El asunto del 1111 (ver
números 11 en todas partes) ha sido achacado por algunos grupos seudo
urantianos a la acción de los "seres intermedios" en el sentido que
pretenden "mostrar algo". Se argumenta que porque son 1.111 seres
intermedios secundarios están relacionados. Sin embargo, un estudio cuidadoso e
interno de la acción de los seres intermedios y nuestro Ajustador nos recuerda
que no operan a través de manifestaciones sobrenaturales que nos puedan desviar
del auténtico desarrollo interno basado en nuestras propias elecciones.
(Es cierto que en las
esferas superiores de Havona los números tienen un papel importante, pero en
nuestra realidad está sobredimensionado y distorsionado).
En realidad es posible que
las asociaciones de "números" sean más posibles porque la mente suele
estar activada y relacionar rápidamente los asuntos. Pero puede ser un grave
error exaltar los números a cuestiones sobrenaturales:
88:1.6 (968.1) Algunos
días de la semana eran fetiche. Por muchas edades el viernes se consideró el
día de la mala suerte y el número trece un numeral maligno. Los números de la
buena suerte, tres y siete, aparecieron como consecuencia de revelaciones
posteriores; el cuatro era el número de la suerte del hombre primitivo y se
derivaba del reconocimiento primitivo de los cuatro puntos cardinales. Se
consideraba mala suerte contar las cabezas de ganado u otras posesiones; los
antiguos siempre se opusieron a hacer un censo, «numerar al pueblo».
La mente humana está muy
anclada al "pensamiento mágico", el cual es el origen de las
religiones. El hombre es un soñador y solemos vincular el azar con la "providencia". Sin embargo, esa zona de nuestro cerebro lamentablemente también
nos lleva al extremo del fetichismo y temores ancestrales:
88:6.5 (972.5) La magia
fue la rama del árbol religioso evolucionario que finalmente dio el fruto de la
era científica. La creencia en la astrología llevó al desarrollo de la
astronomía; la creencia en la piedra filosofal llevó al conocimiento de los
metales, mientras que la creencia en los números mágicos fundó la ciencia de
las matemáticas.
88:6.7 (972.7)
Gradualmente la ciencia está eliminando de la vida el elemento del juego de
azar. Pero si los métodos modernos de educación fracasan, habrá una reversión
casi inmediata a las creencias primitivas en la magia. Estas supersticiones aún
habitan la mente de muchos pueblos así llamados civilizados. El idioma contiene
muchos fósiles que atestiguan que la raza por mucho tiempo ha estado impregnada
de la superstición mágica, palabras como hechizado, malaventurado, posesiones,
inspiración, quitarle a uno el espíritu, ingenio, embelesador, estupefacto y
asombrado. Los seres humanos inteligentes aún creen en la buena suerte, el mal
de ojo y la astrología.
88:6.8 (973.1) La magia
antigua fue el capullo de la ciencia moderna, indispensable en su tiempo pero
ya no útil. Así los fantasmas de la superstición ignorante agitaron las mentes
primitivas de los hombres hasta que pudieran nacer los conceptos de la ciencia.
Hoy en día, Urantia está en los albores de su evolución intelectual. Una mitad
del mundo busca ansiosamente la luz de la verdad y los hechos del
descubrimiento científico, mientras que la otra mitad languidece en los brazos
de la superstición antigua y de la magia sólo ligeramente disfrazada.
Notamos que el espíritu y dirección del consejo de los Documentos es muy diferente a las creencias más místicas sobre los números. Difícilmente los seres intermedios violarían estos mismos conceptos, para que fácilmente cayésemos en un retroceso espiritual, con los riesgos del misticismo irreal y delirante.
Notamos que el espíritu y dirección del consejo de los Documentos es muy diferente a las creencias más místicas sobre los números. Difícilmente los seres intermedios violarían estos mismos conceptos, para que fácilmente cayésemos en un retroceso espiritual, con los riesgos del misticismo irreal y delirante.