En mi opinión en absoluto afectaría el concepto de Dios, al contrario. Ciertamente lo engrandecería. Las religiones podrían tener algunos aprietos en ciertas doctrinas, lo que quizás las obligue a reconsiderarlas.
Para algunos pueden haber
aparentes “desarmonías” con las enseñanza bíblicas debido a 2 situaciones
posibles. Veámoslas y analicémoslas.
Se comenta que si Dios
hubiese creado tales seres, lo habría hecho antes de crear a Adán y Eva. Y, o
bien hubiesen permanecido fieles a su Creador, o, como fue el caso de Adán y
Eva, hubiesen pecado y caído en la imperfección.
En el caso de haberse
hecho imperfectos y haber pecado necesitaban un redentor. Se explicó la
situación de la siguiente manera: “Sería espantoso imaginarse que todos los
viernes [el día que Jesucristo fue ejecutado] Jesús está siendo colgado en
algún lugar del universo por los pecados de alguna persona”. No obstante, este
punto de vista no es bíblico. La Biblia nos dice que Jesús “murió con
referencia al pecado una vez para siempre”. (Romanos 6:10.). Este razonamiento
es válido al armonizar el típico entendimiento del rescate o redención. Además, sería lógico desde esa perspectiva, ya que Jesús escogió justamente a nuestro mundo como un lugar para su
misión. Pero al final de esta entrada veremos que el asunto no es tan complejo.
¿Y si estos seres hubiesen
permanecido perfectos? Algunos comentan que cuando Adán y Eva pecaron, lo que
en realidad hicieron fue poner en tela de juicio el derecho de Dios a gobernar
sobre un mundo de seres físicos inteligentes. Si en aquel tiempo hubiese
existido otro planeta, un mundo lleno de seres físicos inteligentes que
viviesen en armonía y lealtad bajo la gobernación de Dios, ¿no se les habría
llamado para que testificasen que Su gobernación sí funcionaba? En vista de que
Él ya ha utilizado hasta a humanos imperfectos como testigos a favor suyo
respecto a esta misma cuestión, esa conclusión parece inevitable. (Isaías
43:10.) Este es el segundo argumento utilizado, que si bien es interesante, no
describe con exactitud la situación. ¿Por qué?
Es bueno recordar que la
rebelión original según la óptica interna bíblica planteó una cuestión más abarcadora y clara. En realidad
Satanás planteó lo siguiente: ¿Puede el hombre gobernarse a sí mismo con éxito sin
la ayuda de Dios?
Satanás no pretendía
demostrar que él era más poderoso que Jehová, tampoco quería demostrar sí la
gobernación de Dios era la que resultaba claramente (si hubiera sido así, no
habría puesto a Adán y Eva de su parte). De hecho, el gobierno de los ángeles ya demostraba que el dominio de Dios funcionaba, así que da igual si esto existía en un planeta físico.
Satanás quería probar lo contrario, lo
siguiente: él quería demostrar sí los seres físicos pueden gobernarse con éxito
sin Dios. Ese era el experimento nuevo. Quería demostrar que su gobernación
independiente de Dios podía resultar. Por eso se le permitió probar su
acusación y que el hombre se gobernara a sí mismo. ¿Qué pasaría si el hombre
tiene éxito por si mismo? Satanás probaría que es igual a Dios y que podría
darle lo mismo al hombre, lo mismo que puede darle Dios. En este sentido se
cuestionó la soberanía universal de Jehová. Por que si Satanás probaba su
afirmación, se podría decir que su gobierno era tan bueno como el de Jehová, y
Dios ya no sería el soberano único y absoluto del universo. Su gobierno no
sería entonces la única alternativa para el universo. Habría otra opción con posibilidad
de éxito. Esa era la cuestión.
Satanás no cuestionó si la
gobernación de Dios funcionaba o no (o si el Padre era más poderoso). De lo
contrario, hubiera desistido de su rebelión y habría dejado a Dios gobernar.
La cuestión universal es realmente al revés:
La pregunta que lanzó es:
¿Pueden las criaturas autogobernarse con éxito en independencia de Dios? Eso
era la nuevo: La independencia.
Cómo vemos, al analizar el
asunto desde la óptica que siempre se les ha enseñado a las personas que conocen este asunto, calza toda la cuestión
universal. ¿Podría irles mejor a los humanos sin que Dios les gobernara? El
Creador ya sabía la respuesta. Pero una buena manera de hacer que las personas
se enterasen fue permitiéndoles sin límite toda la libertad que quisieran. Así
que una de las razones por las que Dios ha permitido la maldad y el sufrimiento
ha sido para demostrar fuera de toda duda si la gobernación humana
independiente de Dios puede tener éxito.
Esto armoniza sin duda con
la posibilidad de más mundos habitados, y de hecho engrandece el propósito del Padre, lo hace más atractivo, y aumenta la importancia de la cuestión
universal. ¿Por qué razón? Por que Satanás en el fondo quería probar que su
rebelión haría de la Tierra un mundo exitoso en independencia de Dios. Como superintendente
(o administrador) de la Tierra, se le permitió hacerlo. Qué probara su
afirmación. Así se zanjaría la cuestión para el resto del universo. Cómo
comentó la revista ¡Despertad! “En el futuro, y por toda la eternidad, Dios
podrá utilizar lo que ha sucedido durante estos últimos miles de años como un
caso que sienta jurisprudencia en un tribunal supremo y si en alguna ocasión
futura, en cualquier lugar del universo, volviesen a surgir preguntas tocante a
la soberanía de Dios o el uso propio del libre albedrío, se aplicaría el
precedente que se ha sentado” (8-10-1990).
Una autora se expresó de manera semejante: “Si Satanás hubiera probado con éxito su alegación en la tierra, habría extendido su rebelión a los mundos superiores, a los mundos que no habían pecado. Debido a su contundente fracaso ésta cuestión se está resolviendo”. Cómo vemos, se nos amplia el horizonte bíblico, y esto de ninguna manera contradice lo que la Biblia expone. Al contrario, engrandece la visión del Propósito de Dios y la Cuestión Universal.
Una autora se expresó de manera semejante: “Si Satanás hubiera probado con éxito su alegación en la tierra, habría extendido su rebelión a los mundos superiores, a los mundos que no habían pecado. Debido a su contundente fracaso ésta cuestión se está resolviendo”. Cómo vemos, se nos amplia el horizonte bíblico, y esto de ninguna manera contradice lo que la Biblia expone. Al contrario, engrandece la visión del Propósito de Dios y la Cuestión Universal.
Esto implica desde el punto de vista interno bíblico, que la mayoría de los mundos no pecaron ni entraron en rebelión. La cuestión ha de sanjarse en la Tierra, y de ahí el interés de éstos mundos en la Tierra. Ahora bien, en caso de que nos topemos con otras civilizaciones aún imperfectas como la Tierra, esto obligaría a reconsiderar el dogma de la redención, tal como se ha planteado en este sitio. Habría que comprenderlo de otra forma más sublime. En realidad Jesús no vino a saldar una deuda racial con la raza humana de la tierra. Jesús sacrificó su vida, no en un sentido racial, sino que nos rescató en sentido espiritual. Redime a los hombres para que éstos recobren su relación con Dios. Si esto se comprende así, su redención bien entendida, esta incluso se extiende a las humanidades de todos los mundos.
Cómo vemos, ésta visión armoniza incluso con los Documentos de Urantia.
Cómo vemos, ésta visión armoniza incluso con los Documentos de Urantia.