jueves, 8 de noviembre de 2018

Las instrucciones finales - parte III (apuntes sobre los supuestos "cambios")


Congelaré lo de las instrucciones finales para comentar un punto que no deseo que se nos escape y que es bueno que los lectores lo tengan claro. Se refiere a las supuestas modificaciones al texto de la edición de 1955. Antes de ésto, hagamos un resumen del proceso revelatorio:

1) Fase de contacto inicial, 190(6)-1924, el del encuentro entre la persona anónima de contacto y el Doctor Sadler, es el período de prueba de comunicación,  y de aglutinación de la Comisión de Contacto. Cuando La Comisión de Contacto se preparó para estar lista y actuar.

2) 1924-1942, la fase del contacto formal de los Reveladores, la actuación oficial de la Comisión de Contacto para la recepción de los Documentos con protocolos y estrictas directrices de entrega de los Reveladores a los Humanos. Por ejemplo, nunca el sujeto de contacto debía estar a solas con un miembro de la comisión de contacto. Debían por lo menos estar dos miembros o más de la misma. Así se aislaba la posibilidad de tergiversación o engaños subconscientes, canalización o escritura automática.

Es aquí cuando entramos a la fase de Gestación real de escritura (1934-1935) y dialogo entre los reveladores superhumanos y los miembros humanos del Forum (Foro). Sobre la “escritura” (que apareció materializada) ahondaremos después. 

El Foro era un grupo adicional a la comisión de contacto que tenía como objeto analizar  los Documentos entregados. En cierto modo fueron los primeros “estudiantes” de los Documentos, pero lo hicieron de forma crítica y pragmática, nunca como una secta mística o religión. Para los reveladores celestiales la existencia del Foro les permitió evaluar como las diversas mentes humanas reaccionaban al material entregado.   Este grupo partió con unos 30 y terminó con 70 individuos.  En ese periodo unas 400 personas participaron y circularon en discutir sobre los Documentos, y muchos perdieron el interés en ellos debido a que chocaban con sus creencias personales. Así, muchos no asistieron más. Para participar en el Foro, se firmaba un acta de confidencialidad que impedía divulgar sobre los Documentos a personas ajenas, antes de su publicación. El alto calibre del material justificaba esto.

3) La fase de desarrollo organizacional para proteger posteriormente al Libro, 1942-1955, el período de edición (corrección de mecanografiado), creación de fondos para la publicación de la revelación. Este período realmente se inició aproximadamente en 1937 en algunos aspectos y se superpuso al segundo período. Este periodo también incluye el mandato de publicación e instrucciones finales (que ya hemos comentado en entradas pasadas).

En este periodo también aparecieron los primeros problemas, con un tal Harold Sherman que apareció tardíamente en el Foro en 1941. Este intentó violar las directrices de los reveladores acusando a Sadler de manipular el Libro y pretendía que el Libro perdiera sus derechos para hacerlo de dominio público (con las consecuencias de modificarlo groseramente tal como explicamos en la entrada pasada). Sherman desconoció la rigurosidad y método racional para recepcionar los Documentos establecidos en la comisión de contacto años antes. Además Sherman tenía creencias paranormales y ante la ausencia de declaraciones del Libro de Urantia apoyando lo paranormal y misticismo acusó al Doctor Sadler de manipular los Documentos. Sin embargo, lo de Sherman no prosperó y pronto el Foro le retiró su apoyo.

La creencia popular de que Sadler manipuló el Libro viene a raíz de esa acusación del tardío Sherman. Pero esta no se sostiene.  Este asunto lo podemos resumir así:

Después de la aparición formal de la comisión de contacto, el sujeto anónimo se volvió menos importante, de hecho en esta etapa los Documentos comenzaron a aparecer (materializados) y se inició ésta cadena:

Texto 1- Aparece el texto revelador ya traducido al inglés y escrito «a mano» por los midwayers (medianes, medianos, seres intermedios). Como acotación, los midwayers no son Dios, por si alguien no es consciente de ello. Los miembros de la comisión de contacto hablan de que vieron una letra manuscrita a mano ajustada y con un inglés muy elegante. Muchas pruebas al sujeto dormido determinaron que no era su letra. 

