Hueso craneal de 1937 |
Durante algún tiempo se
creyó que el “Hombre de Java” era el “eslabón perdido”, una especie de “hombre
mono” clásico. En 1894 se encontraron algunos restos y en la década de 1930 se
encontraron restos en otras zonas cercanas. Estos restos eran sumamente
escasos, por ejemplo, solo eran fragmentos de algunos cráneos como se observa en
la primera fotografía relativa a los descubrimientos de 1937. Al parecer los
Documentos hacen referencia a este descubrimiento:
64:1.6 (719.1) Hace
950.000 años los descendientes de Andón y Fonta habían emigrado a gran
distancia hacia el este y el oeste. Pasaron al oeste por Europa hasta Francia e
Inglaterra. Posteriormente llegaron a penetrar hasta Java en el este, donde recién acaban de encontrarse sus
huesos —el llamado hombre de Java— y a continuación, se trasladaron a
Tasmania.
Sin embargo, a diferencia
de las creencias aún en desarrollo sobre que los “Hombres de Java” eran “hombres
mono” (la interpretación craneal de la imagen de 1922 lo muestra), los
Documentos de Urantia explican claramente que eran Andonitas, humanos con un
aspecto similar al esquimal, véase:
Andón y Fonta
https://estudiosdelasescrituras.blogspot.com/2017/05/andon-y-fonta.html
Andón y Fonta
https://estudiosdelasescrituras.blogspot.com/2017/05/andon-y-fonta.html
Interpretación de 1922 |
En 1939 otros investigadores
trabajaron para definir una relación precisa entre los fósiles de Trinill y
Sangiran con los del «hombre de Pekín», denominado por entonces Sinanthropus
pekinensis, y concluyeron destacando las semejanzas claves entre ellos, que
demuestran que representan una misma forma humana antigua.
En 1940 Weidenreich
reinterpretó los restos de Trinil y Java como Homo erectus iavanensis, pero se renombraron
definitivamente por Dobzhansky (1944) como Homo
erectus erectus.
Interpretación mas reciente |
Las investigaciones
posteriores han ido descartando el aspecto de simio. Tenía una capacidad
craneal de unos 940 ml, intermedia entre los 1200-1500 del hombre moderno y los
600 ml del gorila. El hombre de Java poseía la porción del cerebro que controla
el lenguaje así que podía hablar. El cerebro del hombre de Java era mucho más
grande y con un mayor número de circunvoluciones que el del cualquiera de los
monos primitivos o vivientes, y tenía más características humanas que
simiescas. El hombre de Java adulto medía alrededor de 1,70 metros , pesaba cerca de 70 kilogramos y caminaba en posición erecta. Ilustraciones
recientes se acercan mucho más al concepto real, ya adelantado en los
Documentos.
Así que claramente el “Hombre
de Java” era humano.