Las entradas
anteriores nos han hablado del cambio de la historia seglar a la “historia
sagrada”. Debemos precisar que prácticamente todos los personajes de la Biblia
existieron y muchos de sus hechos fueron reales. Desde el punto de vista de la “economía
de la información” esto es innegable tal como diría el profesor Antonio Piñero
porque hay muchas fuentes que dan testimonio. También muchos de los
acontecimientos narrados fueron reales. La diferencia es que estos hechos de
orden natural y humano fueron revestidos con tintes sobrenaturales de
intervenciones divinas. Muchos de los
escritos como «Las obras de los reyes de Israel» y «Las obras de los reyes de
Judá» dan testimonio de la historia real hebrea, pero fueron borrados de la Historia y fundidos en los nuevos
relatos más épicos de los redactores en el exilio. Algunas pistas si dan
evidencia de la existencia de esos escritos previos.
Este fenómeno continúa
en el tiempo. Hoy grupos religiosos de alguna forma tratan de reescribir su
historia y transformar la historia seglar en “historia sagrada”. Por ejemplo, los adventistas creen que desde 1844 Jesús se encuentra en el Lugar
santísimo del Santuario celestial, llevando a cabo la “obra de un juicio
investigador” sobre su pueblo. Los testigos de Jehová interpretan los hechos de
1914 y los años posteriores como la entronización celestial de Jesús, el
nombramiento de una “clase especial” de “Esclavo Fiel y Discreto” en los años
siguientes, etc.
En cuanto a la Biblia,
los sacerdotes tras el exilio miraron su historia pasada de esa forma y la
plasmaron en el Antiguo Testamento. Solo los escritos de los profetas escaparon
parcialmente a ese fenómeno ya que son más posteriores y contienen elevadas
declaraciones de un concepto de Jehová muy alto, muy bello y similar al de
Jesús. Los Salmos y el Libro de Isaías lo reflejan.
Si quieres ahondar más
en este asunto, te recomiendo leer estos Documentos del Libro de Urantia:
-
Documento
96, subtema “Los Salmos y el Libro de Job”.
-
Documento
97 completo.
-
Documento
159, subtema “La conversación con Natanael”.
-
Documento
88, subtema “La evolución del fetiche”.
Podemos extraer
valiosas lecciones de la Biblia, aquellas nos hablan del Padre Celeste y el
Dios de Verdad, Belleza y Bondad. Pero debemos discriminar entre la verdad y el
error, y claramente evitar transformar las palabras en fetiches sagrados o defender aquellas ideas de Dios contrarias al gran mensaje de Jesús.