Estos escritos de “puño y letra” desaparecían sin explicación al interior de una caja fuerte tras ser transcritos al paso (texto 2). Sadler fue muy escéptico al comienzo de esto e incluso al sujeto anónimo se le siguió secretamente durante el día al trabajo para intentar sorprenderlo “escribiendo”, pero no hubo caso. Los escritos aparecían a distancia del sujeto dormido durante su sueño en otras habitaciones. Incluso se hicieron vigilancias nocturnas. Sadler hasta puso billetes entre medio de los escritos para atrapar al posible escritor, y éstos se guardaban en la caja fuerte, incluso una vez en un banco. Sadler dejó de hacer estos “experimentos” cuando los Reveladores en una comunicación le dijeron que dejara de hacer “bobadas”.

Texto 2- Humanos pasan dicho texto «manuscrito» a máquina, con el subsiguiente riesgo de cometer algún error en la trascripción (que de hecho ocurrió).

Texto 3- Humanos pasan este último texto ya mecanografiado a planchas de imprenta con la tecnología de mediados del siglo pasado por proceso de linotipia, con el riesgo de que no todos los errores menores se puedan detectar en las pruebas.

Suponiendo que la imprenta funciona bien -maquetación, tinta, guillotina, encuadernación, etc- a ti te llega el texto material último, el número 3.

Ahora hacemos una pregunta muy simple: ¿Cuál es el texto revelador? ¿El texto 1, el 2 o el 3?

De manera lógica existieron errores porque es obvio que se tratan todos de CORRECCIONES de los pasos 2 y 3. Las correcciones posteriores a la primera edición (texto 3) del Libro de Urantia impreso te acercan a, y no alejan de, el texto original, porque el texto original es el 1 y no el 3.

Y es lógico porque los humanos entre el texto 2 y el texto 3 cometieron errores (todos los escritos humanos del mundo tienen errores tipográficos o de “maquetación”, etc).  Pensar que la Primera Edición del Libro de Urantia es el mismo texto revelado es un craso error conceptual (y de ignorancia) y esa idea logra asociar al libro como un Libro fetiche, algo que los mismos Documentos declaran estar en contra. Los Reveladores sabían que al entrar en la corriente humana, era inevitable que los escritos tuviesen errores de tipografía (como inicio de un proceso de degradación de siglos).

David Carrera razona bien sobre quiénes han alarmado a lectores sobre unos cambios supuestamente terribles que se efectuaron tras la primera edición sin el permiso de los reveladores.  Pero comenta que una persona de bien, antes de insinuar esos venenos, simplemente medita sobre la naturaleza de dichos cambios para pasar a reconocer sin problemas que todos estos cambios son correcciones, la gran mayoría tipográficas y de ortografía. Luego comenta:

“Unos cambios sobre un texto cualquiera pueden consistir en alteraciones de significado o bien en correcciones de forma. Si hay alteraciones de significado, como frases que cambian de sentido, oraciones que desaparecen o frases que aparecen, está justificada la alarma. Pero si se trata de meras correcciones, alarmar a la gente de esta manera será miseria humana.

Todos los cambios que ha efectuado la Fundación pertenecen a la última categoría. Aquellos de mayor relevancia fueron decididos de la primera a la segunda edición, como era de esperar, y estando la mayoría de los miembros de la Comisión de Contacto aún vivos”.

Las acusaciones de adulteración del material carecen de Fundamento. Aún al día de hoy, las traducciones del Libro de Urantia a otros idiomas también implica buen juicio y criterio humano, y hay correcciones que siguen en proceso en las traducciones. Por eso en la contratapa del Libro impreso se indica que el Libro desde esta perspectiva es una Obra Humana.

Los Reveladores confiaron en esto, en la ayuda humana, y saben que evolutivamente todas las cosas que pasan por manos humanas sufren alteración. 

El punto es si esta alteración destruye los conceptos más específicos y si se transforma en adulteración grosera, no en meras correcciones menores. En ese sentido, los derechos de autor protegen al texto.