Pregunta: ¿Cuál será el futuro de Urantia? – Ariel Vargas
Respuesta: El futuro de
nuestro planeta será maravilloso tal como lo describieron los antiguos
profetas, los cuales hablaron de esa dichosa Era de Luz y Vida, la que algunos
llaman el “paraíso en la Tierra”:
(600.1) 52:7.12 Ésta es la
misma Tierra renovada, el avanzado estado planetario, que el antiguo vidente
imaginó cuando escribió: «‘Porque igual que los nuevos cielos y la nueva Tierra
que yo crearé perdurarán ante mí, así sobreviviréis vosotros y vuestros hijos;
y sucederá que, desde una Luna nueva hasta la otra y desde un sábado hasta el
otro, todo el género humano vendrá a postrarse en adoración ante mí`, dice el Señor».
No hay duda que la Tierra
llegará a esa Era gloriosa donde la paz y el amor reinarán. La pregunta es cuando
y como. La razón es que nuestro mundo no tiene un “orden normal de
acontecimientos” tal como sucede en los planetas sin rebelión:
(597.2) 52:6.1 El Hijo
donador es el Príncipe de la Paz. Llega con el mensaje «paz en la Tierra y
buena voluntad entre los hombres». En los mundos normales, ésta es una
dispensación de paz mundial; las naciones ya no aprenden a hacer la guerra.
Pero estas influencias saludables no acompañaron la llegada de Cristo Miguel,
vuestro Hijo donador. Urantia no camina según el orden normal. Vuestro mundo no
sigue el paso de la procesión planetaria. Cuando vuestro Maestro estaba en la
Tierra, advirtió a sus discípulos que su venida no traería el reino habitual de
paz a Urantia. Les dijo claramente que habría «guerras y rumores de guerras», y
que las naciones se levantarían contra las naciones. En otro momento dijo: «No penséis
que he venido a traer la paz a la Tierra».
(1863.12) 170:4.14 Este
mundo nunca ha puesto a prueba de manera seria, sincera y honrada estas ideas
dinámicas y estos ideales divinos de la doctrina del reino de los cielos
enseñada por Jesús. Pero no deberíais desanimaros por el progreso aparentemente
lento de la idea del reino en Urantia. Recordad que el orden de la evolución
progresiva está sujeto a cambios periódicos, repentinos e inesperados, tanto en
el mundo material como en el mundo espiritual. La donación de Jesús como Hijo
encarnado fue precisamente uno de esos acontecimientos extraños e inesperados
en la vida espiritual del mundo.
Así que no sabemos cuando podría ocurrir eso. Los Documentos dan la esperanza de que ocurran "cambios repentinos e inesperados" que aceleren un progreso a esa meta. Otro aspecto es que la
Tierra tendrá una distinción especial sobre los demás mundos en el universo. No
solo será redimida, sino exaltada más que muchos planetas normales y sin pecar.
Puesto que ha sufrido demasiado y fue el hogar del Hijo Creador, el planeta
Tierra tendrá un destino especial no revelado aún con claridad:
37:3.3 (408.6) El
primogénito de esta orden dirige el cuerpo de arcángeles de Nebadon, y en
tiempos más recientes se ha mantenido en Urantia una sede divisional de los
arcángeles. Es este hecho inusual el que rápidamente atrae la atención de los
estudiantes visitantes que vienen de fuera de Nebadon. Entre las primeras
observaciones que hacen de las transacciones intrauniversales, está el
descubrimiento de que muchas actividades ascendentes de las Brillantes
Estrellas Vespertinas están dirigidas desde la capital de un sistema local,
Satania. Al profundizar la observación descubren que ciertas actividades de los
arcángeles están dirigidas desde un pequeño y aparentemente insignificante
mundo habitado, llamado Urantia. Sobreviene entonces la revelación del
autootorgamiento de Micael en Urantia, y su interés en vosotros y vuestra baja
esfera inmediatamente se aviva.
37:3.4 (409.1)
¿Comprendéis vosotros la importancia del hecho de que vuestro bajo y confundido
planeta haya pasado a ser una sede divisional de la administración del universo
y de la dirección de ciertas actividades de los arcángeles que tienen que ver
con el esquema de la ascensión al Paraíso? Indudablemente esto presagia la
concentración futura de otras actividades de ascensión en el mundo del
autootorgamiento de Micael y presta enorme y solemne importancia a la promesa
personal del Maestro: «Volveré de nuevo».
Nuestro mundo es una “sede
divisional de arcángeles”. Ellos están relacionados con los mortales
ascendentes. Y esto tiene que ver con un destino especial no revelado sobre
nuestro mundo:
99:1.1 (1086.4) Este nuevo
orden social que se aproxima no se establecerá complacidamente hasta por un
milenio. La raza humana debe reconciliarse con un proceso de cambios,
adaptaciones y readaptaciones. La humanidad está en marcha hacia un nuevo
destino planetario no revelado.
Puede que pase un milenio para que se establezca el amanecer de esa Era dorada. Esto no dista mucho de la imagen de algunos que hablan de un "milenio en donde gradualmente el paraíso será extendido y establecido".
¿Y que es ese "destino no revelado"? Solo podemos especular. Sabemos que lo de la Sede de Arcángeles está relacionado. Algunos estudiosos de los Documentos sugieren que aparte de la Era gloriosa de Urantia (Luz y Vida), Urantia será transformado en una especie de “Museo”, un “Libro de Texto” para el resto de los mundos (esto también genera interés en las civilizaciones avanzadas que nos visitan ya que les llamamos la atención). Quizás la Tierra se transforme en una especie de esfera similar a los mundos morontiales, quizás sea la nueva capital de Miguel, etc. En realidad no lo sabemos, pero será algo nuevo y glorioso en el universo. La Tierra verdaderamente será el “escabel de Dios”.
¿Y que es ese "destino no revelado"? Solo podemos especular. Sabemos que lo de la Sede de Arcángeles está relacionado. Algunos estudiosos de los Documentos sugieren que aparte de la Era gloriosa de Urantia (Luz y Vida), Urantia será transformado en una especie de “Museo”, un “Libro de Texto” para el resto de los mundos (esto también genera interés en las civilizaciones avanzadas que nos visitan ya que les llamamos la atención). Quizás la Tierra se transforme en una especie de esfera similar a los mundos morontiales, quizás sea la nueva capital de Miguel, etc. En realidad no lo sabemos, pero será algo nuevo y glorioso en el universo. La Tierra verdaderamente será el “escabel de Dios”.