Lo Bueno
Los Libros son una saga novelística que te "transporta" narrativamente a la Palestina del siglo I. Sientes los aromas, los sonidos y la vida del mundo que rodeó a Jesús. Le acompañas en su ministerio, "ves" las escenas y te conmueve la acción y el drama. Aquí la narración es exquisita, y en los primeros libros, hay una buena trama.
Además observamos lo que Joseph Campbell describió como el "viaje del héroe", un "sendero iniciático" de transformación interior. Jasón, el protagonista de la Obra, vive una especie de transformación interna, una conversión gradual desde el escepticismo hasta volverse un "creyente", un "seguidor venido del futuro" de Jesús de Nazaret. El personaje pasa por un sinfín de peripecias, alegrías y penurias en ese viaje del alma. Es un nuevo "Ben-Hur" pero desde el mundo moderno al mundo pasado. Jasón aprende a Confiar en el Padre y llega a amar a Jesús. El atractivo principal de la Obra está en ese tema. Nos ponemos en la situación de Jasón si hubiésemos conocido a Jesús de Nazaret.
Hay mucho de Benítez en el personaje de Jasón. Refleja un poco su viaje desde el escepticismo hasta la admiración por la figura del Maestro. En esto el Libro de Urantia, más otros relatos, tuvieron una honda impresión en el periodista. Esto lo transmuta en el personaje de Jasón de forma muy hábil. Y en esa época en que el Libro de Urantia aún no se hacía conocido en el mundo hispano, el escritor procrea varias obras basadas en Libro de Urantia, como la "Rebelión de Lucifer", "El Testamento de San Juan", etc.
Lo malo
Después de "Hermón" (Caballo VI), comienza una especie de "degradación" de la narrativa (quizás ya manifestada levemente en Caballos anteriores). Todo esto es interesante, porque a la vez se hace más conocida por esos años la traducción al español del Libro de Urantia (mas bien comienza su mayor periodo de expansión y difusión). Luego Benítez empieza a dar explicaciones forzadas, se mete de forma innecesaria en una controversia artificial, ficticia y hasta delirante, si el viaje en el tiempo fue o no fue real, hasta que punto "bebió" del Libro de Urantia, se le nota molesto, etc. Recordemos que inicialmente admitió que era una novela (Caballo de Troya I primera edición), luego dice que los documentos son reales, que el Mayor era un hombre real (claramente la narrativa es la misma de Benítez así que de "Diario" no hay mucho fundamento), posiblemente presionado por la Editorial, el asunto de Urantia, acusado de un Plagio (no hay base para hablar de "plagio", solo de inspiración), etc. Todo lo anterior se ve reflejado en un cambio en la narrativa, los Caballos intentan distanciarse de los Documentos de Urantia en este punto. Y se nota...
Siempre fueron demasiado crudos, crueles y terriblemente críticos con los Evangelistas. Incluso pareciera darse a entender que los apóstoles fueron deliberados en "ocultar la verdad". Pero la verdad es que Jesús no se habría rodeado de un grupo de hombres que sabotearían su mensaje. Con Judas era suficiente. Imputar malos motivos es injusto. El Libro de Urantia en cambio es respetuoso con los Evangelistas, ellos simplemente hicieron lo que mas pudieron de acuerdo a su época, capacidades intelectuales, y la "accidentabilidad histórica", el no controlar todos los factores.
Cuando se critica objetivamente a Benítez sus fans piden cierta "piedad" hacia sus novelas, pero él despiadadamente destroza a los Evangelios que han dado soporte espiritual (aunque imperfecto) a la fe de millones por dos mil años.
Otro asunto que se manifiesta, especialmente desde el caballo VIII, es plantear que Juan el Bautista era un trastornado, un demente, cuando el Libro de Urantia lo reconoce dignamente como un precursor del Maestro, y miembro de los 24 Consejeros. También se habla de forma errónea de la "Ley del Contrato", poniendo esas palabras en Jesús. Todo lo anterior es intencional. Se nota un intento por tomar "distancia" del Libro de Urantia, y verlo como una revelación paralela (o una fuente insignificante) a la Información del Mayor.
Todo lo anterior desdibuja lo que es lo "bueno", el gran capital y acierto principal de los Caballos, el primer punto comentado al inicio de éste post.
Es menester manifestar éstos apuntes, puesto que recientemente se ha visto una especie de "movimiento troyano" que incondicionalmente ha exaltado la novelización de un escritor hasta la categoría de revelación divina, merced incluso de las mismas entrevistas de Benítez que ha echado más leña al fuego, en vez de centrarse en el aspecto novelístico-didáctico-inspirador de su Obra.