carne. Aunque evolucionamos espiritualmente y las antiguas asociaciones humanas de familia ya no son idénticas, los lazos son sublimados, llevados a estados superlativos de amor y cooperación.
Finalmente, la clase de graduados del septimo mundo de estancia (con su planeta central de los finalistas que vimos en la entrada pasada), culmina con esta multitud transportada a Jerusem y adquiere la ciudadanía de este gran mundo, por un tiempo indefinido. Ahi podremos seguir con nuestros seres queridos algunas edades cósmicas, hasta que deseemos emprender el siguiente paso en la aventura universal: Edentia y las Constelaciones.