No es casualidad que la Iglesia (concretamente los Cardenales) en su apremiante necesidad haya escogido a un hombre muy inteligente y carismático para atraer a los fieles que se están enfriando, y desesperadamente reencantar a la juventud.
Francisco, muy simpatizante de las ideologías en la vereda de la izquierda política resultaba el perfecto candidato para sintonizar en una América que sufrió este giro en los últimos años con la influencia de los gobiernos socialistas en Argentina, Chile, Venezuela, Bolivia y otros más. Pero la vuelta repentina a algunos gobiernos de "derecha" parece provocar un nuevo quiebre con Francisco. De ahí, una de las razones para evitar pisar su tierra natal, la Argentina.
También ha tenido muchas dificultades con el peso de la estructura católica en torno a los Obispos y Curas que han participado en casos de abusos sexuales de niños o encubrimiento. La estructura eclesial es tan pesada, ritualista y cerrada por naturaleza, que ni el mismo Papa es capaz de sacar la grasa, eliminar pesadas piezas y reformar completamente a la curia. El Papa se enfrenta a una Iglesia con siglos de existencia, en dónde los verdaderos "líderes" se esconden en el Colegio Cardenalicio.
La fría reacción del público (comparada con otras visitas papales) es destacable. La fotografía de una Misa realizada ayer en Chile lo demuestra todo (imagen aérea superior de la entrada).
Los Documentos anticiparon esta crisis:
99:6.3 (1092.3) Pero cuando la religión se vuelve
institucionalizada, se limita su poder para el bien, mientras que las
posibilidades del mal se multiplican grandemente. Los peligros de una religión
formalizada son: La fijación de las creencias y la cristalización de los
sentimientos; la acumulación de los intereses establecidos con un aumento de la
secularización; la tendencia a estandardizar y fosilizar la verdad; la
desviación de la religión, del servicio a Dios al servicio a la iglesia; la
tendencia de los líderes a volverse administradores en vez de ministros; la
tendencia a formar sectas y divisiones competitivas; el establecimiento de una
autoridad eclesiástica opresiva; la creación de una actitud aristocrática de
«pueblo elegido»; el fomentar ideas falsas y exageradas de lo sagrado; la
rutinización de la religión y la petrificación de la adoración; la tendencia a
venerar el pasado, ignorando al mismo tiempo las demandas del presente; la
incapacidad de hacer interpretaciones contemporáneas de la religión; el enredo
con las funciones de las instituciones seculares; la creación de una
discriminación maligna en forma de castas religiosas; el volverse juez
intolerante de la ortodoxia; la incapacidad de mantener el interés de la
juventud aventurosa y la pérdida gradual del mensaje salvador del evangelio de
la salvación eterna.
99:7.1 (1092.5) Aunque las iglesias y otros grupos
religiosos deberían mantenerse separados de toda actividad secular, al mismo
tiempo la religión no debe hacer nada que obstaculice o retarde la coordinación
social de las instituciones humanas. El significado de vida debe crecer
siempre; el hombre ha de seguir en su reforma de la filosofía y en su
clarificación de la religión.
195:9.10 (2083.6) El cristianismo está amenazado con
una muerte lenta a manos del formalismo, la organización excesiva, el
intelectualismo y otras tendencias no espirituales. La iglesia cristiana
moderna no es esa hermandad de creyentes dinámicos que Jesús comisionó para que
continuamente realizaran la transformación espiritual de las generaciones
sucesivas de la humanidad.
195:9.11 (2083.7) El así llamado cristianismo se ha
vuelto un movimiento social y cultural así como también una creencia y práctica
religiosa. La corriente del cristianismo moderno drena muchos antiguos pantanos
paganos y muchas ciénagas bárbaras; muchos antiguos arroyos culturales vierten
sus aguas en su río cultural de hoy, así como también los manantiales de las
altas mesetas galileas que supuestamente son su fuente exclusiva.
195:10.13 (2085.5) Pero el comprometimiento de la
iglesia en el comercio y en la política no tiene excusa; estas alianzas
profanas son una traición flagrante al Maestro. Y los verdaderos amantes de la
verdad mucho tardarán en olvidar que esta poderosa iglesia institucionalizada
frecuentemente se atrevió a sofocar una fe recién nacida, persiguiendo a los
que llevaban la verdad si por azar aparecían envueltos en atavíos no ortodoxos.
195:10.19 (2086.5) Si el cristianismo pudiera tan sólo
captar más de las enseñanzas de Jesús, podría hacer mucho más para ayudar al
hombre moderno a solucionar sus problemas nuevos y cada vez más complejos.
195:10.20 (2086.6) El cristianismo sufre de un gran
obstáculo, porque se ha identificado en la mente de todo el mundo como parte del
sistema social, la vida industrial, y las normas morales de la civilización
occidental; así pues, el cristianismo parecería patrocinar, sin intención, una
sociedad que se tambalea bajo el yugo de tolerar una ciencia sin idealismo, una
política sin principios, una riqueza sin trabajo, un placer sin límites, un
conocimiento sin carácter, un poder sin conciencia, y una industria sin
moralidad.
195:10.21 (2086.7) La esperanza del cristianismo
moderno consiste en que deje de patrocinar los sistemas sociales y las
políticas industriales de la civilización occidental, inclinándose humildemente
ante esa cruz, que tan valientemente ensalza, para aprender allí nuevamente de
Jesús de Nazaret, las verdades más grandes que el hombre mortal puede escuchar
jamás: el evangelio vivo de la paternidad de Dios y de la hermandad del hombre.
A pesar de las buenas intenciones de Francisco, el que él ingrese tan de lleno en las opiniones de la arena política, social y económica (el que incluso se identifique quizás "desde lejos" con alguna postura ideológica), anula paradojalmente el efecto espiritual de muchos de los mensajes de Jesús que el mismo pretende transmitir.